Una empresa de las tramas de corrupción de Ábalos y Defex presume de sus contratos con el sector público

Grupo Comercial Cueto 92 SL, vinculada a las tramas de corrupción de Defex, la extinta empresa semipública de armamento, y de Koldo García, mano derecha del exministro José Luis Ábalos, presume en sus últimas cuentas anuales de los contratos que mantiene con el sector público. 

“En la Actividad Nacional, se mantiene con respecto a los ejercicios anteriores en cuanto a los contratos de suministro, tanto a clientes públicos como privados”, dicen esas cuentas, correspondientes a 2023, recientemente remitidas al Registro Mercantil y accesibles a través de Insight View.

Las cuentas, firmadas el pasado 30 de septiembre, se formularon el 31 de marzo, cuando ya había estallado el escándalo Koldo, por el que el Congreso acaba de retirar la inmunidad al exministro socialista y todavía diputado del Grupo Mixto para que le investigue el Tribunal Supremo.

Comercial Cueto es propiedad de la familia Cueto, encabezada por el empresario Juan Carlos Cueto, que no pudo ser detenido en la primera redada del caso Koldo, en febrero pasado, por encontrarse en el extranjero. Según la Guardia Civil, Cueto ostenta la “titularidad real” de esta sociedad y de la principal empresa de la trama Koldo, Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas.

Comercial Cueto está administrada por sus hermanas Carmen e Isabel Cueto Martín, que entre las dos controlan apenas el 7,32% de la empresa, según sus cuentas consolidadas, que recogen que el grupo declaró en 2023 una facturación de 2,43 millones, nuevas pérdidas de 457.221 euros, activos de 56 millones y 14 empleados. 

“Dudas significativas”

El informe de auditoría de las cuentas de 2023, fechado el pasado 25 de octubre, tiene un año más salvedades y advierte de la existencia de “una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la Sociedad dominante para continuar como empresa en funcionamiento”, aunque no se menciona el caso Koldo. Tampoco lo hacen las cuentas de la sociedad.

Entre las dudas del auditor, la firma Arcoasa, está que Comercial Cueto tiene retenidos en el Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional 13,856 millones en cuentas corrientes e inversiones financieras por el caso Defex y sus cuentas anuales “no recogen ninguna provisión” por ello, por lo que su patrimonio neto está “sobrevalorado”. 

Para cubrir su responsabilidad civil en este caso, a la empresa se le exigió una multa de 62 millones, aunque logró bloquearla en el juzgado. En sus cuentas Comercial Cueto defiende que los hechos del caso Defex, destapado tras una inspección de Hacienda abierta en 2013, se remontan a un contrato firmado en 2008 y 2009, antes de la reforma que introdujo la responsabilidad penal de las personas jurídicas en 2010, por lo que el caso “no debería tener recorrido”. Además, afirma, es “cosa juzgada”.

Como destaca su auditor, Comercial Cueto tiene una cuenta a cobrar vencida de 4 millones del Ministerio de Salud de Angola a una UTE con Soluciones de Gestión, principal empresa de la trama Koldo, y “no ha registrado ninguna corrección por deterioro de valor” ni ha aportado información sobre la situación de este crédito “de dudosa recuperación”, que la empresa insiste en que está “en trámite de pago”. Además, hay dos participadas valoradas en libros en 23,5 millones, sin auditar y cuyo valor recuperable no está claro, indica el auditor.

En febrero, un recuento de El País cifraba en 4 millones los contratos obtenidos por Comercial Cueto de la Guardia Civil y el Ejército desde 2015 hasta entonces. El último disponible en la plataforma de Contratación del Estado data del pasado 5 de marzo, cuando Juan Carlos Cueto ya había declarado en la Audiencia Nacional tras las detenciones del caso Koldo. En esa fecha el Ministerio de Defensa le adjudicó un nuevo contrato menor de 14.377,37 euros para la compra de repuestos para vehículos de la 15 Agrupación del Cuartel General del Ejército del Aire.

“Mientras no haya una sentencia judicial firme que inhabilite a una empresa que está inscrita en los registros mercantiles, los funcionarios que hacen las actuaciones en materia de contratación tienen que cumplir la ley”, dijo poco después en el Senado la ministra Margarita Robles, preguntada por esta adjudicación. Solo en 2023, la empresa se adjudicó seis contratos menores de Defensa por importe de más de 73.000 euros, según datos de la Plataforma de Contratación del Estado. Uno de ellos, de adquisición de repuestos para la base aérea de Getafe (Madrid), ascendió a 14.999,94 euros, al borde del límite de 15.000 euros que marca la ley para la contratación menor de suministros.

Juan Carlos Cueto presidió Comercial Cueto hasta 2014, tras estallar el caso Defex, por el que se le investiga por presuntas comisiones de 93 millones mediante sobornos a funcionarios para colocar material policial en Angola que luego blanqueó supuestamente en Luxemburgo con la ayuda de Beatriz Paesa, sobrina del famoso espía Francisco Paesa.

En este caso, por el que también va a ser procesada Comercial Cueto, el empresario está pendiente de juicio desde 2019 y se enfrenta a una posible condena de más de 50 años de cárcel. 

A Cueto la Fiscalía Anticorrupción también le atribuye un papel de “liderazgo” sobre el resto de investigados en el caso Koldo, incluyendo al asesor del exministro y el comisionista Víctor de Aldama. Le considera el responsable último de las decisiones que se tomaron respecto a la ejecución de los contratos y el reparto de los beneficios que obtuvo la trama vendiendo mascarillas en lo peor de la pandemia.

Cueto fue el principal beneficiario de los nueve contratos públicos adjudicados a través de Soluciones de Gestión, de la que él era propietario y “administrador de hecho”, lo que le permitió embolsarse 9,6 millones de ganancias, según la investigación. 

Cuando declaró ante el juez el pasado 28 de febrero por el caso Koldo, el empresario aseguró que se limitó a facilitar material sanitario a las administraciones públicas para intentar ayudar a los españoles en plena pandemia. 

Comercial Cueto detalla en sus cuentas litigios por importe de varios millones con el Fisco, el antiguo propietario de una de sus filiales, la entidad Deutsche Bank o clientes como el Gobierno de Angola. La empresa se dedica principalmente al “comercio al por mayor y menor de toda clase de maquinarias, lubricantes, accesorias y ruedas de recambio de toda clase de vehículos y gestión, asesoramiento y ejecución de proyectos de equipamiento en los sectores sanitarios, agropecuarios, energético e industrial”, según sus últimas cuentas.

En sus inicios, hace más de medio siglo, se dedicó a la venta de recambios de coches. “A partir de mediados de los años 90, Comercial Cueto comienza la externalización y la diversificación de su actividad, por medio de un grupo de grandes empresas propias que mantienen su solvencia y espíritu empresarial gracias a la permanencia de su accionariado privado y familiar, y a su bajo apalancamiento, creando varios departamentos y empresas especializadas en diferentes áreas”, explica en su web.

La empresa está domiciliada en la calle Ramón de la Cruz del barrio de Salamanca de Madrid. Su sede está a unos minutos a pie del domicilio de Rodrigo Rato en esa misma calle, en el que detuvieron en 2015 al exvicepresidente del Gobierno, recién condenado a cuatro años y nueve meses de prisión por corrupción y blanqueo de capitales.