Enric Auquer, Tarta Relena o Eduard Fernández: el mundo de la cultura se une para evitar el desahucio de la Casa Orsola

La Casa Orsola se ha convertido en un icono de la lucha por la vivienda en Barcelona. Esta finca modernista, en pleno corazón del Eixample y en medio de la pacificación de Consell de Cent, es la muestra de que la crisis habitacional ha llegado a los barrios de clase media-alta.

“Hoy es Josep, pero mañana puedes ser tú”, es uno de los lemas que más se están escuchando estos días, previos al desalojo de Josep Torrent, un profesor de 49 años que hace 22 que vive en su piso y a quien la propiedad pretende desahuciar este viernes 31 de diciembre.

Las muestras de apoyo a este hombre han sido numerosas y han venido desde diferentes frentes. Las que han hecho más ruido son las que se dieron en la gala de los premios de cine Gaudí, durante la cual muchos de los premiados hicieron referencia al desahucio de Josep y llamaron directamente a personarse frente a su casa para evitarlo.

Aquella noche, el director de 'El 47', Marcel Barrena, o actores como Maria Arnald, Eduard Fernàndez o Enric Auquer dedicaron buena parte de sus discursos a denunciar la inseguridad en la vivienda y a apoyar al Sindicat de Llogateres, que ha hecho bandera de este caso. “Lo mencioné, no porque sea un caso excepcional, que lo es, sino porque pasa todo el tiempo. Afecta a todo mi entorno: aunque sean de clase media y con carreras universitarias, siguen compartiendo piso”, dice Auquer en conversación con elDiario.es.

Pero el apoyo a Josep y a la Casa Orsola no se quedó sólo en la gala de los Gaudí. Diversas personas, como el presentador Marc Giró o el cantautor Fermín Muguruza también han dedicado minutos ante las cámaras para manifestar su postura y pedir a la ciudadanía que se persone en el desahucio del viernes para intentar pararlo.

Una maratón cultural

Desde el Sindicat de Llogateres no sólo agradecen el apoyo del sector cultural, sino que además han querido aprovecharlo. Por eso, han decidido organizar una “maratón cultural” la tarde del jueves 30 de enero, a pocas horas del desahucio, para “calentar motores”. El evento empezará a las 18:30h y contará con debates, conciertos y espectáculos.

El Sindicat ha montado todo un dispositivo que contará con retransmisión en directo, un plató en uno de los pisos de la Casa Orsola y una pantalla, desde la que la gente que esté en la calle podrá seguir lo que pase dentro.

Los periodistas Laura Grau, João França, Ana Polo y Alba Riera serán los encargados de conducir el evento, que contará con la colaboración de otros comunicadores como Mònica Terribas, Jordi Évole o el cómico Joel Díaz, que entrevistará a los vecinos del edificio. Además, habrá tertulias de análisis política, parlamentos de expertos y actuaciones musicales de la mano de Tarta Relena, Svetlana, Joan Colomo o la Ludwig Band.

Todo ello acabará con una cacerolada y una cena popular. “La idea es alargar”, reconocen desde el Sindicat de Llogateres, dejando la puerta abierta a que la concentración pueda sostenerse durante toda la noche y, de esta manera, continúe hasta las 9 de la mañana, para cuando está convocada la concentración de apoyo a Josep.

Cuatro años de lucha

“La Casa Orsola se ha convertido en un caso paradigmático de la expulsión de vecinos y vecinas por los intereses especulativos”, apuntan desde el Sindicat de Llogateres, que han hecho de este caso un símbolo de la lucha por la vivienda, en general, y contra los alquileres de temporada, en particular.

Esta finca del Eixample fue adquirida por Lioness Inversiones justo después de que finalizara la pacificación de Consell de Cent y se convirtiera en una de las 10 mejores calles del mundo, según la guía de ocio Time Out.

Hoy, de las 27 viviendas que tiene el edificio, sólo quedan 18 ocupadas. De entre los inquilinos, algunos tienen contratos indefinidos, a otros les vencen en pocos años y algunos, como Josep, están ya fuera de contrato, pero siguen viviendo en sus casas (y pagando sus alquileres en los juzgados).

Después de años de negociación, la propiedad se ha negado a renovar ninguno de los contratos que han vencido y, en su lugar, se ha dedicado a remodelar las viviendas y convertirlas en pisos de alquiler de temporada que se rentan a más de 2.000 euros al mes, mientras que vecinos como Josep pagan entre 600 y 800.

La Casa Orsola, según los propios vecinos, es un mirador que permite observar cómo el barrio se ha ido vaciando de conocidos para acoger a jóvenes extranjeros con elevado poder adquisitivo y con los que apenas se saludan. De hecho, sus vecinos temporales ni siquiera conocen sus reivindicaciones. “No quieren saberlo. Para ellos, la ciudad es un decorado. Solo les interesa que haga buen tiempo y que no les roben, pero no se dan cuenta de que el robo es que les cobren 2.400 euros de alquiler”, remacha Josep Torrent.

Este profesor es el primero al que la propiedad intentará desahuciar. Pero está decidido a quedarse “pacíficamente” en su casa. Así lo aseguró en una carta que este lunes envió al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el president de la Generalitat, Salvador Illa; y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.  

En la misiva, Josep aseguraba que no espera “nada” de la clase política y les carga con la culpa de que haya vecinos que estén pasando situaciones como la suya. “Si hoy es posible y sale a cuenta formar una SICAV para ahorrarse impuestos, comprar un edificio entero, expulsar todo el vecindario, hacer alquileres de temporada y triplicar sus precios es por las decisiones que usted ha tomado. Son los responsables”, señala Josep.