Alerta alimentaria por la presencia de CBD en piruletas de sabores procedentes de Países Bajos

El Sistema de Alerta Rápido por Alimentos y Piensos (en sus siglas en inglés, RASFF) ha paralizado y destruido un cargamento de piruletas de sabores que contienen Cannabidiol (CBD) procedentes de Países Bajos. El CBD es una sustancia química extraída de la planta Cannabis sativa. En España la normativa prohíbe que el CBD se distribuya para consumo humano en alimentos. RASFF ha recordado los “potenciales riesgos” que cargamentos como éste pueden tener para la salud.

De acuerdo con la alerta, las piruletas han sido distribuidas también a otros estados miembros de la Unión Europea. Se desconoce si este producto llegó a acceder a las fronteras de nuestro país o si fue retenido en aduanas. Lo que sí ha confirmado RASFF es que todos los lotes de este alimento con CBS han quedado destruidos.

El CBD, prohibido en alimentos en España

En la actualidad, en España no es posible la fabricación o distribución de alimentos que contengan CBD, tampoco se espere que se flexibilice la normativa en el futuro. “La empresa que desee comercializar extractos de la planta Cannabis sativa L. y cannabinoides en el ámbito alimentario, deberá presentar previamente a su comercialización, una solicitud a la Comisión Europea (...). En caso de presentarse un producto con estos ingredientes, no podría comercializarse en España y, tampoco daría lugar a la aplicación del Principio de Reconocimiento Mutuo, al no poder darse la circunstancia de encontrarse 'legalmente comercializado' en algún Estado miembro de la Unión Europea”, explican desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

Sí que se permite la fabricación y dispensación de fórmulas magistrales con derivados del cannabis, entre ellos el CBD. Una fórmula magistral es un medicamento producido para un paciente en específico, pero aún no es posible la distribución de medicamentos comerciales basados en el CBD.

Según detalla el Real Decreto por el que se establecen las condiciones para la elaboración y dispensación de fórmulas magistrales tipificadas de preparados estandarizados de cannabis, “el cannabis es considerado un estupefaciente en virtud de los tratados de control internacionales, suscritos por España y por el resto de los Estados Miembros de la Unión Europea, estando incluido en la lista I del anexo de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes”. El texto añade que esto implica que “su fabricación, exportación, importación, distribución, comercio, uso y posesión debe limitarse a fines médicos y científicos”.