Dimite el director del Centro Internacional de Neurociencias por discrepancias con el CSIC sobre su proyecto estrella
Juan Lerma anuncia su marcha a pocos días de la inauguración del Centro de Investigaciones Interdisciplinares de Alcalá (CI2A), un edificio que desde su nacimiento hace casi dos décadas ha estado abandonado y envuelto en la polémica
El mayor centro del CSIC, paralizado desde hace dos semanas por un ciberataque
El director del Centro Internacional de Neurociencias Cajal (CINC), Juan Lerma, ha presentado su dimisión por discrepancias con la presidencia del CSIC sobre el proyecto que lideraba desde 2019 y que se integra dentro del Centro de Investigaciones Interdisciplinares de Alcalá (Ci2A) que se inaugurará el próximo 18 de febrero.
“Os escribo para informaros de que a primeros de enero presenté mi dimisión como director del CINC a la presidenta del CSIC”, indica Lerma en un correo a los investigadores implicados al que ha tenido acceso elDiario.es. La decisión la tomó, asegura, tras una larga conversación con la directora, Eloísa del Pino, por su fuerte malestar ante el hecho de que el proyecto en el que lleva años trabajando, y que había sido aprobado por la anterior presidencia, ha sido “desmantelado”.
Un símbolo del ladrillazo y los recortes
El megaedificio de Alcalá de Henares que alberga el Ci2A tiene una oscura historia a sus espaldas que se remonta a 2005, cuando el entonces presidente del CSIC, Carlos Martínez Alonso, promovió la creación del Instituto de Medicina Molecular Príncipe de Asturias (IMMPA). El proyecto, construido a imagen y semejanza del CNIO, pretendía ser un referente en el “ámbito de la investigación de excelencia”, se construyó en una parcela de 50.000 metros cuadrados y costó más de 40 millones de euros, pero nunca entró en funcionamiento.
El estallido de la crisis inmobiliaria, las ineficiencias del sistema científico español y las guerras internas hicieron que el megacomplejo, con un animalario de 4.500 metros cuadrados, permaneciera vacío durante más de una década, convertido en un símbolo de la falta de liderazgo e inversión y de la “ciencia abandona”. Durante años, el edificio ha estado cerrado a cal y canto y se han dado bandazos en su posible uso, hasta el punto de que se le entregó a la Guardia Civil para que hiciera allí un centro de investigación forense.
Un plan retomado en 2019
En este contexto, en 2011 Lerma encabezó un proyecto para darle nuevo sentido al edificio bajo el paraguas del CINC, que pretendía “dotar a España de un centro de excelencia en neurociencias”. El proyecto decayó hasta que fue retomado en 2019 y aprobado en 2022, después de muchas negociaciones, con la presidenta del CSIC entonces, Rosa Menéndez.
“Tras el cambio de presidencia del CSIC en julio de 2022, esta iniciativa se vio frenada”, relata Lerma en su mensaje a los colaboradores, y se produjo “un giro conceptual del proyecto inicial, frenándose en diversas ocasiones iniciativas del CINC”, asegura. Lerma recuerda que el CINC iba a liderar el proyecto y ahora se queda sin contenidos, después de que se haya asignado la dirección del Ci2A a la actual directora del Instituto Cajal, Rosario Moratalla.
“Incluso se me recriminó personalmente la instalación de señalética CINC en el edificio”, explica, en referencia a los carteles de la fachada que han sido retirados para la nueva etapa. “Desde entonces, se ha trabajado en la puesta en marcha en ese edificio del Ci2A, no del CINC, adquiriendo el control de todos los servicios, animalario incluido, relegando al CINC en cualquier toma de decisiones”.
Se trata de dinero era para un centro de investigación de excelencia, no para mudar el Instituto Cajal dentro de una carcasa de oro
Aunque asegura que quiere irse “sin dar un portazo”, Lerma denuncia que se está dando un uso inadecuado a los fondos que se consiguieron con un proyecto y ahora se van a destinar a otro. “Se trata de dinero era para un centro de investigación de excelencia, no para mudar el Instituto Cajal dentro de una carcasa de oro”, asegura a elDiario.es, en referencia al traslado del centro de investigación al completo y de la “toma de control” por parte de su directora.
Fuentes del CSIC no han querido entrar en la polémica y aseguran que el Ci2A es un proyecto de neurociencias “muy potente, con una estrategia y estructura de gobernanaza muy claras, viable y ambicioso”. Y que entienden que Lerma no comparta este nuevo planteamiento, por lo que respetan su decisión de dimitir.