Tres compañeras de Jenni Hermoso en la selección confirman las presiones tras el beso de Rubiales: “Lloró de agotamiento”

Las jugadoras Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina han cerrado este jueves la primera semana del juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso que impuso a Jenni Hermoso y las supuestas presiones a las que él y si círculo de confianza la sometieron después para que restara importancia a ese acto. Ante el juez, las tres han coincidido en que Hermoso compartió con ellas ya en el avión que trajo de vuelta al equipo a España la situación de tensión que estaba viviendo y que la vieron muy afectada tanto en ese momento como en los días posteriores.

“Se la veía muy agobiada. En el autobús estaba alucinando y en el avión ya estaba enfadada, nos decía que no la dejaban, que no paraban (...). Se puso a llorar de agotamiento”, ha relatado Putellas. Tanto ella como Paredes, jugadoras ambas del F.C. Barcelona, han comparecido por videoconferencia desde los juzgados de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Codina, que juega en el Arsenal, ha declarado de forma presencial en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid).  

Las tres han comparecido como testigos en el juicio en el que el expresidente federativo se enfrenta a una condena de hasta dos años y medio de cárcel por ese beso y por la trama que supuestamente urdió después para librarse de un escándalo que dio la vuelta al mundo y puso el foco sobre el machismo en el fútbol femenino. También están siendo juzgados el exseleccionador Jorge Vilda, el ex director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, y el exresponsable de marketing de la Federación, Rubén Rivera.

En esta cuarta sesión también ha comparecido una amiga de Hermoso, Ana Ecube, que ha confirmado las presiones por parte de estos últimos y ha asegurado que Luque intentó sobornarla a ella y a Hermoso para que justificara el beso. “Me dijo: si nos ayudáis, no os va a faltar trabajo ni a ti ni a Jenni”, ha asegurado Ecube. Según su testimonio ella le respondió que no se equivocara porque ella tenía trabajo. “Me pareció venderle mi alma al diablo”, ha asegurado. Ecube también ha relatado lo “sola” que se encontraba Jenni en esos días. “Ni una sola persona de la Federación se preocupó por Jenni. Ni siquiera el psicólogo, que era el salvaguarda de la FIFA”, ha mantenido.

La primera en tomar la palabra ha sido Putellas, que ha explicado que Hermoso le dijo que Rubiales le había dado un beso tras la entrega de medallas pero que, en un primer momento, ella no le dio “importancia”. Ha relatado que después, en el autobús que trasladó a la comitiva española al aeropuerto de Sídney, algunas jugadoras hicieron bromas sobre el beso hasta que Paredes advirtió de que aquello podía ser un hecho grave.

“Pedí que pararan con las bromas porque [el beso] era algo grave y serio”, ha confirmado Paredes, que durante su interrogatorio ha relatado un encuentro fortuito con Rubiales en el avión. “Me dijo: 'es increíble, me están tratando de violador'. Le dije que eso era magnificar las cosas, pero que a mí no me había parecido bien”, ha relatado.

Codina, por su parte, ha relatado que ella estaba presente cuando Ana Álvarez —entonces directora de fútbol femenino— pidió a Hermoso que saliera del vestuario para hablar con Rubiales. Y también cuando, en el avión, el expresidente dijo a la jugadora que sus hijas lo estaban pasando mal por lo ocurrido y que estaban llorando en la parte trasera.

“Luego nos contó que Rubiales le había pedido hacer un vídeo para restarle importancia y es cuando se pone a llorar delante de nosotras”, ha explicado Codina, que también ha asegurado que vio cómo Rivera insistió a su compañera para que hablara con Albert Luque en Ibiza, donde una decena de jugadoras disfrutaron de unos días de vacaciones pagados por la RFEF.