Una jueza anula el contrato de confidencialidad que el youtuber Dalas Review hizo firmar a su expareja
Una magistrada de Barcelona rechaza la demanda de 40.000 euros que el 'streamer' interpuso contra una ex por hablar en público de su relación sentimental y anula el contrato de confidencialidad que obligó a firmar a la joven, similar al que hizo firmar a otras mujeres
El Supremo obliga al youtuber Dalas Review a publicar ante millones de seguidores la condena por difamar a su exsuegro
Un juzgado de Barcelona ha anulado el contrato de confidencialidad que el youtuber Dalas Review hizo firmar a una de sus exparejas para evitar que hablara en público de la relación que mantenían. La magistrada, que declara probado que hacía firmar este tipo de documentos a todas sus parejas, rechaza la reclamación de 40.000 euros que el 'streamer' interpuso contra su ex por hacer públicos detalles de su vida personal y anula el contrato al entender que la “única finalidad” era evitar filtraciones y que actuó “coartando la libertad de expresión” de la joven. El caso ya está en manos de la Audiencia Provincial después de que el 'streamer' haya recurrido.
Daniel Santomé, youtuber conocido como Dalas Review que cuenta con más de 11 millones de seguidores en su canal, ha protagonizado varios casos en los tribunales en los últimos años. Hace apenas unas semanas, el Tribunal Supremo confirmó su condena por la vía civil a indemnizar al padre de una de sus exparejas por insultarle en internet y también confirmó que debe difundir varias veces su condena en su canal de YouTube ante sus millones de suscriptores.
Este nuevo pleito surgió por iniciativa de propio youtuber cuando presentó una reclamación de 40.000 euros contra Anne Reburn, su expareja, por haber incumplido un contrato: el de confidencialidad que, alegó, habían firmado años atrás y prohibía a la joven hablar de su vida sentimental en común, algo que ella había hecho en varios vídeos. Según la versión de Dalas, previamente habían firmado otro contrato de colaboración entre sus dos canales.
La magistrada que ha estudiado esa reclamación, en una sentencia del pasado mes de diciembre que ha podido examinar elDiario.es, ha rechazado la exigencia económica de Santomé y ha aceptado la petición de su expareja, defendida por el letrado Javier Maestre, de anular ese contrato. Explica, tal y como reconoció su abogado durante el proceso, que el youtuber “hacía firmar a todas sus parejas un acuerdo de confidencialidad” pero que, en este caso, era irregular y el único beneficiado era él. El acuerdo, entre otras cosas, obligaba a la joven y al youtuber a solo poder revelar esa “información confidencial” con un permiso escrito del otro y para provocar “un impacto positivo y nunca negativo” en el otro.
“Conocimiento limitado” del español
La sentencia cuestiona la versión del youtuber y explica, en primer lugar, que su expareja no dominaba el uso del español, del que tenía un “conocimiento limitado”, y duda que conociera, por tanto, el alcance de lo que estaba firmando. Un contrato que, además, “no se firmó en unidad de acto” y que “no trae causa en ningún contrato verbal” previo de prestación de servicios. “No tiene causa cierta”. Irregularidades suficientes, según la magistrada, para no solo rechazar la reclamación económica de Dalas, sino para darle la vuelta al pleito y anular el contrato.
El único objetivo de Dalas haciendo firmar este contrato a su expareja, explica, era “proteger” al demandante de “sus relaciones sentimentales y sexuales con las parejas”. “El único que salía beneficiado con la firma del acuerdo es el demandante coartando la libertad de expresión de la demandada, que no podía hablar de su relación con él debiendo pedir autorización para ello”. La joven, añade la jueza, “prestó su consentimiento inducida a error”.
El caso ha llegado hasta este juzgado después de que, en un primer momento, otro hubiera condenado efectivamente a la joven por incumplir ese acuerdo de confidencialidad en uno de sus vídeos. Esa condena quedó revocada después de que la expareja de Dalas Review presentara un incidente de nulidad y pasara no solo a rechazar una indemnización para él, sino también a solicitar la nulidad del contrato. El caso ya ha sido recurrido por el youtuber ante la Audiencia Provincial de Barcelona.
El acuerdo que el youtuber dio a firmar a su entonces pareja incluía una cláusula penal que obligaba a pagar una indemnización de 10.000 euros si una de las partes rompía el contrato de confidencialidad, cantidad que debía multiplicarse por el número de cláusulas incumplidas.