Científicos españoles confirman sus temores: el virus de la gripe aviar ya circula entre los pingüinos de la Antártida
La expedición del CSIC encabeza por Antonio Alcamí confirma que el virus está en todas las especies animales analizadas en seis islas ubicadas al norte de la península antártica, incluidos los pingüinos
Hemeroteca - Antonio Alcamí, virólogo del CSIC: “En una de las islas de la Antártida, todas las aves analizadas tenían gripe aviar”
El virus de la gripe aviar ha sobrevivido al invierno en la Antártida y está en todas las especies animales analizadas por la expedición científica CSIC-UNESPA en seis islas ubicadas del mar de Weddell, en la Antártida.
El equipo liderado por Antonio Alcamí monitoriza la presencia del virus de la gripe aviar altamente patogénica (HPAI H5N1) en la Antártida desde el pasado mes de enero, después de haber sido los primeros en detectar la presencia del virus en la península antártica en 2024.
Según informa el CSIC, este resultado positivo se ha obtenido en 42 animales, correspondientes a 28 cadáveres de especies como la foca cangrejera, skuas (págalos), gaviota, paloma antártica, pingüino Adelia y pingüino Papúa; y 14 individuos vivos de skuas y pingüinos de Adelia y Papúa.
“La carga viral en los animales muertos fue muy alta, lo que indica un riesgo de exposición al virus en la proximidad de los cadáveres”, explica Alcamí. El hallazgo, apunta el investigador, permitirá a los programas polares nacionales estar preparados y plantear la adopción de medidas orientadas a evitar la transmisión de la infección por medios humanos y, sobre todo, el contagio de las personas, ya que muchos de los lugares donde se ha detectado el virus son visitados frecuentemente por buques turísticos y científicos.
La presencia del virus HPAI (Highly Pathogenic Avian Influenza) ha sido confirmada en colonias de pingüinos a partir de muestreos de aire. “Recogimos muestras de aire con una bomba conectada a un filtro de nanofibras desarrollado por el CSIC que captura el virus”, señala Alcamí. “Posteriormente, llevamos a cabo pruebas PCR en el filtro para confirmar la detección del patógeno. Estos resultados indican que el muestreo de aire es una metodología válida para la detección del virus sin necesidad de manipular animales”.
Gripe aviar en pingüinos sanos
El hallazgo del virus de la gripe aviar de alta patogenicidad en colonias de pingüinos aparentemente sanas es especialmente relevante. Su detección en ejemplares vivos de pingüinos de Adelia y Papúa indica que la infección puede estar extendiéndose en colonias sin causar una mortalidad elevada. “No sabemos si los pingüinos se expusieron al virus el año pasado y tienen inmunidad protectora o si son más resistentes de lo que esperábamos”, dice Alcamí.
No sabemos si los pingüinos se expusieron al virus el año pasado y tienen inmunidad protectora o si son más resistentes de lo que esperábamos
Tras realizar muestreos en siete zonas del mar de Weddell (como las islas Devil, Beak, Beagle o Heorína), la CSIC-UNESPA Antartic Expedition se desplazará al sur de la península antártica para estudiar nuevas áreas que permitan conocer mejor la dispersión del virus. “Nuestro objetivo es elaborar un estudio completo sobre la distribución del virus”, concluye Antonio Alcamí.
La cepa H5N1 de alta patogenicidad del virus de la gripe aviar evolucionó inicialmente en aves de corral, pero recientemente se ha adaptado para propagarse entre la fauna salvaje. Desde 2020, su propagación ha causado mortalidades importantes de aves salvajes y mamíferos en casi todo el mundo y, en 2022, se confirmó su llegada a Suramérica.
Su esperada expansión a la Antártida fue confirmada por primera vez el 24 de febrero de 2024 por este mismo equipo, que en julio confirmó la presencia del virus en la Antártida, por primera vez, en un mamífero marino. Desde entonces, los investigadores e investigadoras trabajan para determinar la expansión e impacto del virus en la Antártida.