El pueblo cerca de España que tiene aguas termales gratis perfecto para una escapada de invierno
Este enclave de los Pirineos franceses combina relajación en manantiales naturales con paisajes montañosos y una amplia oferta de actividades invernales
Pueblos del sur de Francia que merece la pena visitar (y degustar)
Ubicado en pleno corazón de los Pirineos franceses, Ax-les-Thermes se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para quienes buscan una combinación perfecta de naturaleza, relax y actividades invernales. A apenas unos kilómetros de la frontera española, este encantador pueblo es conocido por sus aguas termales sulfurosas, cuyas propiedades curativas han sido valoradas durante siglos.
Lo que hace de este destino una opción aún más llamativa es la posibilidad de disfrutar de sus aguas de manera completamente gratuita en algunos espacios públicos, una rareza en el panorama europeo de balnearios.
Las calles adoquinadas de Ax-les-Thermes y su atmósfera alpina transportan a los visitantes a un entorno sereno, donde el sonido del agua fluyendo desde los manantiales naturales se mezcla con la vida tranquila del pueblo. En invierno, cuando la nieve cubre los picos cercanos, el contraste entre el vapor que se eleva de las piscinas termales y el aire frío crea una imagen idílica.
Sin importar si el plan es sumergirse en sus aguas cálidas o explorar sus paisajes nevados, este rincón pirenaico se presenta como una alternativa inigualable para una escapada de invierno.
Un legado termal con siglos de historia
Las aguas termales de Ax-les-Thermes han sido apreciadas desde tiempos romanos, pero fue en la Edad Media cuando el pueblo adquirió notoriedad como centro de curación. Su nombre mismo, derivado de “aquae” en latín, hace referencia a la importancia de sus fuentes. Durante siglos, peregrinos y enfermos acudían a sus manantiales en busca de alivio para enfermedades reumáticas y afecciones respiratorias.
El verdadero auge del turismo termal en la región llegó en el siglo XIX, cuando la burguesía francesa convirtió Ax-les-Thermes en un destino de referencia. Actualmente, el pueblo cuenta con varios establecimientos balnearios, como Bains du Couloubret, que ofrece instalaciones modernas para quienes buscan una experiencia más exclusiva.
Sin embargo, una de las grandes ventajas de este enclave es la posibilidad de disfrutar de sus aguas sin coste alguno en los Bains du Rocher, pequeños estanques públicos donde los visitantes pueden sumergir los pies en aguas calientes mientras disfrutan del paisaje invernal.
La estación de esquí Ax 3 Domaines
Más allá de sus aguas termales, Ax-les-Thermes es también un punto de referencia para los amantes del esquí. La estación Ax 3 Domaines, situada a solo unos minutos del pueblo, ofrece 75 kilómetros de pistas adaptadas a todos los niveles. Con una altitud máxima de 2.400 metros, esta estación cuenta con una infraestructura moderna que garantiza una experiencia óptima tanto para esquiadores principiantes como para expertos en busca de desafíos en la nieve.
Los tres dominios que componen la estación —Bonascre, Saquet y Campels— ofrecen variedad de terrenos y paisajes. Bonascre, situado a 1.400 metros de altitud, es ideal para familias y debutantes, con pistas anchas y bien acondicionadas. Saquet, por su parte, eleva el nivel de exigencia con descensos más técnicos, mientras que Campels, la zona más alta, brinda un entorno espectacular con vistas panorámicas de los Pirineos.
Para aquellos que buscan una alternativa al esquí tradicional, la estación también cuenta con rutas para caminatas con raquetas de nieve y espacios dedicados al snowboard. Además, la oferta se complementa con actividades après-ski en el pueblo, donde los visitantes pueden relajarse en las aguas termales tras una jornada de deporte en la nieve.
Un destino accesible desde España
Uno de los grandes atractivos de Ax-les-Thermes es su accesibilidad desde España, lo que lo convierte en una opción ideal para una escapada corta. Desde ciudades como Barcelona o Toulouse, el trayecto en coche dura aproximadamente tres horas, lo que permite planificar una visita de fin de semana sin complicaciones. Para quienes prefieren el transporte público, existen conexiones en tren y autobús que facilitan el acceso al pueblo.
Una vez en Ax-les-Thermes, desplazarse es sencillo, ya que su tamaño compacto permite recorrerlo a pie sin dificultad. Además, el teleférico que conecta el centro del pueblo con la estación de esquí hace que moverse entre ambas zonas sea cómodo y rápido. Esta combinación de accesibilidad y diversidad de actividades hace que el destino sea perfecto tanto para parejas en busca de un fin de semana relajante como para familias y grupos de amigos que desean combinar termalismo y deportes de invierno.
Para aquellos que buscan una alternativa a los destinos más concurridos de los Alpes o los Pirineos españoles, Ax-les-Thermes se presenta como una opción diferente, donde la tradición termal y la modernidad de sus instalaciones conviven en armonía. Su carácter acogedor, su accesibilidad y la posibilidad de disfrutar de aguas curativas sin coste alguno hacen de este enclave francés un lugar perfecto para una escapada invernal que combina descanso, naturaleza y aventura en una misma propuesta.