Ayuso instala buzones en institutos para recibir denuncias anónimas sobre consumo de droga entre el alumnado
Es una de las 75 medidas incluidas en el Plan contra las Drogas de la Comunidad de Madrid, que se centra en el cannabis pero ni menciona el alcohol; la Confederación de familias de la región denuncia que estigmatiza a los jóvenes y no respeta la presunción de inocencia
A favor del alcohol y el tabaco, pero en contra del cannabis: la curiosa política antidrogas de Ayuso
La Comunidad de Madrid ha instalado buzones (físicos y virtuales) en varios institutos de la región para recibir denuncias anónimas sobre consumo de drogas entre el alumnado, con especial atención al cannabis, según han denunciado las familias de un centro y confirmado la Confederación de AMPAS, AFAS y FAMPAS de la Comunidad de Madrid (Confapa). La medida es una de las 75 que recoge el Plan Regional contra las Drogas de la Comunidad de Madrid y ha sido implementada hace unas semanas en varios centros, según Confapa, además de haber habilitado una web que sirve para cualquier IES de la región.
Desde la confederación explican que esta propuesta presenta varios problemas. “Si bien algunas de las medidas recogidas en el plan son lógicas y entran dentro de un documento de esta naturaleza, como puede ser las medidas de formación, divulgativas, de concienciación, de colaboración con otras entidades públicas y sociales, etc., la instalación de un buzón de denuncias anónimas por el consumo de drogas podrá generar o reforzar conductas de acoso en los centros, servir de excusa para actuar de manera desproporcionada sobre el alumnado que requiere mayor atención y medios por parte del centro y, lo más grave, estigmatizar y criminalizar de manera pública al menor cuando éste haya consumido cannabis”, explica Fernando Mardones, vicepresidente y portavoz de la organización.
El panfleto explicativo de la Comunidad de Madrid explica que “se colocará un buzón físico de alertas anónimas en cada centro educativo que activará de manera inmediata el Protocolo de Prevención ante la presencia de drogas o de situaciones de riesgo, sospecha o evidencia de comportamientos adictivos”. Según ha informado este miércoles la FAPA Giner de los Ríos, la consejería de Educación informó este martes en el Pleno del Observatorio de la Convivencia de la Comunidad de Madrid que se han realizado 82 denuncias a través de este sistema de denuncia desde enero. De ellas, tres fueron en el buzón físico, siete por email y los demás se realizaron a través del QR habilitado. Fruto de estas denuncias se han realizado siete intervenciones a través de la coordinación con los agentes tutores.
Mardones, que explicita que Confapa está en contra del consumo de drogas, también critica que la campaña se centre exclusivamente en el consumo de cannabis, una de las obsesiones de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, mientras deja fuera (o no menciona) otras drogas, como la cocaína o el alcohol. “¿Por qué no se actúa con el alcohol, que sí es un problema real? O el tabaco, o los medicamentos para tratar el estrés o las depresiones, que el Ministerio está intentando controlar y esos sí están descontrolados”, se pregunta el portavoz.
Además, continúa Mardones, esta propuesta cuestiona la presunción de inocencia, “que queda totalmente descartada en el plan, y deja al alumno o a la alumna acusados de consumir en una situación de total indefensión”. Tampoco está claro dónde se dibuja la línea: ¿se denunciará a menores que consuman drogas en su tiempo libre, un fin de semana, o fuera del entorno escolar? ¿Se puede denunciar al profesorado o solo es para estudiantes?
La FAPA Giner de los Ríos alerta de que “el canal de denuncias anónimas puede canalizar acusaciones falsas o engañosas”, aunque concede que “es cierto es que el consumo de drogas es una realidad y es necesario, con este tema, buscar alternativas y vías de actuación”. También recuerda esta asociación de AMPAS que “las drogas que antes empiezan a consumirse, con 16 años, son el alcohol y el tabaco”.
El buzón, que también existe en su formato digital, no incluye ningún apartado para aportar pruebas. Esta circunstancia, junto al anonimato de los denunciantes, puede provocar acoso escolar o reforzar el ya existente, advierte el portavoz.
Este periódico ha preguntado por estos detalles a la Consejería de Educación, que por el momento no ha contestado. En la web donde se explica el plan se explicita que “tiene como objetivo aumentar la sensibilidad y la conciencia social de riesgos y daños provocados por las drogas y mejorar la prevención del consumo y de la adicción a todo tipo de sustancias psicotrópicas”. Según informa este documento, “los responsables del Plan Regional contra las Drogas serán los encargados de tomar las medidas oportunas”.
La Comunidad argumenta en el documento del plan contra las drogas que “en el último año se ha producido un incremento del uso de cannabis y de nuevas sustancias psicoactivas entre adolescentes y jóvenes adultos. El cannabis es la droga ilegal más consumida entre los jóvenes. Según la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España, ESTUDES 2023”, el 92,3% de los menores de 20 años en tratamiento por uso de sustancias lo hace por problemas con esta droga“.
Pero esa misma encuesta desmiente la primera afirmación, además de señalar que el alcohol y el tabaco son las drogas más consumidas y las que presentan una edad de inicio más joven. “Entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años, las drogas con mayor prevalencia de consumo en los últimos 12 meses son el alcohol (73,6%), el tabaco (27,7%), el cannabis (21,8%) y los hipnosedantes con o sin receta médica (14,8%). En comparación con los resultados de 2021, el consumo de alcohol e hipnosedantes con o sin receta se han incrementado y, sin embargo, el consumo de tabaco y cannabis han disminuido”.
La presidenta regional ha dibujado a lo largo de estos años su política de drogas: la mandataria ensalza el consumo de alcohol, sobre el que ha organizado hasta alguna campaña electoral (libertad para tomar cañas), rechaza el aumento de las restricciones al tabaco que pretende implantar el Ministerio de Sanidad y demoniza el uso de cannabis. Esta visión del consumo de drogas se ha plasmado en el plan regional implementado ahora.