Qué es la neumonía bilateral, la enfermedad que está sufriendo el Papa
Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), apuntan a que "el mayor riesgo de la vida de los pacientes con neumonía es la combinación de diversos factores clave, como la edad avanzada o la descompensación de enfermedades de base del paciente"
Los médicos agravan el diagnóstico del papa Francisco: suman al “cuadro complejo” una “neumonía bilateral”
El Papa Francisco lleva días hospitalizado en Roma y, a la bronquitis y a la infección polimicrobiana que estaba padeciendo, se le ha sumado una neumonía bilateral. “Las pruebas de laboratorio, la radiografía de tórax y el estado clínico del Santo Padre siguen presentando un cuadro complejo”, confirmó en un comunicado la Santa Sede.
La neumonía o pulmonía es una enfermedad del aparato respiratorio que consiste en la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones. En la mayoría de ocasiones es de causa infecciosa, pero no siempre es así. Esta enfermedad hace que el tejido que forma los pulmones se vea enrojecido e hinchado, provocando dolor. Puede ser una enfermedad grave si no se detecta a tiempo, especialmente entre personas de grupos de riesgo, como aquellas de edad avanzada.
“Las causas más frecuentes son bacterias y virus, en mucha menor proporción los hongos”, señala Rosario Menéndez, Coordinadora del Programa de Investigación en Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), y pueden afectar a parte de un pulmón, a un pulmón entero, o a ambos. También pueden ser altamente contagiosas, ya que se transmiten por el aire, a través de estornudos, tos y mucosidad. Los síntomas más comunes son tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, producción de esputo y fatiga.
Implica mayor gravedad por la extensión de la infección y por la aparición de insuficiencia respiratoria dado que hay menor zona del pulmón disponible para la oxigenación.
Profundiza en la posible relación que tienen ambos diagnósticos (la bronquiolitis y la neumonía bilateral). “En las infecciones respiratorias es posible iniciar un cuadro clínico —viral en muchas ocasiones— que produzca una afectación en vías respiratorias superiores, o bien en vías bajas como bronquiolitis, que posteriormente progrese o evolucione a una mayor extensión —neumonía— y además a implicar a otros microorganismos. Las neumonías con causas polimicrobianas tienen mayor riesgo de gravedad y complicaciones”.
Tiende a ser más grave
El tipo de neumonía que sufre el Papa, bilateral, tiende a ser más grave porque afecta a una mayor parte del sistema respiratorio. “Implica mayor gravedad por la extensión de la infección y por la aparición de insuficiencia respiratoria, dado que hay menor zona del pulmón disponible para la oxigenación”, explica Menéndez. Como indica su nombre, está presente en ambos pulmones y, por lo que se ha informado, aún se encuentra en fase temprana. En cuadros graves puede requerir asistencia respiratoria.
“El mayor riesgo de la vida de los pacientes con neumonía es la combinación de diversos factores clave: la edad avanzada, la descompensación de enfermedades de base del paciente —respiratorias, cardíacas u otras—, la insuficiencia respiratoria, la aparición de complicaciones como fallo de otros órganos, como el riñón o el corazón”, apuntan desde el SEPAR.
Un tratamiento complejo
Menéndez explica que el tratamiento en estos casos tiene como objetivo “actuar frente al agente causal y frente a los síntomas o complicaciones que presente el paciente”. La infección se trata con “antimicrobianos dirigidos a los microorganismos que la causan”. Es decir, “antibióticos frente a las bacterias —en una gran proporción— y antivirales frente a los virus”.
En los casos de neumonías polimicrobianas, abunda, pueden requerir la asociación de varios antibióticos, o bien antibióticos sumados a antivirales. En los casos menos frecuentes, de hongos, el tratamiento es antifúngico. “Frente a síntomas como la fiebre, antitérmicos”, enumera. “Y, muy importante, si hay insuficiencia respiratoria se ha de emplear oxigenoterapia. Al mismo tiempo se comprueba si hay alguna descompensación de la enfermedad basal para tratarla o, si hay alguna nueva complicación, actuar en consecuencia”.
En el caso del Papa, la Santa Sede ha informado de que está recibiendo terapia con corticoides y antibióticos, además de una “terapia famacológica adicional”, pero no ha profundizado más en ella. El Vaticano asegura que por ahora el pontífice respira sin asistencia y se alimenta por sus propios medios.