La regla de los 30 centímetros para mejorar la señal del wifi en casa
Un sencillo ajuste en la colocación del router puede mejorar la conectividad y evitar interferencias en redes domésticas
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En un mundo cada vez más dependiente de la conectividad, garantizar una señal estable de wifi en el hogar se ha convertido en una prioridad para millones de personas. Desde el teletrabajo hasta el ocio digital, una mala conexión puede traducirse en interrupciones constantes y una experiencia frustrante.
Ante este panorama, los expertos en telecomunicaciones han resaltado una medida sencilla pero eficaz para mejorar la cobertura inalámbrica: la regla de los 30 centímetros.
Este principio establece que el router debe colocarse a una distancia mínima de 30 centímetros de otros objetos electrónicos y superficies que puedan interferir con su señal. Aunque a menudo se descuida la ubicación del dispositivo, su correcta disposición puede marcar la diferencia entre una conexión fluida y una llena de obstáculos.
La recomendación, que ha sido difundida por operadoras y fabricantes de equipos de red, busca optimizar la eficiencia de los routers domésticos sin necesidad de inversiones adicionales en repetidores o dispositivos de refuerzo.
La señal wifi, al ser transmitida por ondas de radio, puede verse afectada por distintos factores físicos que interfieren con su alcance y estabilidad. Entre los elementos más comunes que dificultan la propagación se encuentran las paredes gruesas, los espejos, los electrodomésticos y otros dispositivos electrónicos.
Por ello, los especialistas en telecomunicaciones sugieren mantener el router alejado de obstáculos y en una ubicación estratégica que facilite la distribución de la señal en todas las direcciones.
Ubicación y altura: claves para una mejor conexión
Colocar el router en un punto central del hogar y a una altura adecuada es esencial para garantizar una cobertura uniforme. Los expertos recomiendan situarlo en una zona elevada, como una estantería o un mueble alto, para evitar que la señal se disperse de forma ineficiente. Además, se desaconseja colocarlo en el suelo, ya que esta posición limita su capacidad de alcance y puede provocar pérdidas de calidad en la conexión.
Otro aspecto importante es evitar la proximidad del router a objetos metálicos o superficies reflectantes, como espejos y ventanas, que pueden alterar la propagación de las ondas. Asimismo, los electrodomésticos que emiten señales electromagnéticas, como microondas y televisores, deben mantenerse a una distancia prudente para reducir posibles interferencias.
Evitar estanterías cerradas y esquinas
Un error frecuente en muchos hogares es colocar el router dentro de un mueble o en una esquina de la casa. Aunque pueda parecer una solución estética, encerrar el dispositivo en una estantería o ubicarlo en una zona poco accesible limita la capacidad de propagación de la señal. Para maximizar su rendimiento, es recomendable situarlo en un espacio abierto y despejado.
Las compañías de telecomunicaciones han señalado que la distribución del wifi puede mejorar significativamente con pequeños cambios en la disposición del router. En viviendas de varios pisos, por ejemplo, se sugiere ubicarlo en la planta intermedia para lograr un equilibrio en la cobertura de todas las áreas. En caso de necesitar mayor alcance, se puede recurrir a dispositivos como repetidores, aunque optimizar la ubicación del equipo principal suele ser suficiente en muchos casos.
Impacto de la saturación de dispositivos
Otro factor que influye en la calidad de la conexión es la cantidad de dispositivos conectados a la red. En hogares con múltiples ordenadores, teléfonos y televisores inteligentes, la capacidad del wifi puede verse reducida si el ancho de banda no se gestiona correctamente. Algunas empresas de telecomunicaciones también ofrecen herramientas para optimizar la distribución del tráfico y mejorar la estabilidad de la señal en el hogar.