Viajar con poco presupuesto: trucos y destinos para gastar menos sin renunciar a conocer sitios nuevos

Viajar siempre implica contar con cierto presupuesto. De hecho, muchas veces ese se convierte en el principal limitante a la hora de lanzarnos a hacer las maletas. Pero como ahora verás, no siempre hay necesidad de renunciar a vivir nuevas experiencias en destinos desconocidos por culpa del precio a pagar por ello. Con una planificación inteligente y el aprovechamiento de varias alternativas, es posible recorrer el mundo sin necesidad de vaciar la cuenta bancaria. Solo hay que tener en cuenta una serie de consejos prácticos, o elegir un destino de interesante relación calidad-precio, para que cada viaje se convierta en una oportunidad de descubrir, aprender y disfrutar sin excesos económicos.

En un contexto donde los precios pueden parecer prohibitivos, conocer unas cuantas estrategias para optimizar cada gasto es fundamental. Desde reservar vuelos y elegir alojamientos alternativos, hasta optar por opciones de transporte económico y saborear la gastronomía local sin pagar de más, se abren múltiples posibilidades para quienes desean viajar de manera más asequible. Si crees que necesitas cambiar tu forma de viajar para sacarle el máximo partido a tu dinero, sigue leyendo.

Cuándo reservar y cómo encontrar vuelos baratos

Gran parte del presupuesto de un viaje corresponde al transporte, sobre todo si es en avión. Los vuelos pueden representar una gran parte del precio total de un viaje por lo que es esencial saber cómo y cuándo reservarlos. Los siguientes consejos pueden funcionarte para encontrar los billetes más baratos:

Herramientas como Skyscanner, Google Flights o Kayak permiten comparar precios de diferentes aerolíneas y encontrar las mejores ofertas. Estos buscadores muestran opciones económicas y ofrecen filtros para ajustar fechas y escalas. Recuerda que no tienes por qué comprar los vuelos a través de sus plataformas, sino que te pueden ayudar a localizarlos para después comprarlos directamente en la web de la aerolínea en cuestión.

Aunque puedan implicar ciertos recargos por equipaje o servicios adicionales, las aerolíneas de bajo coste como Ryanair, easyJet, Volotea, Transavia o Vueling ofrecen tarifas competitivas, sobre todo si se reservan con antelación o en momentos de baja demanda.

Diversas plataformas permiten configurar alertas para recibir notificaciones cuando bajen los precios de determinados destinos. Esta estrategia facilita la búsqueda y permite aprovechar oportunidades que, de otro modo, probablemente se te escaparían. 

Viajar en temporada baja o en días menos populares (por ejemplo, a mitad de semana) suele reducir significativamente el coste de los billetes. Asimismo, considerar aeropuertos alternativos en la misma región puede ofrecer vuelos más económicos, aunque estén un poco más apartados.

Alojamiento asequible: más allá de hoteles y apartamentos

Encontrar un buen lugar para alojarse sin gastar una fortuna es clave para conseguir bajar el presupuesto del viaje. Más allá de los tradicionales hoteles y apartamentos, existen múltiples opciones que permiten disfrutar de la comodidad y, en muchos casos, de una experiencia aún más auténtica.

Hospedarse en zonas rurales o en pequeños pueblos no solo es una opción más económica, sino que también ofrece una experiencia más cercana a la cultura local. Muchas regiones cuentan con alojamientos rurales que brindan confort a precios reducidos.

Esta modalidad permite a los viajeros cambiar de residencia durante un tiempo determinado, lo que elimina el coste del alojamiento. Con plataformas especializadas en el intercambio de viviendas, se puede disfrutar de una experiencia muy diferente y ahorrar considerablemente. Eso sí, has de estar dispuesto a ofrecer también tu casa.

Programas como Workaway o WWOOF ofrecen la posibilidad de colaborar en proyectos locales a cambio de alojamiento y, en algunos casos, también comidas. Es una excelente manera de conocer en profundidad la vida en el destino al mismo tiempo que se minimizan los gastos.

Esta alternativa consiste en alojarse de forma gratuita en la casa de locales dispuestos a compartir su espacio y cultura. Además de ahorrar en alojamiento, permite establecer conexiones genuinas con personas del lugar y recibir recomendaciones de primera mano. Y no, no tienes por qué 'surfear' sofás, hay quien ofrece incluso habitaciones privadas.

El house sitting es una opción cada vez más popular para viajeros conscientes del presupuesto. Consiste en cuidar la casa y, en ocasiones, las mascotas de alguien mientras los propietarios están ausentes. Esta modalidad no solo garantiza un alojamiento gratuito, sino que también brinda la oportunidad de vivir una experiencia diferente, a veces durante largas estancias. Existen plataformas dedicadas a conectar a dueños de casas con cuidadores responsables, lo que permite a ambas partes beneficiarse de manera recíproca.

Usa transporte económico en el destino

Una vez en el destino, el transporte puede representar un gasto considerable si no se planifica con cuidado. Afortunadamente, existen diversas alternativas para moverse sin gastar de más. Seguro que te vendrá bien tenerlas en cuenta.

En muchas ciudades se ofrecen tarjetas turísticas que incluyen acceso ilimitado a transporte público, además de descuentos en atracciones y museos. Estas tarjetas permiten ahorrar y explorar la ciudad de forma cómoda y económica. Conviene tenerlas en cuenta.

Los trenes nocturnos permiten recorrer largas distancias mientras se ahorra en alojamiento, ya que aprovechas para viajar y dormir al mismo tiempo. Son auténticos 2x1.

Muchas ciudades cuentan con sistemas de alquiler de bicicletas o scooters eléctricos a precios reducidos. Son una opción interesante como alternativa al transporte público. Asimismo, también hay plataformas de coches compartidos que te permiten realizar trayectos entre ciudades a un precio reducido. Si lo haces en el extranjero siempre es una buena oportunidad para conocer gente del lugar.

Comer bien sin gastar mucho

La gastronomía es una parte esencial en cada viaje y disfrutar de la comida local no tiene por qué suponer un desembolso elevado. Seguro que hay restaurantes caros que te gustaría probar, pero si quieres ahorrar siempre hay alternativas.

Visitar mercados y puestos callejeros permite adquirir productos frescos y económicos. Estos lugares son perfectos para probar la gastronomía del lugar pues, además de comprar, en muchos también te puedes sentar a comer.

La comida callejera se ha ganado un lugar especial en muchos destinos. No solo es una opción rápida y auténtica, sino que además suele ser mucho más barata que comer en restaurantes turísticos. Dependerá del destino que visites, pero suele ser infalible. 

Muchos restaurantes ofrecen menús del día que incluyen entrada, plato principal y postre a precios muy competitivos. Elegir comer en zonas alejadas de las áreas turísticas también puede reducir significativamente el precio de las comidas.

Para quienes se alojen en espacios con cocina, hacer compras en supermercados o mercados locales y preparar algunas comidas puede ser una buena forma de ahorrar. 

Los destinos turísticos están llenos de restaurantes para turistas, y no es raro que sus precios sean superiores. Consultar recomendaciones en foros, blogs o preguntar a los propios locales puede ayudar a identificar lugares con buena relación calidad-precio.

Destinos con buena relación calidad-precio

Igual que puedes desplazarte, alojarte o comer por más o menos dinero, también puedes elegir destinos que, en sí, implican más o menos dinero. Siempre existen lugares en el mundo donde el precio a pagar es mucho menor sin que la experiencia sea inferior. Lugares en los que, sencillamente, el dinero cunde más. Ya sean cercanos o lejanos.

Aunque estos destinos sean solo un ejemplo, hay muchos otros donde el coste de alojamiento, la comida y el transporte es considerablemente inferior al de otros lugares, por lo que si los tienes en cuenta siempre podrás disfrutar de una nueva experiencia viajera ajustando al máximo tu presupuesto final.