El feminismo sale a la calle frente al "rearme patriarcal"
Decenas de ciudades y pueblos acogen protestas y movilizaciones como cada 8M con la vista puesta en el auge de la ofensiva ultra que a nivel global ha declarado el feminismo uno de sus objetivos a batir
El 8M, frente a un mundo que se escora hacia la derecha y el antifeminismo
El feminismo quiere demostrar que sigue fuerte. Que en un contexto global marcado por la ola reaccionaria, la lucha por la igualdad es ineludible y, si cabe, todavía más necesaria. Con este espíritu el movimiento vuelve a llamar a la calle un año más, como cada 8M, Día Internacional de las Mujeres. En decenas de ciudades y pueblos arrancan desde el mediodía las manifestaciones y protestas convocadas por diferentes colectivos a lo largo de una jornada pasada por agua en buena parte del país.
Poco depués del mediodía se ha iniciado la marcha en Madrid bajo una lluvia persistente). En la capital, una de las portavoces de la convocatoria, Olga Navarro, ha afirmado minutos antes de partir por el paseo del Prado que “estamos aquí para clamar contra una situación mundial muy grave. El avance de la ultraderecha nos quiere eliminar los derechos ya conseguidos. Ponernos en mayor desigualdad de género”.
Su compañera Katy Solórzano ha añadido que “somos el feminismo que reivindica un feminismo antirracista que no cree en derechos para unos pocos. Hoy más que nunca no queremos techos de cristal ni suelos pegajosos. Nos va la vida en ello”, el lema que puede leerse en la pancarta de cabecera en Madrid.
Las marchas se han dividido ya por cuarto año consecutivo en algunos lugares, donde el 8M escenifica la brecha que atraviesa al movimiento en torno a algunas cuestiones como la prostitución o los derechos de las personas trans. En ciudades como León, Sevilla, Valencia, Mallorca o Madrid son dos las manifestaciones organizadas. A las 12.00 de la mañana ha partido la primera de ellas en la capital, convocada por la Comisión del 8M bajo el lema “Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello”. La segunda, la del Movimiento Feminista de Madrid, es por la tarde.
Pero a pesar de las diferencias, ninguna manifestación obvia el escenario en el que llega esta cita declarada por la ONU hace ya 50 años. Y por eso advierten del auge de “los movimientos reaccionarios y el rearme patriarcal”, en referencia a cómo los discursos ultra están extendiéndose a nivel internacional. Líderes como Donald Trump o Javier Milei abanderan una ofensiva antifeminista que ya cala en parte de la población. Pero frente a la idea de que el feminismo “ha llegado demasiado lejos”, el 8M apela a la efervescencia con la que el movimiento ha agitado la sociedad y la política en la última década y pone sobre la mesa que son muchas las razones para seguir manifestándose.
En Madrid, a la pancarta de cabecera le siguen decenas de colectivos y bloques diferentes que han convertido el Paseo Del Prado en una marea de paraguas, que este 8M son más que las pancartas y las banderas. Las manifestantes corean lemas habituales mientras avanzan: “Aquí estamos las feministas” o “y luego diréis que somos cinco o seis”. Isabel, que tiene 76 años, lleva viniendo al 8M desde que tiene 16, desde “que las manifestaciones estaban prohibidas y así terminaré”, asegura.
“No es un caso aislado, se llama patriarcado”, claman las asistentes de fondo, animadas por la batucada. Precisamente la violencia machista es para Isabel una de las principales razones para seguir manifestándose. “Que cada poco tiempo haya una mujer asesinada o unos niños y se tome con indiferencia no puede ser. Faltan recursos y hay mujeres que cuando las mataron ya estaban en el sistema y no fueron capaces de protegerlas”, lamenta.
“Llora el patriarcado”
Mientras, el movimiento feminista de Asturias ha vuelto a llenar las calles, este año, en Gijón, avanzando imparables “hasta que dejen de matarnos” y resisten “dando tira por las que están, las que no están y las que peligran”. Es el lema elegido por la plataforma Asturies Feminista 8M bajo el que miles de personas reivindican a esta hora el aborto libre, seguro y gratuito, la coeducación en las escuelas, papeles para las mujeres migrantes en situación irregular, pensiones dignas para las mujeres jubiladas y una vida digna para las muyeres rurales.
Tampoco han frenado las previsiones de lluvia, la convocatoria de la Plataforma 8M de Toledo, a la que acudieron cientos de personas. “No llueve, es el patriarcado el que llora”, han repetido y celebrado las representantes del colectivo convocante, que entregaron el premio de la Teta Morada al colectivo de Las Kellys.
“Es impresionante. Nos decían que no saliéramos, pero hemos podido hasta con eso”, agradecían desde el movimiento. Por otro lado, frente al Ayuntamiento de Toledo se leyó el manifiesto del Consejo Local de la Mujer frente al Ayuntamiento.
Donde sí han tenido que suspender la celebración por las precipitaciones ha sido, finamente, Ávila, Málaga, Huelva y Cádiz.