Nepotismo y mala administración, los lastres de Seneam
Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) ha sido tomado por una red de funcionarios ligados familiarmente a exdirectores generales, algunos de los cuales gozan de salarios que rondan hasta los 140 mil pesos mensuales, además de tener beneficios como la excepción de horarios fijos de trabajo, de acuerdo con una investigación iniciada en marzo por El Financiero, basada en entrevistas con cinco fuentes relacionadas con el organismo desconcentrado de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y corroborada con documentación interna gubernamental.
Este medio confirmó que existe un informe confidencial que fue entregado al titular de la SICT, Jorge Nuño, en el que se detalló la estructura de una red de nepotismo ligada a dos exdirectivos de la Seneam que tienen un hermano, dos hijos, un sobrino y un cuñado ocupando algunos de los más altos niveles salariales y estructurales.
Se trata de Roberto Kobeh González, exdirector general de Seneam en dos ocasiones (1978-1997 y 2015-2018) y de Víctor González Sandoval, titular de Seneam entre 2018 y 2022.
En la estructura más alta de Seneam, que es la autoridad nacional encargada de regular y controlar el tráfico aéreo en México, se encuentran cuatro funcionarios ligados a Kobeh González, quien, continúa asistiendo a las instalaciones de Seneam, y quien es el tomador de decisiones por encima de Javier Alonso Vega Dour, actual director de la institución, según confirmaron diferentes fuentes consultadas.
Juan José, hermano de Kobeh González, se dio de baja por jubilación en noviembre del 2022. Medio año después, el funcionario reingresó a Seneam con el nivel salarial 90, el más alto en la estructura, con un sueldo integrado bruto de 140 mil pesos mensuales.
Juan José goza de la excepción de horario, es decir, su contrato no contiene un mínimo de horas a cubrir ni días de asistencia. Solo él y un funcionario del nivel más alto gozan de esa condición contractual.
Además, Elías Naim, sobrino de Kobeh González, ingresó hace un par de años al organismo y está adscrito a la gerencia regional sureste.
Martín Rodríguez Valdez, esposo de una sobrina de Kobeh González, fue promovido al nivel más alto de la nómina a mediados del 2023, mientras que su cuñado, Alberto Francisco Peral Díaz, reingresó a Seneam en marzo de 2024.
Todos los movimientos de familiares directos e indirectos de Kobeh González, considerado uno de los mexicanos con mayor trayectoria en la aviación civil nacional e internacional, han contado con la anuencia de Vega Dour, actual director general de Seneam.
La relevancia de Seneam –que se había mantenido como un ente técnico hasta antes de esta administración– tiene que ver con la seguridad de las operaciones aéreas en el país, el control y gestión de tráfico aéreo e, incluso, el “rediseño” del espacio aéreo que fue necesario para que el AIFA tuviera cabida en la compleja aérea terminal del Valle de México.
La sombra de Kobeh González no es la única en el Seneam, una institución en decadencia.
Víctor González, exdirector del Seneam, también tiene aún vínculos al interior del organismo. Sus dos hijos, Manuel Alejandro y Dulce María, están en la nómina de la institución, el primero, con el nivel más alto en Seneam y adscrito a la región noroeste y la segunda con un ingreso en la subdirección de plan de vuelo.
Fuentes internas de Seneam relataron a El Financiero que ambos operan una red de nepotismo que busca beneficiar a sus familiares y amigos, esto por encima de las necesidades que tiene el organismo.
Déficit de controladores y exceso de horas extras
El control de tránsito aéreo está catalogada como una de las profesiones más estresantes, por el alto grado de responsabilidad en el manejo de las aeronaves en operación. Dado esto, los periodos de descanso son necesarios para un desarrollo óptimo de sus funciones y el apego a las normas de seguridad.
No obstante, en Seneam hay un déficit de al menos 300 controladores, además que los técnicos en la gestión de tránsito aéreo están siendo sometidos a horarios extenuantes y a un exceso de horas extras que ya pasa factura en el presupuesto de la institución.
Según un informe consultado, hay personal en el nivel más alto, como coordinadores de tránsito aéreo, así como controladores, que laboran más de 14 horas diarias.
Las plazas faltantes y un mayor dinamismo de la aviación ha ocasionado que el presupuesto necesario para el pago de salarios por horas adicionales se haya disparado en los últimos tres años, incluso superando el presupuesto en 150 millones de pesos asignado en el Presupuesto de Egresos para este año.
Además, hay cerca de mil 200 plazas que están por debajo de los tabuladores de Hacienda, por lo que casi la mitad de la plantilla laboral no recibe el pago que debería.
Pese a las múltiples peticiones de apertura de plazas y renivelaciones salariales, el gobierno ha hecho caso omiso de los requerimientos de personal y recursos necesarios para mantener las operaciones aéreas en el más alto nivel.