MSF refuerza operaciones en el sur del Líbano en medio de continuos ataques
Desde que entró en vigor el alto el fuego entre Líbano e Israel, el pasado 27 de noviembre, las fuerzas israelíes han seguido participando en operaciones militares en el sur de Líbano. Cientos de miles de personas han regresado a sus hogares y pueblos en el sur del país, y muchas de ellas vieron sus hogares destruidos por los bombardeos israelíes y permanecieron desplazadas.
Otras aún no pueden regresar a sus hogares debido a la continua presencia militar israelí en sus ciudades y pueblos. Tanto las comunidades que regresan como las desplazadas se enfrentan a importantes desafíos para acceder a la atención médica, debido a la infraestructura dañada, las instalaciones médicas con poco personal y los costos del tratamiento médico, que son inasequibles para muchas personas después de haber perdido sus medios de vida durante los últimos meses de guerra.
En respuesta a esta situación, desde Médicos Sin Fronteras (MSF) ampliamos nuestras actividades en el sur de Líbano durante los últimos 60 días, desplegando tres equipos médicos móviles en 11 localidades de la provincia de Nabatieh. Estos equipos se suman a los dos equipos médicos móviles que ya visitan localidades de la provincia de Sur. Proporcionan servicios médicos esenciales para subsanar las graves carencias sanitarias en algunas de las zonas más afectadas.
“Durante el alto el fuego que se impuso desde noviembre y hasta hoy, las fuerzas israelíes siguen abriendo fuego, realizando ataques y destruyendo infraestructuras civiles, causando devastación diaria y víctimas civiles en el sur del Líbano. Las penurias de estas comunidades se han agravado enormemente; las personas luchan por hacer frente a sus pérdidas y al impacto de la guerra”, afirma Francois Zamparini, coordinador de emergencias de MSF en el Líbano. Las comunidades vulnerables, como personas refugiadas y trabajadoras migrantes, se enfrentan a desafíos aún mayores.
Según el Ministerio de Salud Pública, 83 personas han muerto y al menos otras 228 han resultado heridas por las fuerzas israelíes en el Líbano desde el alto el fuego anunciado el 27 de noviembre de 2024.
“La magnitud de la destrucción es enorme. Las ciudades han quedado reducidas a escombros, y las casas, las escuelas y las tierras de cultivo han desaparecido”, afirma Zamparini. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más de 90 mil estructuras (viviendas, comercios, instalaciones agrícolas, escuelas e infraestructuras hídricas) fueron dañadas o destruidas por los bombardeos en todo el país. “MSF se compromete a apoyar a la población durante este período de recuperación y a garantizar que no se queden sin atención médica esencial mientras comienzan a reconstruir sus vidas”, concluye.
Nuestros equipos médicos móviles (ahora 15 en todo el país) brindan servicios de atención médica primaria, medicamentos para enfermedades crónicas, educación para la salud, apoyo de salud mental y cuidados de enfermería posoperatorios.
Desde el anuncio del alto el fuego en noviembre de 2024 y hasta el 15 de enero de 2025, nuestros equipos en el sur del Líbano han brindado más de 19 mil consultas médicas generales, realizado 3 mil 427 sesiones de educación y concienciación sobre la salud y apoyado a más de 3 mil personas con servicios de salud mental, y esta labor vital continúa.
Los pacientes con afecciones médicas complicadas son derivados al Hospital Turco de Emergencia Pública en la ciudad de Saida, donde MSF está trabajando en colaboración con el Ministerio de Salud Pública para brindar atención traumatológica, de emergencia y quirúrgica gratuita y de alta calidad a todas las comunidades del Líbano.
Además de la atención médica, también estamos atendiendo las necesidades humanitarias inmediatas en todo el país. En el distrito de Bint Jbeil, fuertemente bombardeado, estamos donando artículos de primera necesidad. Ya hemos entregado 7 mil mantas, 4 mil colchonetas, 5 mil 820 kits de higiene, así como 2 mil 015 colchonetas y otros artículos de primera necesidad para apoyar a las comunidades afectadas por la guerra mientras reconstruyen sus vidas.
Nuestros equipos también están coordinando activamente con varios hospitales afectados en el área para ofrecer apoyo, como la donación de combustible y 19 mil 270 artículos médicos, y la formación del personal médico para hacer frente a las emergencias.