También la NFL se arrodilla ante Trump
Ayer, mientras millones de personas se preparaban para ver el Super Bowl, el espectáculo más grande del deporte estadounidense, no podemos ignorar lo que está ocurriendo tras bambalinas. El mundo del deporte, las grandes tecnológicas, y las redes sociales han comenzado a rendirle pleitesía a Donald Trump. Este no es un fenómeno nuevo: comenzó con la capitulación de las plataformas digitales, pero ahora incluso la NFL parece estar doblando la rodilla ante la figura más divisiva de la política estadounidense en décadas.
El ciclo comenzó hace años, cuando Twitter (ahora X), Facebook y YouTube se vieron obligados a suspender las cuentas de Trump tras los disturbios del 6 de enero de 2021. Fue un movimiento histórico que marcó un momento en el que parecía que las grandes tecnológicas tomaban una postura frente al discurso de odio y la desinformación. Pero ese aparente acto de resistencia resultó ser temporal.
En 2022, Elon Musk reinstauró la cuenta de Trump en Twitter/X, con lo cual se reabrió la puerta al regreso de su retórica divisiva en la plataforma. Meta siguió poco después, pagando incluso una multa millonaria para resolver una demanda por la suspensión de su cuenta. Estas acciones no solo señalaron la fragilidad de las posturas éticas de estas empresas, sino que evidenciaron una estrategia más amplia: alinearse con Trump para proteger sus intereses comerciales.
Y ahora parece que la NFL, el símbolo más sagrado del entretenimiento estadounidense, está siguiendo el mismo camino.
La NFL no es solo una liga deportiva; es un emblema de la cultura estadounidense. Su alcance y popularidad superan cualquier otra institución deportiva en Estados Unidos, y su evento principal, el Super Bowl, es prácticamente un feriado nacional. Sin embargo, recientes movimientos sugieren que la liga está cayendo bajo la misma influencia que domina las redes sociales y las tecnológicas.
Reportes recientes indican que equipos como los New England Patriots han recibido instrucciones de la liga para abstenerse de usar plataformas como Bluesky, una alternativa a Twitter/X. Este movimiento parece estar vinculado a acuerdos comerciales entre la NFL y Elon Musk, el hombre que ahora no solo controla la plataforma, sino que también se ha convertido en un aliado político y económico clave para Trump. ¿Es coincidencia que esta prohibición se produzca mientras Trump y Musk consolidan su influencia política y empresarial? Difícilmente.
La NFL siempre ha sido un negocio, y en el negocio del fútbol americano, todo se trata de maximizar ganancias y proteger los intereses de los 32 dueños de los equipos. Pero al alinearse con figuras como Musk y Trump, la liga podría estar alienando a una parte significativa de su audiencia, especialmente a aquellos que ven con escepticismo la creciente fusión entre deporte y política.
Hoy, mientras el espectáculo del Super Bowl acapara la atención de millones, es importante reflexionar sobre lo que realmente está ocurriendo. La NFL no opera en el vacío. Su alineación con figuras como Trump y Musk es un reflejo del giro que han dado muchas instituciones estadounidenses en los últimos años: adaptarse y someterse a un modelo de poder político y empresarial que prioriza los intereses individuales sobre cualquier otra consideración ética o social.
Este Super Bowl no es solo un partido de fútbol americano; es un recordatorio de cómo incluso las instituciones más aparentemente neutrales pueden convertirse en herramientas de poder político. Desde las redes sociales hasta las grandes ligas deportivas, la influencia de Trump sigue moldeando el panorama cultural, y lo hace de una manera que normaliza prácticas que antes habrían sido impensables.
La NFL podría argumentar que esto es solo “negocios”. Pero al permitir que su influencia se vea moldeada por Trump y Musk, está enviando un mensaje claro: así como la tecnología y otras industrias, el deporte, no es inmune al poder político. Y aprovechando este Super Bowl, se abre una nueva pregunta además de ¿quién ganará el partido?, esa es: ¿cuántas instituciones más se arrodillarán ante Trump?