¿Cómo responder al nuevo ‘mazazo’ de Trump?
La mano de Trump no se cansa.
Ayer firmó, como lo había prometido, una orden ejecutiva para imponer un arancel de 25 por ciento a los productos de acero y aluminio que ingresen a los Estados Unidos, lo que se hará efectivo a partir del 4 de marzo.
Como le hemos comentado en otras ocasiones, la visión de Trump es que este impuesto conducirá a que se reduzcan las importaciones y a que haya más producción de estos productos en la Unión Americana.
¿A quiénes les pegan estos aranceles?
El principal objetivo de estos aranceles es Canadá.
El valor de las importaciones de acero y aluminio procedentes de ese país, socio comercial de EU, es de casi 21 mil millones de dólares.
El segundo país que más lo resentirá es México, con poco más de 7 mil millones de dólares de exportaciones anuales.
El tercero será China, con cerca de 5 mil 700 millones de dólares.
¿Por qué Trump tomó la iniciativa de imponer estos aranceles?
Fundamentalmente por razones ideológicas y políticas.
Por la creencia de que EU debe ser autosuficiente en productos tradicionales de manufacturas.
Y, además, porque los estados sede de las principales empresas de estos bienes son estados bisagra en términos electorales.
Para nadie es un secreto que Indiana, Ohio, Pennsylvania e Illinois son clave en la producción y el consumo de estos bienes. Y algunos de ellos fueron estados críticos en la elección de Trump.
Y lo serán en el futuro para los republicanos.
No es coincidencia que también haya un interés específico en la industria automotriz.
Trump apunta a su base electoral… y no es el único gobierno que lo hace. Hay uno más cercano que hace lo mismo.
Se objeta que, al encarecer productos de México y Canadá, va a conducir a que haya una mayor inflación en Estados Unidos.
Si Trump operara exclusivamente sobre bases de racionalidad, así lo entendería.
Pero él piensa —igual que sus allegados— que, si se traslada manufactura a su país, con mayores niveles de productividad, a la larga tendrán insumos más baratos.
No hay ninguna evidencia de que esto pueda ser así… pero las creencias no necesitan demostrarse.
¿A qué empresas y regiones podría golpear en México esta decisión?
Claramente, al estado de Nuevo León, Michoacán, Coahuila, Veracruz y a algunas de las empresas líderes.
Las grandes empresas exportadoras de acero son ArcelorMittal, ubicada en el estado de Michoacán; Ternium, ubicada esencialmente en el estado de Nuevo León; Deacero, también en el estado de Nuevo León; y también Tenaris-TAMSA, en Veracruz, además de otras empresas, varias de Nuevo León.
Ante estos hechos, ¿qué debe hacer México?
El antecedente más claro es lo que ocurrió en 2018 cuando, en respuesta a los aranceles aplicados por Trump en su primer mandato, 25 por ciento al acero y 10 por ciento al aluminio.
Hubo represalias por parte del gobierno mexicano y también se aplicaron aranceles al acero y aluminio importados de la Unión Americana, pero también a otros productos sensibles como la carne de cerdo, quesos y frutas.
La represalia mexicana estuvo calculada para golpear a los productores de los estados en los que Trump tenía respaldo electoral.
Al paso del tiempo, México también estableció medidas para impedir la entrada en el país de acero chino, que pudiera afectar la producción local en tanto competencia desleal, como que pudiera ser un factor de molestia en EU.
El tema se resolvió, y el acero y el aluminio mexicanos siguieron siendo parte del TMEC.
Ayer, las autoridades de nuestro país no hicieron ningún pronunciamiento, lo que harán esta mañana, pero tenga la certeza de que, más allá de existir un llamado al diálogo, también habrá el señalamiento de que podría haber represalias a EU, como las hubo en 2018.
Trump no entiende con razones sino con hechos.
Lo que hoy tenemos es un asunto menor respecto a lo que veríamos si el 4 de marzo se hace efectivo un arancel generalizado.
No podemos minimizar el riesgo real al ver que al presidente de Estados Unidos no le tiembla la mano al ir por sus consignas, aunque afecten a la economía de su país.
Más vale que tomemos este hecho en todos nuestros cálculos.