Durante la temporada de calor
“(…) los elefantes, los búfalos y los leones sufren quemaduras en sus cuerpos; tras abandonar sus querellas, se reúnen como amigos; se adhieren para descender precipitadamente al río”. En el Ritusamhara, clásico de la literatura erótica sánscrita, el poeta Kalidasa describe cómo la sed propicia que los animales convivan, porque la necesidad los obliga a pausar sus conflictos. Nuestros problemas pueden ser fuente de amistad, porque es desde allí que podemos comprendernos.
Como hace una semana escribí en este espacio, fortalecer el mercado interno mediante un aumento de la productividad servirá para navegar una potencial crisis comercial. En el estudio Habilidades buscadas por las empresas en el mercado laboral mexicano: un análisis de las ofertas laborales publicadas en Internet, los economistas de El Colegio de México, Raymundo Campos-Vázquez y Julio César Martínez, encontraron que los empleadores requieren más las habilidades sociales que las técnicas –26 por ciento contra 20 por ciento, respectivamente–. Saber trabajar en equipo, comunicarse y destacar por la forma en que tratamos a los demás, se traduce en beneficios económicos. Un candidato que combina las habilidades técnicas con las “blandas” o soft skills puede ganar hasta 6 por ciento más, lo que en el largo plazo significa un aumento de productividad considerable para la empresa y el trabajador. Además, el ambiente laboral de cordialidad conserva la salud de una empresa, porque aquellas que no lo tienen sufren de una tasa más alta de rotación en su personal.
El otro punto que mencioné también tiene que ver con la fecha que celebramos mañana. Atravesamos momentos difíciles para la cooperación internacional, y la fragmentación de la Organización Mundial del Comercio es un claro ejemplo. Desde hace una década, el órgano de apelaciones de la OMC se ha visto sistemáticamente inhabilitado, produciendo un vacío en la capacidad legal de la institución para evitar desacatos a los acuerdos comerciales. Esto ha pautado una serie de comportamientos unilaterales que, hoy en día, parecen ser la norma más que la excepción. Una muestra de ello son las recientes amenazas, por parte de Estados Unidos, de imponer aranceles a la importación de productos mexicanos. Debemos aprender a leer los movimientos políticos del Ejecutivo norteamericano para no dejarnos llevar por las apariencias; la relación de complementariedad económica que mantenemos con nuestro vecino es, de hecho, inexorable.
Empero, ¿no es innecesariamente ocioso desaprovechar los 14 tratados de libre comercio que mantenemos con 50 países? Contamos con grandes amigos, acerquémonos a ellos. Los organismos empresariales siempre han promovido los enlaces que benefician a las empresas mexicanas. En la Ciudad de México, mediante la Comisión de Relaciones Internacionales al mando de Luis de Ovando Mantilla, la Coparmex aviva una excelente sociedad con las diferentes cámaras de comercio y las representaciones diplomáticas de nuestros amigos extranjeros. Así, abrimos nuevos horizontes para las empresas mexicanas. La profesionalización de nuestros negocios y la exploración de nuevos territorios son tareas prioritarias. Es con amistad, ingenio y el mutuo entendimiento de nuestras vicisitudes como las empresas, la sociedad y el gobierno lograremos avanzar sin dejar a nadie atrás.