2025: ¿recesión o estancamiento?
En el Informe Trimestral del periodo octubre-diciembre que presentó esta semana, el Banco de México (Banxico) estima que al cierre de este año el crecimiento económico del país será de un poco más de la tercera parte del observado en 2024, que se ratificó en 1.5 por ciento con cifras originales y revisadas del INEGI, lejos, a su vez, de 3.3 por ciento en 2023.
Pero con cifras ajustadas por estacionalidad, el PIB creció sólo 1.2 por ciento en 2024.
Banxico anticipa que en 2025 el PIB de México crecerá 0.6 por ciento en promedio, con un intervalo de entre -0.2 y 1.4 por ciento. Bajo este escenario, la economía nacional estaría cerca del estancamiento.
Su nueva estimación es incluso menor que el 0.9 por ciento esperado por los analistas encuestados también esta semana por Citi México y es sólo la mitad comparada con la previsión de 1.2 por ciento publicada en el informe anterior.
Las expectativas están sujetas a una gran incertidumbre por las afectaciones que pudiera tener la imposición de aranceles a las importaciones de Estados Unidos provenientes de México.
“Por lo tanto, estas previsiones no incorporan estimaciones sobre los posibles efectos sobre la actividad económica en nuestro país de las medidas anunciadas, incluyendo las asociadas con temas comerciales”, subrayó Banxico.
Para 2026, se espera un mayor ritmo de expansión, pues la expectativa puntual de crecimiento para este año es de 1.8 por ciento.
El banco central considera que la economía mexicana se encuentra enfrentando retos diversos:
“Por una parte, la actividad económica atraviesa por un periodo de debilidad y se anticipa que su crecimiento en los próximos años sea moderado.
Por otra parte, persiste un ambiente de elevada incertidumbre tanto por factores externos como internos. Entre ellos destacan los posibles cambios de política económica por parte de la nueva administración estadounidense.”
Banxico considera que los riesgos para el escenario central de crecimiento de la actividad económica se mantienen sesgados a la baja.
Entre los riesgos a la baja destaca que se intensifique el actual ambiente de incertidumbre relacionada con las políticas externas que pudieran implementarse en Estados Unidos, particularmente en lo comercial, o con factores idiosincráticos, que son básicamente internos.
Esto puede incidir adversamente sobre la demanda externa y la confianza de los consumidores y empresarios, con repercusiones en variables clave como el consumo privado y la inversión.
En la Encuesta Citi de Expectativas del 20 de febrero, el consenso de analistas de mercados ahora pronostica el crecimiento de nuestro PIB para 2025 de 0.9 por ciento contra 1.0 por ciento hace dos semanas.
“Nosotros hemos tenido desde hace rato un estimado de 0.8 por ciento y el consenso ha estado fluctuando entre 1.0 y 1.1 por ciento. En esta encuesta se bajó la proyección del consenso a 0.9 por ciento, ya más cercano a lo que tenemos y seguramente también consistente con que el Banco de México redujo su pronóstico para 2025 a 0.6 por ciento”, comenta Julio César Ruiz, economista en jefe de Citi para México.
“¿Cuáles son las razones de por qué nosotros estamos viendo este 0.8 por ciento (de crecimiento) para 2025? Son básicamente la incertidumbre asociada al futuro de la política comercial de Estados Unidos con México y también la incertidumbre asociada con los cambios radicales al marco institucional del país”, explica el experto a quien esto escribe.
“Un tercer factor es que nuestro equipo en Estados Unidos espera una desaceleración de la economía estadounidense hacia 1.5 por ciento, entonces eso también pesa en el pronóstico que tenemos de 0.8 por ciento para México en 2025”, agrega Ruiz.
El deterioro en la perspectiva económica de México implica menores riesgos inflacionarios, lo que será aprovechado por Banxico para seguir con el ciclo de recortes a la tasa de referencia de medio punto porcentual, como lo hizo a principios de febrero, sobre todo si el gobierno estadounidense termina no imponiendo los aranceles del 25 por ciento a todos los productos mexicanos.
Ante el riesgo de recesión veremos si, para apoyar la actividad económica, el banco central estará dispuesto a tolerar el nivel de inflación actual hasta finales de 2025.