China ‘le avienta la bolita’ a EU: Dice que el COVID-19 surgió en primer mandato de Trump
El Consejo de Estado (Ejecutivo) de China publicó este miércoles un libro blanco sobre la búsqueda del origen de la pandemia de COVID-19 en el que defiende su transparencia, acusa a Estados Unidos de politizar el asunto y sugiere que el virus “pudo haber aparecido antes” en ese país.
La publicación, difundida por los medios estatales, contiene dos capítulos en los que se abordan las contribuciones de China al estudio del origen del SARS-CoV-2 y a la lucha global contra la pandemia, y un tercero dedicado a la “mal manejada” respuesta de EU a la crisis sanitaria, especialmente en sus inicios.
El estallido de la pandemia coincidió con el último año del primer mandato como presidente de Donald Trump, que en enero pasado regresó a la Casa Blanca y ha iniciado una guerra comercial global sin precedentes y con China como principal objetivo.
A la vez que defiende que Pekín cooperó con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el estudio de los orígenes del virus “con un fuerte sentido de responsabilidad global y transparencia”, el informe difundido hoy arremete contra el país norteamericano, al que define como “un eslabón débil en la gobernanza sanitaria global”.
El libro cita varios estudios que descartaron la posibilidad de que la ciudad china de Wuhan -la primera en la que se detectó el SARS-CoV-2 y que fue confinada- fuera el origen y que consideraron “extremadamente poco probable” que el mismo escapara de un laboratorio en esa urbe.
China acusa a EU de usarla como chivo expiatorio y politizar el origen del virus
Por contra, Pekín acusa a EU de estigmatizar a China y convertirla en “cabeza de turco” y de “tratar de desviar la atención” politizando el origen del virus, mientras enumera supuestos indicios de su posible circulación en ese país antes de su detección oficial en China.
Entre ellos, cita brotes de neumonía y gripe en varios estados estadounidenses a lo largo de 2019, la detección de enfermedades pulmonares achacadas al uso de vapeadores, estudios serológicos de instituciones de ese país e “incidentes” documentados entre 2006 y 2020 en laboratorios que trabajaban con coronavirus y otros patógenos.
“Debería llevarse a cabo una investigación en profundidad sobre los orígenes del virus en Estados Unidos”, sostiene el libro blanco, que insta a Washington a proporcionar “una respuesta responsable” a la comunidad global ante esta “preocupación razonable”.
China publica este libro blanco casi cinco meses después de que la OMS, con motivo del quinto aniversario del inicio de la pandemia, le pidiera de nuevo mayor transparencia sobre los orígenes de esta enfermedad.
“Continuamos haciendo un llamamiento a China para que comparta datos y brinde acceso con el fin de que entendamos los orígenes de la COVID-19.
Es un imperativo moral y científico, pues sin transparencia y cooperación entre países el mundo no podrá prepararse para futuras epidemias y pandemias”, señaló un comunicado de la agencia sanitaria.
Misiones de la OMS viajaron en dos ocasiones a China para intentar dilucidar los orígenes de la enfermedad, y sus expertos sostienen que todas las teorías siguen abiertas, incluida la de una posible fuga desde un laboratorio, aunque reconocen que la más plausible es la de un salto al hombre desde otras especies animales.