Apagón en España: ¿Por qué los paneles solares no salvaron a algunas personas?
Cuando la electricidad se cortó repentinamente en España el lunes, Irene Casas y su esposo Luis Morate, quienes viven en un edificio de apartamentos en un suburbio de Madrid, se quedaron sin luz al igual que todos los demás.
Esto, a pesar de que ellos y sus vecinos poseen una fuente de electricidad: 200 paneles solares en el techo instalados a finales de 2023.
¿Por qué los paneles solares no salvaron a algunas personas?
Los paneles no les ayudaron a superar el apagón porque están conectados directamente a la red eléctrica. Cada copropietario, incluyendo a Casas, Morate y sus vecinos, recibe un descuento en su factura de servicios públicos a cambio de la energía que inyectan en la red eléctrica, pero los paneles no suministran energía directamente a sus apartamentos.
La experiencia de Casas y Morate contradice lo que muchas personas considerarían una creencia convencional: que los paneles solares en el techo brindan independencia energética. Sin embargo, eso no siempre es cierto.
“En principio, los paneles solares nos dan energía durante el día, pero en realidad estamos conectados a la red como todos los demás”, explicó Morate.
La situación pudo haber sorprendido a algunas de las miles de familias españolas que ahora tienen paneles solares en sus techos.
El número de instalaciones en hogares aumentó considerablemente después de 2018, cuando se eliminó un impuesto por usar energía proveniente de los paneles. Desde entonces, la capacidad solar residencial ha pasado de 300 megavatios a 2,400 megavatios a finales de 2023, según datos de BloombergNEF.
En la mayoría de los casos, los paneles solares en los techos de España están conectados directamente a la red eléctrica. Hacerlo de otra manera es complicado. Por ejemplo, una guía gubernamental de 181 páginas detalla un camino de 17 pasos para los propietarios que desean ser autosuficientes energéticamente.
¿Cuál es el problema de los paneles solares en Europa?
Esto no es exclusivo de España. La mayoría de las instalaciones solares en Europa, incluso aquellas con baterías, no están equipadas con capacidades de “aislamiento”, que les permitan operar cuando la red eléctrica está caída.
En su lugar, el inversor —el dispositivo que actúa como el cerebro del sistema solar— apaga el sistema cuando la red no está disponible. Esto se hace por razones de seguridad y para permitir que los ingenieros trabajen en la red sin riesgo de encontrar cables con corriente.
Configurar los paneles solares para que puedan desconectarse rápidamente de la red cuesta más. Por lo tanto, muchas personas que viven en lugares con apagones poco frecuentes y un suministro eléctrico confiable pueden decidir que no vale la pena la inversión, dice Adam Bell, director de políticas de la consultora Stonehaven.
“En lugares donde las probabilidades de perder la carga son muy bajas, como en la mayor parte de Europa y el mundo desarrollado, es solo un gasto extra que casi con seguridad no necesitas”, afirma Bell.
Para algunos residentes en áreas rurales de España, pasar por las complicaciones de tener un suministro de energía fuera de la red ha valido la pena.
Las ventajas de la autosuficencia eléctrica
Carlota Sala, quien vive en una finca centenaria en la región nororiental de Cataluña, no se dio cuenta de que la Península Ibérica estaba en medio de un apagón histórico hasta varias horas después de la interrupción.
Sala, una madre de cinco hijos de 45 años conocida por su labor como conferencista sobre maternidad y temas de infancia bajo el apodo Ninyacolorita, vive completamente fuera de la red.
Su hogar cuenta con paneles solares y baterías que almacenan energía para que la familia pueda usarla durante la noche.
“Nos enteramos [del apagón] cuando llegó un mensaje de una amiga, muchas horas después de que lo envió”, comentó Sala. “Entramos a internet para investigar y mis hijos adolescentes no podían creer que todos estuvieran desconectados”.
Cuando la familia de Sala se mudó de Barcelona, la segunda ciudad más grande de España, hace más de una década, sintieron que el estilo de vida urbano era hostil y buscaban reconectarse con la naturaleza.
El apagón de esta semana solo ha reforzado la elección de su familia de ser independientes energéticamente, dijo.
“Ser autosuficiente en tu vida diaria te da una sensación de autonomía física y emocional”, afirmó Sala. “Impacta en tu autoestima y te coloca en una posición poderosa donde sientes que puedes tomar tus propias decisiones”.