¿Quién es Greg Abel, el reemplazo de Warren Buffett en Berkshire?

Warren Buffett eligió el último minuto de su 60° reunión de accionistas para hacer un anuncio largamente esperado que, de todos modos, fue completamente sorprendente para sus seguidores, la mayor parte de su junta directiva e incluso para su sucesor.

Buffett, arquitecto de 94 años y rostro de Berkshire Hathaway, anunció que la reunión sería su última al frente de la compañía que construyó desde sus humildes comienzos hasta convertirla en una de las empresas más valiosas del mundo. A pocos metros de distancia, Greg Abel, el ejecutivo del sector energético considerado durante mucho tiempo el príncipe heredero de Omaha, ni siquiera era consciente de que había llegado su hora.

Buffett le entregará a Abel las riendas de un gigante de 1.2 billones de dólares, al mando de una cartera de acciones como Apple y American Express, además de una serie de empresas de seguros, energía, ferrocarriles y consumo que generan regularmente 10 mil millones de dólares al trimestre en beneficios operativos.

El ejecutivo de 62 años también heredará un sinfín de preguntas, empezando por qué hará con los casi 350 mil millones de dólares en efectivo de Berkshire, después de que Buffett se mantuviera prácticamente al margen de los volátiles últimos años de los mercados.

Los accionistas querrán saber cómo Abel transformará la idiosincrásica y reducida gerencia de la compañía, si aportará una tolerancia al riesgo diferente o preferencias sectoriales, y si la firma seguirá siendo la primera opción para las empresas que necesitan un gran cheque y un voto de confianza.

Aunque pocos esperan que Abel iguale la celebridad de Buffett en Main Street y su amor por los focos, la salida del CEO con más años de servicio en el S&P 500 también abre preguntas más profundas sobre qué tipo de presiones podrían surgir algún día en su ausencia.

Berkshire no paga dividendos y, recientemente, comenzó a recomprar acciones; Buffett confía en su historial para demostrar que puede capitalizar el dinero de los accionistas a una tasa mejor que la que ofrecerían los mercados más amplios.

Abel aseguró que seguirá los principios que Buffett ha establecido para la inversión y la gestión del riesgo. Buffett ha declarado que seguirá siendo un accionista mayoritario. El domingo, la junta directiva votó por unanimidad nombrar al sucesor de Abel Buffett, con efecto a partir del 1 de enero.

¿Quién es Greg Abel?

Abel se unió a Berkshire Hathaway mediante una adquisición.

El ejecutivo nacido en Canadá, que comenzó su carrera como contador en PricewaterhouseCoopers, luego se unió a la compañía de energía geotérmica CalEnergy en 1992 como controlador.

David Sokol, entonces director ejecutivo de CalEnergy, tenía la ambición de desarrollar el negocio mediante adquisiciones y vio talento en Abel. En 1996, lo envió a dirigir una empresa eléctrica en el Reino Unido que la compañía había adquirido. En 1998, CalEnergy cerró un acuerdo para comprar MidAmerican Energy, una empresa de servicios públicos de Iowa, y adoptó su nombre.

Poco después, Berkshire adquirió una participación mayoritaria, lo que le permitió a la compañía emprender una ola de adquisiciones, adquiriendo oleoductos tras la quiebra de Enron y empresas de servicios eléctricos en el noroeste de Estados Unidos.

En 2008, Sokol asumió un rol más amplio en Berkshire, y Abel fue nombrado director ejecutivo de MidAmerican.

“Sabía la respuesta, porque había participado en todas nuestras adquisiciones y había gestionado un par de ellas prácticamente solo”, dijo Sokol en una entrevista de 2014. “Creo que Warren y algunos miembros de nuestra junta directiva no estaban seguros simplemente porque no lo habían vivido con él”.

En cuestión de meses, Abel demostró su valía. En septiembre de 2008, MidAmerican acordó pagar unos 4 mil 700 millones de dólares para comprar Constellation Energy, después de que la compañía eléctrica perdiera la mitad de su valor de mercado en una semana. Berkshire obtuvo más de mil millones de dólares en concepto de comisión por ruptura de la empresa y ganancias de su inversión después de que Constellation buscara otro pretendiente.

Los demás acuerdos de Abel resultaron más duraderos. En 2013, adquirió la mayor empresa eléctrica de Nevada, NV Energy, y al año siguiente acordó comprar una empresa de transmisión eléctrica en su natal Alberta. El nombre de MidAmerican se cambió posteriormente a Berkshire Hathaway Energy en 2014 para alinear la marca más estrechamente con la reputación y los valores que Buffett defendió durante sus décadas de carrera.

La expansión dio como resultado la creación de una enorme empresa de servicios públicos estadounidense, que mantiene el suministro eléctrico en estados como Iowa y Nevada y opera gasoductos que recorren unos 22 mil 850 kilómetros por todo el país, desde Texas hasta Michigan.

Esto le ayudó a forjarse la reputación de un ejecutivo experto en servicios públicos y, con el tiempo, a ganarse la confianza de Buffett. En 2018, fue ascendido a vicepresidente, ampliando su supervisión a todas las operaciones no aseguradoras de Berkshire Hathaway, un ámbito que abarca desde el operador ferroviario BNSF hasta el icónico fabricante de dulces See’s Candies.

Fue anunciado como el sucesor en espera en 2021, después de que Munger dejara escapar en la reunión anual de Berkshire que Abel mantendría intacta la cultura del conglomerado después de que Buffett renunciara.

Desde su ascenso, las ganancias operativas (excluyendo seguros y algunos otros ítems) aumentaron alrededor de un 27 por ciento a casi 22 mil millones de dólares el año pasado.

“Greg es el líder empresarial, no está a cargo de las inversiones”, dijo Schroeder. “Ese será uno de sus mayores desafíos, tanto para él como para la junta directiva”.

Con una reserva de efectivo de casi 350 mil millones de dólares para invertir, el ejecutivo carece de experiencia en selección de acciones. Durante la reunión del sábado, se le preguntó sobre su estrategia de asignación de capital al asumir el cargo. Calificó la reserva de efectivo como un “activo enorme” y prometió continuidad. Sin embargo, su enfoque para la respuesta no fue el habitual para los empleados de Berkshire.