Un solo equipo a favor de la cultura
Salgo de las sesiones finales del 10mo. Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) repleto de certezas y con deseos de hacer cada vez más entre las diferentes generaciones de creadores, por el bien de la cultura y nuestro país. Fue un placer intercambiar con personas que admiro profundamente. Constituyó un orgullo, además, compartir con varios jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), que también integramos la Uneac, junto a maestros de Juventudes, Miembros de Honor de la AHS y otros creadores que son referentes para nosotros.
En la Asociación y en la Uneac tenemos inquietudes similares y deseos de hacer más allá de lo artístico y lo literario, por lo cual sería muy favorable conformar una plataforma de trabajo conjunta y sumar a otras organizaciones, para todos juntos aportar desde el pensamiento, nuestras labores cotidianas y proyectos creativos cada vez más abarcadores, con impacto en la sociedad de manera general. Ese podría ser un paso positivo en el afán de lograr una mayor articulación a nivel de país, como expresó el intelectual Abel Prieto Jiménez.
Todos tenemos muy claro cuáles son los principales desafíos. Lo más retador y a la vez hermoso es concretar sus soluciones. Podemos lograr más en ese sentido y conformar, por ejemplo, la estrategia general de comunicación y belleza de la cual hablamos en ocasiones, que potencie el orgullo nacional e influya más en la formación de los públicos.
Desde la cultura, desde proyectos audiovisuales y literarios y desde la mezcla de diversas manifestaciones artísticas podemos incidir más en el conocimiento de la historia de manera más atractiva. ¿Cómo llegar más a los diferentes tipos de públicos, incluidos los niños y los adolescentes, con los valores y las propuestas culturales que más nos interesan?, ¿cómo podemos contribuir, en mayor medida, a poner de moda la ética en todas partes en un contexto tan complejo como el actual?
Hay mucha inteligencia y diversidad en ambas organizaciones. Integrantes de la AHS y la Uneac podemos unirnos con más frecuencia para realizar conversatorios y presentaciones artísticas en universidades, preuniversitarios, escuelas secundarias… además de comunidades. A nosotros hace unos días nos entusiasmó, por ejemplo, cuando en zonas afectadas por el huracán Oscar en Guantánamo coincidimos con creadores de más experiencia, como el Maestro Juan González Fife, que estuvo en este congreso, o René Reyes, director de la Guerrilla de Teatreros de Granma.
Hoy, en circunstancias de mucha complejidad para el tejido social y cultural del país, estas dos organizaciones siguen siendo fuentes de esencias con profundo compromiso social. Sería favorable tener más equipos creativos de conjunto, y también en coordinación con el sistema institucional, conscientes de que en lo popular, en las tradiciones, en las bellas artes, en el orgullo de ser cubanos, en la dignidad como nación, en la capacidad para generar proyectos atractivos y emancipadores, en la esperanza, en la voluntad de conquistar aparentes utopías y también en el logro de prosperidad, radica la mayor plataforma descolonizadora a la que debemos aspirar como nación.
Podemos ser cada vez más puntos conectores entre todos los sectores de la sociedad. En Cuba hay una intelectualidad con pensamiento profundo, capacidad de análisis y gran compromiso con el pueblo y la nación. Eso uno lo percibe en los espacios de intercambios y se ha demostrado, por ejemplo, en todo el proceso del 10mo. Congreso de la Unión.
Siempre me gusta mencionar a los hermanos Saíz, a Luis y Sergio, los dos poetas que motivaron el nombre de la Asociación, porque, a pesar de su juventud, creo que en ellos y su obra palpitan parte de las esencias de lo que significa ser creadores en Cuba. Su madre Esther expresó en una ocasión que si Luis y Sergio estuviesen vivos, la AHS sería la organización a la cual les gustaría pertenecer. Estoy seguro de que ellos también sentirían orgullo de ser miembros de la Uneac.