Los pueblos abandonados más sorprendentes de España para visitar este verano
La despoblación es el proceso por el cual una región o área geográfica experimenta una disminución continua y significativa en su población residente. Esto puede deberse a varios factores, como la migración de personas a otras áreas más urbanizadas, la falta de oportunidades económicas locales, el envejecimiento de la población, la baja tasa de natalidad, entre otros
En España existen muchos pueblos que están abandonados debido a varios factores que ha provocado la despoblación. Estos son algunos de los más sorprendentes.
El Alamín, Madrid
En las proximidades de Villa del Prado, El Alamín recibe visitas regulares los fines de semana de entusiastas de la parapsicología y practicantes de airsoft, lo que supone un desafío para los residentes del pueblo y los propietarios, quienes ven cómo la verja sufre daños frecuentes.
Su existencia fue breve: fue erigido por orden del marqués de Comillas en la década de 1950 para albergar a los trabajadores de su finca, pero quedó abandonado de manera definitiva en el nuevo milenio, un resultado más del éxodo rural hacia las ciudades. Con un diseño austero, conserva sus calles alineadas, su iglesia, un pequeño convento, una plaza y una escuela, todos en un estado ruinoso.
Turruncún, La Rioja
Según los registros del INE, a principios del siglo XX tenía una población de 312 habitantes, cifra que fue disminuyendo gradualmente hasta alcanzar tres en 1991 y ninguno en 2001. En 1975, fue integrada al municipio de Arnedo, y en la actualidad cuenta con una zona recreativa cerca de sus límites. Además, forma parte del recorrido de la Ruta de los dinosaurios, diseñada para que familias puedan explorar huellas de estos antiguos animales en siete yacimientos ubicados entre Enciso y Navalsaz.
Os Teixos, Asturias
Os Teixois ejemplifica cómo un pueblo deshabitado puede ser restaurado y transformado para promover el turismo rural sostenible y preservar la cultura e historia local. Varias de sus edificaciones, representativas de la arquitectura rural tradicional asturiana, han sido adaptadas como museo, y además ofrece un restaurante que sirve platos caseros como fabada y cachopo, invitando a los visitantes a disfrutar de la gastronomía regional.
Villanueva de Zamajón, Huesca
Se trata de una pequeña localidad abandonada, visitada por los vecinos solo para labores agrícolas. Destacan la iglesia de La Inmaculada Concepción, de estilo gótico rural, la ermita de San Juan, y un torreón registrado en el Listado de Bienes de Interés Cultural y parte de la Ruta de los Torreones.
Granadilla, Cáceres
Granadilla es un pueblo abandonado situado en la provincia de Cáceres, en Extremadura, España. Fue deshabitado en la década de 1960 debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán, que inundó gran parte de la zona. Granadilla es conocido por su impresionante arquitectura mudéjar y renacentista, y sus calles empedradas y edificios históricos se mantienen en un estado de conservación notable. Es un destino popular para los turistas interesados en la historia y la arquitectura rural de España.
Búbal, Huesca
Búbal es un pueblo abandonado situado en la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, España. Este pueblo fue abandonado en la década de 1960 debido a la construcción del embalse de Búbal, que inundó la zona donde se encontraba el antiguo asentamiento.
Actualmente, Búbal es conocido por ser un pueblo sumergido bajo las aguas del embalse, lo que lo convierte en un lugar curioso y pintoresco. Durante la época de sequía extrema, las ruinas del antiguo pueblo pueden emerger de nuevo, ofreciendo un vistazo ocasional a las estructuras y la historia que yacen bajo las aguas.
Belchite Viejo, Zaragoza
Belchite Viejo es un pueblo abandonado y completamente en ruinas situado en la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón, España. Este pueblo fue escenario de una de las batallas más significativas de la Guerra Civil Española, conocida como la Batalla de Belchite.
Tras la guerra, Belchite Viejo quedó abandonado y en ruinas, conservando los impactos y estragos del conflicto bélico. Las ruinas de la iglesia parroquial y otros edificios son testimonio de la intensidad de los combates y la devastación sufrida. Hoy en día, Belchite Viejo se mantiene como un lugar de memoria histórica y un sitio de interés turístico y cultural, donde visitantes pueden explorar las estructuras deterioradas y reflexionar sobre los eventos históricos que ocurrieron allí.
Caudilla, Toledo
Tras la Guerra Civil, este pueblo quedó abandonado debido a la represalia sufrida por el terrateniente y sus tres hijos. Uno de los puntos más impresionantes es el deteriorado Castillo de Rivadeneyra, construido en el siglo XV. En 1999, fuertes vientos causaron el colapso de gran parte de su fachada, revelando de manera sorprendente una escultura de Cristo en lo alto de la torre izquierda.
Además, los visitantes pueden explorar los vestigios de su iglesia y cementerio, aunque ambos están cerrados al público. También se encuentran las ruinas de su antiguo ayuntamiento-escuela y apenas unas pocas calles, con algunas de las casas todavía en uso como residencias rurales.