Por qué los españoles tenemos dos apellidos: una divulgadora lingüística responde
En España e Hispanoamérica es común que los recién nacidos hereden los apellidos de sus padres, tanto su padre como su madre. En ese sentido, los nombres castellanos son particularmente largos —eso sin mencionar a quienes recuerdan hasta el último apellido en su linaje. Sin embargo, no es el caso en la mayoría de países del mundo, por ejemplo, Francia, Alemania, Estados Unidos o Australia, etc., donde solo cuentan con un apellido, usualmente el del padre.
De hecho, en España también se hacía de dicha manera. A principios del siglo XVI, los apellidos se empezaron a asignar conforme al del progenitor masculino. El Cardenal Cisneros aprobó esta medida en 1501 en un movimiento que pretendía unificar los registros y proteger la herencia e historia familiar. No obstante el sistema del doble apellidos comenzó a extenderse entre las clases altas de Castilla, sin consolidarse aún en el resto de España.
¿Por qué tenemos dos apellidos?
Según la divulgadora lingüística Elena Herraiz para el podcast 'Tenía la duda', durante el periodo de los Reyes Católicos y la expulsión de los judíos, las familias de la alta sociedad ya utilizaban ambos apellidos para demostrar que tanto padre como madre eran españoles sin ascendencia judía. Sin embargo, esto no era la normalidad, pues solo la nobleza hacía caso de dicha imposición.
Así, no fue sino hasta el siglo XIX cuando el doble apellido que era símbolo de la nobleza y "pureza de la sangre", se consolido como la norma para el resto de la sociedad. La razón es sencilla: esto ayudaría a la Administración en el control y la identificación de los ciudadanos. Así se fueron instaurando los primeros documentos censales con dos apellidos que datan de mediados del siglo XIX, y no sería hasta la creación del Registro Civil en 1871 cuando se institucionalizó.
Sistema de apellidos en otros países
En Portugal, el Código Civil permite usar dos apellidos, generalmente en orden inverso: primero el de la madre y luego el del padre. En Italia, tradicionalmente solo se usaba el apellido paterno, pero desde 2016 la ley permite utilizar ambos apellidos. En Francia, los apellidos también eran tradicionalmente paternos, pero desde 2005 se puede optar por usar ambos en cualquier orden o uno de ellos.
En Alemania, Reino Unido y Turquía no hay una regulación estricta sobre esta materia, pero es común que los matrimonios adopten el apellido del hombre. Esta práctica también se sigue en países como Japón y China, donde las mujeres no pierden su apellido de soltera, y en Estados Unidos.
Suecia es un caso peculiar en Europa, ya que se pueden adoptar ambos apellidos en el orden que elijan los padres. Si no llegan a un acuerdo, se utiliza solo el apellido materno.