Jerdy Schouten, el motor de Países Bajos: desconocido en su tierra, una lesión grave con 17 años y risotto antes de los partidos
Jerdy Schouten era un jugador casi invisible en Países Bajos, pese a que llevaba cuatro temporadas jugando en el Bolonia, las tres últimos como titular indiscutible. En el verano de 2023 apostó por fichar por el PSV, por volver a su país, y de repente se hizo visible en el equipo que ha ganado la liga. "Cuando jugué en el Bolonia, la gente en Holanda nunca me vio jugar mucho al fútbol. En Italia no lo hice diferente que aquí, pero ahora se oye más sobre mí", explica el centrocampista en una entrevista en "Helden Magazine". Incluso llegaba a darse el caso de que en la ciudad italiana lo paraban por la calle y cuando estaba en su tierra era un desconocido más.
En 2022 Van Gaal ya lo reclutó para la absoluta (nunca jugó en las categorías inferiores de la "Oranje"), pero no ha tenido continuidad hasta 2024, a las órdenes de Koeman y ya como futbolista del PSV. En la Eurocopa ha sido titular en todos los partidos, favorecido en parte por lesiones como la de Frenkie de Jong, que se perdió la cita. Está haciendo honor a los motes que le puso quien fuera su entrenador en el Bolonia, Sinisa Mihajlovic, desgraciadamente fallecido de leucemia en diciembre de 2022. De él decía que era como una lavadora por el trabajo sucio que hacía, aunque después lo cambió por "profesor". En Alemania, es el segundo jugador de su equipo que más kilómetros ha recorrido (48,8), el que más pases ha dado sin contar los centrales (267, con un 92 por ciento de acierto) y el que más balones ha recuperado sin ser defensa (18).
Su tío abuelo, una leyenda de Feyenoord
Antes de llegar a la Serie A se formó en varios equipos de Países Bajos. De más niño en el Vlotbrug, donde su padre era su entrenador, y en el Spijkenisse. Su tío abuelo, Henk, fue una leyenda del Feyenoord, con el que marcó 125 goles en 194 partidos. En un partido contra el Volewijckers anotó 9 tantos, en el triunfo por 11-4. Esa capacidad goleadora no la ha heredado Jerdy, que dio su siguiente salto, ya más profesional, al ADO Den Haag. Llegó en 2008 y le costó adaptarse. "Yo era un niño tímido entre todos esos pilluelos de la calle. Me tomó algunos años empoderarme. Hay que ser fuerte en el mundo del fútbol", explica en la misma entrevista.
Una grave lesión con 17 años
También supo pronto lo que era pasar por las lesiones, ya que con 17 años luchó contra el síndrome compartimental. Tardaron en diagnosticárselo: los seis primeros hospitales no sabían qué le sucedía, pero al séptimo acertaron. "Tuve problemas con la parte inferior de mis piernas. En pocas palabras: los músculos están contenidos en una especie de sacos que para mí estaban demasiado apretados, por lo que mis músculos no podían expandirse", desveló. Fueron necesarias dos operaciones para superarlo, ya que la primera salió mal. Después, la temporada que jugó en el Excelsior Rotterdam fue la que le permitió ir a Italia.
Risotto, lavarse el pelo...
Schouten es un jugador metódico tanto en el campo como fuera donde tiene una serie de rutinas antes de los partidos, que él mismo explicó en "Helden Magazine": la noche anterior come risotto con bistec y se lava el pelo y pone la alarma a la misma hora. Además, le gusta ser él mismo quien lleva las botas de fútbol al campo porque es su "responsabilidad, no la del club".
Está jugando su primera Eurocopa, en la que puede disputar la final si Países Bajos derrota a Inglaterra. Sobre todo en los últimos días, aparte de los rivales, también está pendiente del teléfono, porque su mujer sale de cuentas en julio.