«Decepción» entre los aliados de Sánchez ante el plan de regeneración
A la falta de concreción del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la pasada semana sobre el plan de regeneración democrática para combatir la «desinformación», se une la nula comunicación del Ejecutivo a sus propios aliados sobre los pasos a seguir para sacar adelante en el próximo periodo de sesiones un paquete de medidas en este sentido.
Este lunes una delegación del Gobierno encabezada por el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños –por el PSOE– y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, –por Sumar– inició una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para iniciar los trabajos parlamentarios y concretar las medidas en este sentido. Sin embargo, fuentes de los grupos parlamentarios que asistieron a la reunión –PNV, Bildu, Podemos y BNG– reconocieron con cierto malestar que el Ejecutivo no había desvelado ninguna iniciativa a trabajar, ni tampoco ha adelantado ningún plan de trabajo. Explican estas fuentes que se ha tratado de una «primera toma de contacto» que brilló por la «poca concreción». Se comprometió el Ejecutivo, aseguran, a intercambiar documentos para poder comenzar una batería de medidas, pero a la vuelta del verano. En el Gobierno se escudan–ante la «decepeción» de algunos de sus aliados– en que el objetivo de la ronda de contactos que terminará este martes con citas con representantes de ERC, PP y Coalición Canaria, era el de «escuchar» las propuestas de los grupos parlamentarios, pero evitó comprometerse con las reclamaciones de sus aliados. El ministro Félix Bolaños se mostró optimista al ver «puntos de encuentro» con los grupos. «Tenemos un interés compartido porque nuestra democracia sea más limpia», dijo.
El PNV se mostró abierto a apoyar las medidas de regeneración democrática propuestas por el Gobierno pero «siempre» que estén dentro de los «límites democráticos», aunque reclaman incluir en el plan del Ejecutivo la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, según informaron fuentes del partido.
Por Bildu, la portavoz Mertxe Aizpirua avisó a los socialistas en la reunión de que el acuerdo del PSOE con el PP para renovar el Poder Judicial «no conduce a nada y realmente no se puede pactar» ni es posible impulsar acuerdos para una regeneración democrática «con quienes precisamente hacen de su seña de existencia el mantenimiento de ese régimen del 78». Pero sí prestó a su formación para seguir abordando esta cuestión. Puso el foco la portavoz en la derogación de la «ley mordaza» o en los delitos de injurias.
Podemos, por su parte, mostró su «decepción» con la reunión y se unió a las críticas de Bildu en cuanto a la renovación del CGPJ con el PP. «Nos parece impensable que se pueda pensar en medidas de regeneración democrática si se acaba pactando con el PP)», afeó. Los morados entregaron un documento con iniciativas a incluir como la creación de un «Consejo Defensor del Derecho a la Información Veraz» y fijar un catálogo de medios y periodistas para señalar a quienes «difunden de forma reiterada información falsa». Mismas críticas desde el BNG. Su portavoz, Néstor Rego fue muy gráfico: «La reunión ha tenido algo de sol y algo de sombra, una de cal y otra de arena».