Cuando un sismo transformó una isla española en península marroquí en 1930
España cuenta con algunas islas de menor tamaño fuera de los icónicos archipiélagos: Baleares y Canarias. Cerca de la costa de África, en el límite con Marruecos existía una isla en específico llamada Peñón de Vélez de la Gomera, una pequeña roca ubicada en el norte de África pero de pertenencia española que en 1930 cambio para siempre.
Una mañana corriente en dicho año, un terremoto de magnitud 7 con epicentro en Fez movió las placas tectónicas africana e ibérica, depositando arena entre el peñón y la costa africana y creando un tómbolo, una lengua de tierra que los unió. Curiosamente, este hecho convirtió la línea de costa de apenas 85 metros en la frontera terrestre más pequeña del mundo.
Un lugar de conflicto entre Marruecos y España
Históricamente, el Peñón de Vélez de la Gomera ha sido motivo de disputas territoriales, al estilo la isla perejil, y, aunque actualmente solo alberga a militares españoles, en el pasado llegó a tener cerca de mil residentes censados. Estéticamente, las calles del peñón se asemejan a un pueblo andaluz, con paredes encaladas y trazados sinuosos.
Si bien el Peñón ha estado bajo soberanía española desde 1564, no ha dejado de ser escenario de varios incidentes de reivindicación territorial, siendo el último en 2012, cuando activistas marroquíes, miembros del Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta y Melilla, izaron banderas en su cima.
Cabe aclarar que, aunque su reducido tamaño y su situación geográfica pueden parecer insignificantes, el Peñón sigue siendo un símbolo de la presencia española en el norte de África y un recordatorio de las complejas relaciones históricas entre España y Marruecos.
Qué hay en el Peñón de Vélez de Gomera
En la actualidad, el peñón está gestionado por el Ministerio de Defensa español, y su vigilancia y mantenimiento son responsabilidad de la Comandancia General Militar de Melilla. Es decir, que solo alberga una pequeña guarnición militar española y varias estructuras defensivas.
Entre sus instalaciones se encuentran un cuartel, almacenes y un helipuerto. Aunque actualmente no tiene residentes civiles, su importancia estratégica y militar sigue siendo significativa. El enclave también cuenta con características típicas de un pequeño pueblo andaluz, como calles estrechas y casas encaladas de colores blancos o claros.