Avispas y abejas: ¿Cómo diferenciarlas?
En muchas ocasiones, el miedo no es otra cosa que desconocimiento y, en otras tantas, es ese mismo temor el que hace que no queramos saber más acerca de un aspecto de la vida. De pequeños, muchas veces se oía en los patios de los colegios aquello de que 'las hormigas rojas son las malas porque pican, y las negras no'. Se asumía como un dogma y listo, pero lo cierto es que para cualquiera que haya enredado con estos seres siendo niño sabe que pican todas por igual.
Atribuirle a un ser vivo de una inteligencia tan simple como son las hormigas, las medusas o las avispas un componente de maldad simplemente porque su comportamiento nos molesta o su presencia nos desagrada, escapa de todo raciocinio. Estos animales simplemente actúan acorde a sus instintos, no es posible la maldad en ellos. De hecho, algunos tan simples como las medusas u otra clase de 'cnidarios', se mueven por la corriente, no tienen una voluntad de ir a 'atacarnos directamente'.
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Falta de perspectiva biológica
Así de injustos somos a veces los seres humanos con pequeños invertebrados como las abejas y las avispas. Debido al terror le causa a algunas personas ver revoloteando cerca a uno de estos animales, caen en una cerrazón de conocimiento. No querer ver más allá lleva, en este caso como en todos en la vida, a buscar soluciones simplistas para no tener que pensar demasiado, como es: 'la abeja hace miel, luego es buena' o 'las avispas pueden picar, luego son malas'.
Se establece así una visión dicotómica del reino animal entre los malignos bichejos que nos molestan cuando estamos tomando una cerveza en la terraza en verano y los maravillosos seres peludos que fabrican miel o que son agradables para la vista. Si atendiésemos a razones lógicas y no instintivas, veríamos que numerosos estudios científicos han demostrado que las vacas o los caballos causan más muertes anuales que los temibles tiburones o los cocodrilos.
Esta clase de pensamiento atrofiado constituye una falacia en la que, por los impulsos de miedo que nos genera la visión de estos animales, no somos capaces de ver los riesgos en perspectiva. Al igual que ocurre con la gente que tiene fobia a los aviones, pero no a los coches, cuando estos últimos causan muchas más muertes por accidente al año.
¿Qué diferencia una abeja de una avispa?
Ni las avispas son tan malas malísimas, ni las abejas tan buenas bonísimas, no caben en su naturaleza conceptos así. Sin embargo, y aunque por su apariencia parecerían similares, no podrían ser dos insectos más contrarios en todos los aspectos.
Características de las avispas
- Pertenecen a la familia 'Vespidae'.
- Tienen una cintura muy estrecha que separa tórax y abdomen.
- Suelen ser más grandes en tamaño.
- Puede picar varias veces sin morir, su aguijón no está unido a su 'estómago'.
- No tienen pelitos por el cuerpo.
- Son depredadoras y carroñeras, se alimentan de carne muerta y otros animales.
- Pueden ser tanto seres sociales como solitarias, depende de la especie.
- Sus colmenas están hechas de barro o de una sustancia parecida al papel que segregan.
- No producen miel.
- Son beneficiosas para los cultivos, ya que cazan a otros insectos que podrían ser plagas.
Características de las abejas
- Pertenecen a la superfamilia de los 'apoideos'.
- Tienen una cintura menos estrecha, y suelen tener un cuerpo más abultado.
- La mayoría de especies son de menos tamaño.
- Su aguijón está unido a su sistema digestivo, por lo que si pican, lo más probable es que mueran a los pocos minutos.
- Suelen tener el cuerpo cubierto de pelitos, a los que se adhiere el polen.
- Se alimentan del néctar y el polen de las flores, no comen otros animales.
- Siempre son sociales, todas las especies viven en comunidad.
- Sus colmenas están hechas de cera.
- Producen miel y jalea real, alimentos muy energéticos.
- Son beneficiosas para los cultivos, ya que polinizan las plantas.
Por lo tanto, no se puede concluir que las avispas 'no tengan ninguna función en el ecosistema' ni ningún beneficio para el ser humano, sino todo lo contrario. Pueden resultar molestas cuando se acercan en la piscina o nos pican porque se sienten amenazadas, pero sin ellas existirían más plagas de otros insectos mucho más peligrosos para la salud.
La curiosa defensa de las abejas
Una de las mayores amenazas para las abejas de todo el mundo en los últimos años ha sido la proliferación por todo el globo de los avispones asiáticos o 'avispas asesinas', que masacran a estas productoras de miel. Esta clase de avispones suelen cazar en solitario, atreviéndose incluso a penetrar en el interior de las colmenas de abejas para alimentarse de ellas.
Debido a su enorme tamaño en comparación a la de las pequeñas abejas y a su durísimo exoesqueleto, las abejas parecerían completamente indefensas ante este depredador. Sin embargo, la batalla que no logran vencer por sus cualidades, la ganan por número. Algunas abejas han sido filmadas practicando una increíble estrategia de defensa contra las avispas asesinas: literalmente, las asan vivas. Así lo compartían en vídeo unos productores de abejas en TikTok.
Cuando una avispa ataca a una abeja dentro de la colmena, el resto se abalanzan sobre ella y comienzan a agitar frenéticamente sus diminutos cuerpos. De esta forma, consiguen generar el calor suficiente como para matar al avispón por sofoco, ya que éste soporta peor que las abejas las altas temperaturas.