El "Ecce Homo" de Caravaggio que el Gobierno dejó escapar a precio de saldo
El precio de un Caravaggio como el "Ecce Homo" nunca baja de los cien millones de euros. El Gobierno de España, sin embargo, rechazó la posibilidad de adquirir este cuadro en octubre de 2023 por un importe de 30,4 millones. Es la ridícula cantidad, teniendo en cuenta su valor real, que sí pagó un ciudadano británico anónimo, con residencia en España, a la familia Pérez de Castro Méndez, que destaca por su gran tradición artística y política
La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español recomendó entonces al Ministerio de Cultura que ejerciera su derecho de tanteo en la venta de esta obra BIC entre particulares. "Dada la gran relevancia artística e histórica de esta pintura y su gran vinculación con nuestro país, donde se conserva desde mediados del siglo XVII como consecuencia del coleccionismo de los virreyes de Nápoles y de los reyes de España, la Junta propone elevar a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes este asunto para que, desde ese centro directivo, se realicen las gestiones que sean necesarias para determinar las posibilidades reales de adquisición de la pintura en los términos y condiciones comunicados por el vendedor", dice la documentación oficial a la que ha tenido acceso El Confidencial.
Pero el Gobierno desechó esta oportunidad alegando que no había dinero en las arcas para pagar los más de 30 millones de euros y que además, dada su situación de "gobierno en funciones", la decisión de adquirir el cuadro excedía las tareas de "despacho ordinario de los asuntos públicos". En mayo de 2024 el nuevo propietario cedió en préstamo durante nueve meses el "Ecce Homo" , que ahora permanece expuesto en el Museo Nacional del Prado en una instalación individual especial en la sala 8 A del edificio Villanueva. La pintura no podrá salir de España, pero, una vez que la exposición (que lleva por título "El Caravaggio Perdido") finalice, el 23 de febrero de 2025, el público dejará de tener acceso a la obra.
El cuadro, pintado por el gran artista italiano hacia 1605-1609 y que formó parte de la colección privada de Felipe IV de España, es una de las, aproximadamente, únicas 60 obras conocidas de Caravaggio que existen, lo que justifica su extraordinario valor. El Museo del Prado alertó al Ministerio de Cultura de la relevancia del cuadro tras su reaparición en la casa de subastas Ansorena, cuando se atribuyó a un alumno de José de Ribera. Tres años después, el "Ecce Homo" de Caravaggio cuelga de las paredes del Prado en una sala exclusiva gracias a la generosidad de su nuevo dueño, del que no se conoce la identidad.
Caravaggio quiso plasmar el sufrimiento de Cristo en los días previos a su muerte en la cruz, conocidos como la Pasión. Con las palabras "Aquí está el hombre" ("Ecce Homo"), Pilatos presentó la lastimosa escena que aparece en el cuadro. La figura más cercana al espectador, que se inclina sobre el parapeto delantero, es Pilatos. Cristo ocupa, con gesto doliente, el centro de la composición. Las vívidas gotas de sangre replican el carmín del manto que el soldado a su izquierda le coloca sobre los hombros, contrastando con su carne pálida. Los tres personajes remiten a modelos empleados por Caravaggio en algunos cuadros pintados previamente, y sus expresiones dramáticas son características del estilo de narración pictórica del artista.
Caravaggio tuvo que abandonar Roma, donde había triunfado como pintor, tras herir de muerte en 1606 en una disputa a un hombre llamado Ranuccio Tomassoni. Para evitar la pena de muerte que pesaría sobre él por el crimen, abandonó la ciudad en mayo de 1606 y se fue a Nápoles. Tras una exitosa serie de encargos, viajó a Malta en 1607 para convertirse en caballero de la orden de San Juan. Al año siguiente, quizá por haberse descubierto sus antecedentes criminales, el pintor escapó a Sicilia, y de nuevo a Nápoles, esperando recibir noticias de un posible indulto. Durante estos años turbulentos pintó el "Ecce Homo", que refleja bien la tensión de un fugitivo. Muestra también cómo su obra tardía evolucionó hacia un estilo más rápido y sintético que el de sus obras más tempranas.
El "Ecce Homo" ha sido restaurado por el especialista Andrea Cipriani y su equipo bajo la supervisión de expertos de la Comunidad de Madrid. Gracias a una exhaustiva investigación realizada por Claudio Falcucci -ingeniero nuclear especializado en la aplicación de técnicas científicas al estudio y conservación del patrimonio cultural-, el trabajo se llevó a cabo de manera rigurosa.
La pintura está fuertemente vinculada a la historia del coleccionismo español. Aunque se desconoce cuándo y para quién se creó, aparece por primera vez con bastante seguridad en 1631 entre los bienes de Juan de Lezcano, un secretario del virrey en la corte de Nápoles. En 1657 pasó a manos del conde de Castrillo, quien estuvo al frente del virreinato napolitano de 1653 a 1659. Enviada a Madrid, la pintura pasó al rey Felipe IV, apareciendo en 1666 en el Real Alcázar. Siguió desde entonces en la colección real, registrándose en 1789 en la Casa de Campo. Más adelante fue del ministro de Carlos IV Manuel Godoy, pasando con parte de su pinacoteca a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando a comienzos del siglo XIX. En 1823, esa institución la permutó por una obra de Alonso Cano al político Evaristo Pérez de Castro, redactor de la Constitución de 1812 y un gran coleccionista de arte. De este pasó a sus descendientes y se sabe que hasta 2021 la obra se encontraba en el barrio de Salamanca, concretamente en el piso de esta familia.
El Ministerio que ahora dirige Ernest Urtasun, enfrascado en su plan de descolonización de los museos españoles, dispuso en 2023, año de la puja, de un presupuesto de 1.804 millones de euros. No había "crédito suficiente", pero según el propio Ministerio de Cultura, ese mismo año, con Miquel Iceta como ministro, realizó una inversión de casi 14 millones de euros en adquisición de bienes culturales. Actualmente, destina una partida de casi tres millones de euros a actividades culturales y creativas con especial atención a la sostenibilidad medioambiental» y a "la igualdad de género". Y otros ocho millones a la producción de videojuegos, pódcast y otras formas de creación digital.