El estado de la Justicia: juzgados que amenazan con derrumbarse
La localidad toledana de Illescas, en Castilla y La-Mancha, es de los pequeños municipios de todo el país que en los últimos años están viviendo un aumento más patente de su población, pero también del número de nuevas empresas que se asientan en la zona.
Bautizada ya por alguno como la gran base logística para grandes empresas como Amazon o Airbus, Illescas, que cuenta, según el INE, con más de 30.000 vecinos, tiene un grave problema con tres de sus juzgados desde hace, al menos, 15 años que los sucesivos equipos del Ministerio de Justicia no ha atendido.
El número siete de la Calle Cruz que alberga los tribunales de Instrucción número 2 y 3 tiene muchas partes clausuradas por las goteras estructurales que hace inestable el edificio. Es en palabras de un representante del CSIF una infraestructura "prácticamente ruinosa" en la que han tenido que colocar referenciasen las paredes –conocidas arquitectónicamente como testigos– para ver si la estructura se mueve.
Una parte de estas mismas instalaciones albergó también hace poco el Juzgado de Primera Instancia número 1, pero tuvieron que trasladarlo a otro lugar después de que el edifico colindante se derrumbase. Ahora, hubo que cerrar el archivo, la sala de vistas, donde permanecían los detenidos y hasta los baños.
La sala de vistas ha tenido que trasladarse al propio despacho del juez de instrucción y lo comparte con funcionarios porque no hay espacio para todos con gran parte del juzgado impracticable.
Más problemático es el día a día en la zona que alberga la instancia judicial número 3, de violencia de género, que tiene actuaciones constantes.
Tienen puestas denuncias desde hace 15 años y hubo un momento en el que hasta se derrumbó el techo de la oficina que ocupaba el fiscal con la suerte de que fue de noche y no hubo que lamentar una desgracia.
Por otro lado, el de Juzgado de Instrucción número 8 se trasladó este pasado abril a otro emplazamiento que también está dando problemas. Se alquiló para albergarlo un local situado en una planta baja y en un sótano. Tiene fuertes humedades, razón por la que el anterior inquilino, una entidad bancaria, lo abandonó.
Denuncia desde el CSIF el evidente riesgo para la salud al que se exponen los nueve funcionarios que allí trabajan diariamente. Los hongos que impregnan el lugar podrían acabar por generarles, advierten, problemas respiratorios.
El principal obstáculo al que se enfrentan a la hora de que toda esta serie de profundas deficiencias en la Justicia illescana acaben siendo cosa del pasado es que, por un lado, las denuncias van a parar a la inspección de Trabajo y como esta no puede multar a la propia Administración, hay prerrogativas y "es como si no fuera responsabilidad de nadie".
Pero hay otro no menos importante que impide que se pueda revertir esta realidad en los juzgados de la localidad toledana. El Ministerio de Justicia lleva sin atender su reivindicación de que se construya un Palacio de la Justicia para los ocho tribunales que hay.
De hecho, recuerdan desde el sindicato, si hubiera solo uno más, nueve, tendría que haber por ley separación de jurisdicciones. Tienen, además, aseguran, una carga de trabajo por encima de la media de la Castilla-La Mancha y la nacional por la zona de influencia que tienen Illescas y que abarca La Sabra y hasta Parla.
A principios de siglo el Ayuntamiento cedió terrenos al Ministerio para su construcción, pero como no se llegó a comenzar con los planes de obra, fueron devueltos al consistorio.