Alemania no carbura: su PIB ha caído en cuatro de los siete últimos trimestres
La economía alemana continúa sin levantar cabeza. En el segundo trimestre de 2024, el PIB bajó un 0,1%, por debajo de las expectativas del Gobierno. De esta forma, la mayor economía de Europa ha registrado caídas del PIB en cuatro de los siete últimos trimestres y, a pesar de haber evitado la recesión técnica, no ha conseguido encadenar dos trimestres consecutivos de expansión en los dos últimos años.
La industria manufacturera atraviesa una crisis derivada de varios factores, entre ellos problemas estructurales como el coste de la energía, la digitalización y la falta de mano de obra cualificada. Pero la baza fuerte de la locomotora europea renquea desde que, tras el parón de la pandemia, comenzara la crisis energética a raíz de la invasión rusa de Ucrania. La producción no ha vuelto a los niveles de antes del confinamiento y, a pesar de que en junio se produjo un aumento del 1,4%, en los meses anteriores dicho valor fue negativo. Ya en 2023, la economía alemana se redujo un 0,3%. El pasado junio, las exportaciones cayeron un 3,5%.
El Instituto Ifo registró a finales de agosto una caída en las expectativas de los exportadores a -4,8 puntos, desde -2,2 puntos en julio. «Los exportadores no se están beneficiando actualmente del crecimiento económico en otros países europeos», señaló el economista Klaus Wohlrabe, jefe de encuestas del organismo. Y aseguró que «por el momento, el sector exportador deja de ser un motor de crecimiento para la economía alemana». Tanto la industria automovilística como la metalúrgica esperan menos encargos del exterior.
La mirada se vuelve, por ello, hacia la demanda interna. La bajada de la inflación al 2% después de subir al 2,3% en julio ha avivado las esperanzas en el consumo. El índice GfK vaticina una mejora de la confianza de los consumidores en la segunda mitad de 2024. Los precios de los alimentos subieron un 1,3% en lo que va del año respecto a 2023, mientras que la energía disminuyó un 1,7%, si bien veníamos de precios inusualmente altos. Sin embargo, el índice de empleo del Instituto para la Investigación Económica Ifo no augura una recuperación de la economía en base a la evolución del mercado laboral en los próximos meses.
El mercado laboral sufre
La contracción del PIB, la caída de la producción, el aumento en las insolvencias empresariales un 30,9% en comparación con el año anterior, y el alza del desempleo en pleno julio en 18.000 personas, inusual para esa época –con tan solo 7.000 empleos nuevos en ese mes– y la caída en agosto, son señales preocupantes que indican que la economía alemana no marcha todo lo bien que debiera. En agosto, 63.000 personas más engrosaron las cifras del paro. «La debilidad económica está dejando cada vez más huellas en el mercado laboral alemán, que aún es robusto en general», asegura el economista Marc Schattenberg, del Deutsche Bank Research.
Los autónomos no están nada contentos con la situación actual. El presidente de la Confederación Central de Artesanos de Alemania (ZDH), que agrupa a fontaneros, electricistas y otros oficios manuales, Jörg Dittrich, criticó el jueves en el diario «Frankfurter Allgemeine Zeitung» lo que él considera una ausencia de medidas políticas para mantener la economía en el nivel actual: «En Alemania, estamos permitiendo conscientemente que nuestra competitividad se deteriore». Por ello, pidió ajustar la edad de jubilación en función de la esperanza de vida y reducir el salario al 80% en caso de enfermedad. Considera además que el subsidio por desempleo, que el Gobierno ha elevado, es muy alto y desmotiva a los trabajadores.
Difícil equilibrio político
El partido liberal FDP trata de conseguir el equilibrio que le reclaman sus socios. Mientras por un lado autoriza medidas como las subidas del subsidio o del salario mínimo, quiere mantener el freno a la deuda. Es por ello que en agosto una serie de políticos de este partido advirtieron en una carta a los partidos SPD y Verdes que no modifiquen la iniciativa de crecimiento aprobada junto con el presupuesto federal de 2025 durante el proceso parlamentario, ya que generaría desconfianza: «Tenemos un paquete de 49 impulsos de crecimiento y el presupuesto federal para el próximo año, que fue elaborado con mucho esfuerzo», aseguraron al diario «Bild». «Ahora debe ser aprobado rápidamente y en su totalidad por el Parlamento». La Ley de Oportunidades de Crecimiento, aprobada en marzo, prevé bonificaciones para los coches eléctricos con una reducción de los impuestos en su compra y permite que los autónomos tengan un margen mayor de pérdidas antes de declararse insolventes. Además, promete menos pasos burocráticos para las empresas.