Irán ultima su nuevo portaaviones diseñado para el lanzamiento de drones
Irán comenzó a construir su primer portaaviones en 2022, y dos años después, el Shahid Bahman Bagheri está casi terminado. Las últimas imágenes difundidas muestran los últimos retoques en el buque de casi 245 metros, entre los que se cuenta una cubierta de vuelo en ángulo con marcas para ayudar a guiar a los aviones de aterrizaje. El Bagheri no es un portaaviones propiamente dicho, como los superportaaviones de 300 metros de la Marina estadounidense. Es más bien un portacontenedores comercial con modificaciones que le permiten lanzar y aterrizar pequeñas aeronaves, casi con toda seguridad drones.
El buque no pertenece a la Marina iraní, sino que forma parte de la Armada del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una rama militar distinta a la Armada regular iraní. El Pasdaran, como se conoce a la Guardia Revolucionaria, es el cuerpo encargado de defender el régimen teocrático nacido de la Revolución de 1979. Actores internacionales como Estados Unidos o la Unión Europea consideran a esta rama del Ejército como una organización terrorista.
La Armada regular patrulla aguas lejanas con una flota de submarinos y pequeñas fragatas envejecidas. La Guardia Revolucionaria, con sus misiles, lanchas rápidas enjambre y drones, opera sobre todo en el Golfo Pérsico. Operaciones que a menudo implican provocaciones deliberadas, como hostigar o apresar buques extranjeros y derribar drones extranjeros en el espacio aéreo internacional.
Es esta fuerza, por tanto, la que está a punto de hacerse mucho más poderosa, con una plataforma marítima que puede ampliar el alcance de los propios drones iraníes, incluidos los de vigilancia y ataque reutilizables y los de ataque «kamikaze» de un solo uso.
El Bagheri, no obstante, es un buque rudimentario. Mientras que las grandes armadas construyen portaaviones desde la quilla con cubiertas de vuelo inclinadas para optimizar las operaciones de vuelo, la Guardia Revolucionaria inclinó la cubierta de vuelo del Bagheri porque no tenía otra opción. Esto se debe a que, como portacontenedores reconvertido, el buque tiene una voluminosa superestructura que ocupa toda la anchura del casco cerca de la popa. Un portaaviones normal tiene una o varias «islas» de superestructura a un lado, lo que permite a los aviones aterrizar por la popa, pero esto es imposible para los aviones que aterrizan en el Bagheri.
Para maximizar la longitud de la cubierta de vuelo del flattop, los diseñadores del buque no tuvieron más remedio que inclinar la cubierta alrededor de la superestructura, una improvisación que les obligó a extender torpemente la cubierta sobre el costado de babor del buque. Es decir, la cubierta en ángulo del Bagheri no hace lo que hacen las cubiertas en ángulo de los portaaviones de la Armada de Estados Unidos: aumentar la velocidad de lanzamiento y aterrizaje de los aviones.
Incluso con su cubierta en ángulo, el Bagheri es un portaaviones de un solo avión por vez: su pista en ángulo, a diferencia de la de un portaaviones estadounidense, se utiliza tanto para aterrizar como para despegar. Tiene una rampa de «salto de esquí» en la proa, que permite a las aeronaves de ala fija despegar con cargas más pesadas.
Queda por ver qué tipo de aviones no tripulados podría pilotar el Pasdaran desde Bagheri: su grupo aéreo incluirá probablemente algunas aeronaves de ala rotatoria, posiblemente tripuladas, pero la pista en ángulo está claramente pensada para aeronaves de ala fija.
Tanto la armada regular iraní como la Guardia Revolucionaria también operan buques comerciales reconvertidos con cubiertas de vuelo más pequeñas y cuadradas que están optimizadas para helicópteros tripulados, aviones no tripulados de ala rotatoria y aviones no tripulados kamikaze lanzados con catapulta.
El diseño del Bagheri indica que su grupo aéreo probablemente será principalmente reutilizable, destinado a regresar al buque entre misiones. Podría ser principalmente un portaaviones Shahed-129. El Shahed-129, de 26 pies de largo y propulsado por hélice, es uno de los mejores aviones no tripulados de Irán, capaz de transportar sensores y pequeñas municiones guiadas hasta una distancia de mil millas. Aunque un Shahed-129 no necesita necesariamente un portaaviones para recorrer todo el Golfo Pérsico, su despliegue desde un buque en el mar podría extender su alcance a los países vecinos y al Golfo de Omán, o incluso más lejos. Si Teherán amplía las atribuciones del Pasdaran para incluir provocaciones más allá de las costas iraníes, Bagheri y un ala de Shahed-129 podrían abrir el camino.
El Bagheri y sus aviones teledirigidos dará que hablar. Y es que las guerras reales en curso en los mares Negro y Rojo han demostrado que la importancia de los aviones no tripulados no hace sino crecer