El sorprendente motivo por el cual las tapas de los bolígrafos BIC tienen un agujero: "Pensé que era solo un accesorio"
Con el comienzo del nuevo curso escolar, es típico que padres e hijos busquen el material necesario para que los jóvenes desempeñen sus habilidades de una manera correcta. Además de los libros de texto, cuya inversión media por familia superó los 95 euros en el curso 2023-2024, también hay otros elementos importantes para que los niños vayan preparados a la escuela.
Calculadoras, borradores, reglas, lápices o bolígrafos también deben ser indispensables en cualquier mochila o estuche. Asimismo, también hay marcas que sobreviven al paso del tiempo, proporcionando estos artículos a generaciones de estudiantes.
La empresa de borradores MILAN es una de ellas, mientras que, en el caso de los bolígrafos, BIC se alza como una de las que nunca falta en las ofertas de las papelerías. Sobre esta última, decir que tiene un origen francés, ya que se creó de la mano de Marcel Bich y Édouard Buffard al final de la Segunda Guerra Mundial, en Clichy, Francia.
No fue hasta 1950 que Bich compró la licencia de la patente el diseño del húngaro y posteriormente nacionalizado argentino László Biró, inventor del bolígrafo, y lo mejoró, creando así sus propios artículos bajo la marca BIC. Durante los años siguientes, la sociedad BIC se expandió por los diferentes países del mundo y adquirió otras empresas que ampliaron su oferta de productos, como es el caso de los Tipp-Ex.
Sin embargo, su producto más característico siempre fue su bolígrafo, cuyo diseño fue tan icónico que, actualmente, se presenta en diferentes exposiciones como las del Museo de Arte Moderno de Nueva York o el Centro Pompidou de París.
Sin embargo, este diseño no ha sido fijo, ya que ha habido algún elemento que ha sufrido cambios con el paso del tiempo. Concretamente, hablamos de la tapa o capuchón de estos bolígrafos, cuyo elemento más característico es el agujero en la punta.
¿Por qué tiene un agujero la tapa de los bolígrafos BIC?
Aunque en sus diseños más tempraneros no existían estos agujeros, desde principios de los años 90 del siglo pasado la marca decidió incorporarlos en sus tapas, por cuestión de seguridad, dirigida sobre todo a los más pequeños. Según explicó la propia BIC, lo hicieron "para minimizar el riesgo de que los niños se ahoguen" cuando las tragan accidentalmente.
Con ello, BIC se asegura que las tapas de sus bolígrafos cumplan las normativas ISO 11540 y BS 7272-1, destinadas para instrumentos de escritura, cuyo objetivo es la reducción del riesgo de asfixia de niños de hasta 14 años en caso de que se traguen uno de estos artilugios.
Como explica el técnico de emergencias sanitarias, Miguel Assal, esta decisión "ha salvado la vida de muchos niños", ya que, al no estar cerrada la tapa y permitir el paso del aire, la persona que haya tragado la tapa no va a tener una obstrucción completa de la vía aérea, sino parcial, lo que le permitirá respirar.
En caso de que suceda, explica Assal, hemos de mantener la calma, ya que mientras nosotros o nuestro hijo tosa, significa que puede respirar. Aunque avisa que debemos trasladarnos a urgencias de un centro hospitalario para que el objeto sea retirado, así como vigilar atentamente si la otra persona deja de respirar.
Ante esta revelación, la publicación de Assal ha recibido multitud de comentarios contando sus experiencias con las tapas de estos bolígrafos, así como sorpresa ante la revelación del motivo de la presencia del agujero en estos bolígrafos: "Yo lo usaba como silbato y pensé que era solo un accesorio entretenido para silbar", revela uno de ellos, mientras que otros destacan la gran idea que tuvo BIC.