Snus: el producto de nicotina oral percibido como una amenaza pero que ha ayudado a reducir el tabaquismo en Suecia
Durante las últimas semanas ha crecido la preocupación sobre el consumo de snus. Esta alternativa al cigarrillo que se caracteriza por ser libre de humo se coloca entre el labio y la encía y administra nicotina por vía oral. Aunque se presente como novedoso, es un producto tradicional y que se viene usando en países como Suecia, de donde es autóctono, desde hace más de 50 años. Precisamente, gracias a su uso, Suecia está a punto de convertirse en el primer país libre de humo del mundo: ha reducido su tasa de tabaquismo del 15% en 2008 al 5,6% hoy en día, la tasa más baja de toda la UE (cuya tasa media es de un 23%).
Las alternativas libres de humo no están exentas de riesgo, pero reducen la exposición a sustancias tóxicas en hasta un 95% en comparación con los cigarrillos tradicionales. Productos como los cigarrillos electrónicos, los dispositivos de calentamiento de tabaco, el snus, las bolsitas de nicotina o los parches de nicotina han sido diseñados como opciones menos perjudiciales para los fumadores que no pueden o no quieren dejarlo, pero no como una vía de entrada al tabaquismo.
De hecho, según el Eurobarómetro 2024 elaborado por la Comisión Europea, el 86% de los españoles reconoce haber empezado a fumar con cigarrillos manufacturados, mientras que solo el 2% se inició con cigarrillos electrónicos. La encuesta no recoge datos de nicotina oral, lo que refleja que su consumo es mínimo. Además, según el Eurobarómetro, los cigarrillos electrónicos son la segunda opción más usada por los españoles para dejar de fumar (7%), por detrás de la opción de dejarlo sin ayuda (14%). Asimismo, el 47% de los fumadores españoles encuestados reconoce que el uso de tabaco calentado le ha ayudado a dejar de fumar o reducir su consumo (37% en UE), mientras que en el caso del cigarrillo electrónico es del 11% (27% UE)
Las propias compañías tabacaleras repiten un mensaje al unísono: si no fumas, no empieces; si fumas, déjalo. Pero la realidad es que no todos los fumadores son capaces de abandonar este hábito o los hay que incluso no quieren. Precisamente, para ellos, se han diseñado las alternativas como el "snus blanco", con el objetivo de reducir su riesgo de sufrir enfermedades vinculadas al tabaquismo. Suecia es el claro ejemplo de su efectividad.
La incidencia del cáncer en Suecia es un 41% inferior que en el resto de sus homólogos europeos, lo que equivale a un nivel 38% menor de muertes totales por cáncer. En todas las enfermedades relacionadas con el tabaco, Suecia tiene una tasa de mortalidad un 39,6% más baja que la media de la UE y es uno de los tres países con el menor número de muertes por cáncer de pulmón, según recoge el informe "La experiencia Suecia, hoja de ruta para una sociedad sin humo". En esta línea, en 2019, la FDA estadounidense autorizó comercializar estos productos específicos con el reclamo: "El uso snus 'general' en lugar de cigarrillos supone un menor riesgo de cáncer de boca, enfermedades del corazón, cáncer de pulmón, accidente cerebrovascular, enfisema y bronquitis crónica", afirmó.
El doctor Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, insiste en que "la lucha contra el tabaquismo debe ser contra el cigarrillo, no contra la nicotina". Y es que esta sustancia, pese a ser adictiva, no es cancerígena. Lo que mata es el cigarrillo, no la nicotina. "Esta no es el problema, hasta tal punto que está legalizada la venta de parches, chicles y sprays. La nicotina no produce cáncer y no tiene ningún efecto más allá de una pequeña generación de placer y un aumento de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial, como lo hace el café", insiste Fernández Bueno.
El psicólogo sueco y uno de los especialistas mundiales más importantes de la lucha contra el tabaquismo Karl Fagerström cree que el objetivo de vivir en un mundo sin cigarrillos es posible, pero no tanto hacerlo en uno sin nicotina o sin otro tipo de productos de tabaco como el cigarrillo electrónico, los parches y chicles de nicotina o el tabaco calentado y el snus. "Sería como pensar en deshacernos de la cafeína o el alcohol", insistió durante el 25 Congreso nacional de patología dual organizado por la Sociedad Española de patología Dual (SEPD) y celebrado el verano de 2023. Con todo ello, los expertos en reducción del daño también consideran necesario plantear una regulación de la nicotina oral en lo que se refiere, por supuesto, a la prohibición de uso por menores, y a los contenidos máximos de nicotina
Fagerström explicó que el escenario razonable para el futuro es que "seguirá habiendo un importante número de personas que estén consumiendo nicotina" y que uno de los objetivos claves para la salud pública es que puedan consumirla mediante "formas más seguras", "menos dañinas para su salud". "En Suecia se ha calculado que si la UE tuviera los mismos hábitos de fumar que los hombres y mujeres suecos, habríamos salvado 360.000 vidas al año. Así que no querer hacer nada más que dar consejos para que la gente deje de fumar tiene un precio", sentenció.
Precisamente por ello, expertos internacionales en reducción del daño por tabaquismo reclaman a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que incluya el uso de alternativas libres de humo entre sus nuevas recomendaciones para reducir la cifra mundial de fumadores, que sigue anclada por encima de los 1.000 millones desde hace 20 años. Del total, la mitad de ellos morirán si no abandonan este hábito.