La llegada al mercado del avión chino C919 pone en alerta a Airbus
Hay un nuevo jugador en el mercado de los fabricantes de aviones. Y no es menor. Después de casi dos décadas de desarrollo, China ha logrado poner en el mercado su primer avión comercial de pasajeros de tamaño medio y fuselaje estrecho, el Comac C919. Un aparato con capacidad para transportar entre 156 a 168 pasajeros en su configuración normal y un alcance de hasta 5.555 kilómetros que pretende competir con modelos ya consolidados como el Airbus A320 y el Boeing 737 y cuya mera aparición en la escena aeronáutica ha puesto ya en guardia al consorcio europeo.
La dirección de Airbus ha remitido una comunicación alertando a sus trabajadores del potencial riesgo que entraña para la compañía un competidor como el chino y solicitántoles ante ello redoblar esfuerzos, según han informado fuentes del sector.
Aunque el C919 opera de momento sólo en China, su presencia en este país es ya de por sí una importante amenaza no sólo para el fabricante europeo sino también para Boeing. De momento, por ejemplo, cuenta ya con más de 1.000 órdenes de pedidos. Y aunque no ha sido certificado ni por los reguladores de aviación de Estados Unidas (FAA) y de la Unión Europea (Easa), las mismas fuentes aseguran que si el C919 consigue penetrar en mercados como el africano o el asiático, puede hacer mucho daño al duopolio de Airbus y Boeing. A este respecto, el C919 cuenta con una ventaja muy notable sobre sus competidores: su precio. Mientras que el coste de uno de estos aparatos se estima en la industria en unos 70 millones de dólares, el 737 de Boeing oscila en catálogo entre los 85 y 115 millones y el A320, entre los 100 y 110 millones. Con la desventaja en el caso de estos últimos de que, según aseguran las mismas fuentes, el fabricante europeo está intentando recortar costes sin demasiado éxito. Además, tecnológicamente, el C919 no estaría tan atrasado como se podría pensar puesto que, como afirman desde el sector, es casi «una copia» de sus competidores. De hecho, el avión se desarrolló en su primera fase con componentes provistos por empresas occidentales y EE UU ha acusado a Comac de robar secretos para desarrollarlas después con tecnología propia.
Rumbo a Brasil
Por el momento, Comac está a punto de abrir mercado en Suramérica. Total Linhas Aéreas anunció a finales de septiembre que espera firmar este mes un contrato para adquirir cuatro C919. Una vez sellado el acuerdo, lo remitirá a la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Brasil, para que el regulador inicie el proceso de homologación de la aeronave china y obtenga el permiso necesario para volar en el país americano.
Entre los puntos fuertes que según Total Linhas Aéreas tiene el avión chino está que se adapta a su presupuesto y que Comac le ha asegurado que tendrá los aviones desde marzo. Un detalle no menor en un momento en que Airbus ha reconocido que no da abasto para atender pedidos por los problemas de la cadena de suministro y Boeing se encuentra inmersa en una huelga que está afectado a su producción de forma importante.
El C919 forma parte del objetivo de China de reducir su dependencia para el suministro de aviones de Europa y Estados Unidos. El país asiático ha invertido cerca de 50.000 millones de dólares en su desarrollo, según estima el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, que afirma, no obstante, que es muy complicado determinar con exactitud el coste. Aunque el fabricante chino tuvo problemas para la producción industrial del avión con calidad que le llevaron incluso a realizar consultas a la compañía española Aciturri, ya ha conseguido solventarlos.