¿Prueba nuclear o terremoto en Irán?: por qué tiembla el suelo y todo lo que se sabe al respecto
El pasado sábado 5 de octubre, un terremoto de magnitud 4,4 en la escala de Richter sacudió la localidad de Aradan, en la provincia de Semnan, según el Centro de Sismografía de la Universidad de Teherán. Lo que aparentemente parece un movimiento sísmico común y corriente (los terremotos en Irán no son inusuales), ha encendido las alarmas y ha generado una oleada de especulación en redes sociales. Lo cierto es que el sismo también se sintió en algunas zonas de la provincia oriental de Teherán, la capital, preocupando a los residentes.
Teorías en redes sugieren una posible prueba nuclear subterránea realizada por la República Islámica de Irán y acusan al Gobierno iraní de haber realizado su primer ensayo como una estrategia disuasoria ante las crecientes tensiones con Israel y las potencias occidentales. Irán ha estado bajo escrutinio internacional debido a sus ambiciones nucleares, ya que se sabe con certeza, gracias a informes de la ONU, que el país persa posee 20 veces más uranio del permitido.
El gobierno iraní ha desmentido rotundamente estas especulaciones a través de la agencia oficialista NorNews, vinculada al Consejo de Seguridad Nacional del país. La agencia calificó los rumores de "contrarios a la doctrina nuclear" ya que Irán ha firmado y ratificado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y está bajo supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Asimismo, expertos en sismología y defensa nuclear han señalado que la magnitud y la profundidad del terremoto no coinciden con las características de una explosión nuclear subterránea. Contener una explosión de ese tipo a tal profundidad sin que afecte gravemente la superficie requiere una preparación técnica considerable, lo que, según los analistas, excede las capacidades actuales de Irán en este campo.
Las tensiones entre Israel e Irán levantan sospechas sobre la fabricación de armas nucleares
Las especulaciones sobre una posible prueba nuclear surgen en un contexto de creciente tensión militar y política en Oriente Medio. En los últimos meses, funcionarios iraníes y miembros de la Guardia Revolucionaria han lanzado amenazas contra Israel intensificando la retórica bélica en la región. A esto hay que sumarle los ataques iraníes en suelo israelí que tuvieron lugar el pasado martes y los enfrentamientos en abril.
La relación entre Irán e Israel está en su punto más tenso en años. Ambos países han mantenido un conflicto indirecto durante décadas, y la posibilidad de que Irán esté avanzando en el desarrollo de armas nucleares ha sido un punto de conflicto clave. Aunque Irán ha negado repetidamente que esté construyendo armas nucleares, países como Israel y Estados Unidos han expresado su desconfianza hacia el régimen iraní, alegando que las intenciones de su programa nuclear no son del todo transparentes.
Además, la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), un centro de estudios con sede en Washington, publicó en 2019 un informe en el que aseguraba que Irán estaba construyendo instalaciones subterráneas para realizar pruebas nucleares. Este informe ha vuelto a ser citado tras el terremoto, alimentando las teorías sobre un posible ensayo nuclear en la provincia de Semnan. Según el informe de la FDD, Irán habría realizado pruebas con materiales explosivos no nucleares en un sitio subterráneo, lo que ha generado sospechas sobre el propósito real de estas instalaciones.
De igual manera, Israel con su política de 'ambigüedad nuclear' también parece estar en el ojo del huracán en lo que respecta a una posible escalada fatal del conflicto. No obstante, se estima que Israel podría poseer entre 80 y 400 ojivas nucleares, gracias a un programa que habría comenzado en la década de 1960, con el Centro de Investigación Nuclear del Néguev en Dimona.