El jefe de los espías británicos acusa a Rusia de «pagar a delincuentes» para sembrar el caos en Europa
El director general del MI5, Ken McCallum, informó este martes en rueda de prensa que los servicios de espionaje del Kremlin están llevando a cabo una [[LINK:INTERNO|||Article|||66d46e80ebb7b0e47be133c2|||«misión sostenida para generar caos»]] en las calles de Europa. Según McCallum, el número de investigaciones sobre amenazas orquestadas por Rusia de las que se ocupa su agencia se ha disparado casi a la mitad en el último año. Moscú, sin embargo, no es el único culpable.
El máximo responsable del servicio de inteligencia interno de Reino Unido también señaló a China e Irán como otros de los actores estatales que, cada vez con más frecuencia, se apoyan en «narcotraficantes internacionales» y [[LINK:INTERNO|||Article|||66292809e74fb0e414473620|||«delincuentes de bajo nivel»]] para provocar incendios, sabotajes y atentados contra disidentes con el objetivo de generar inestabilidad en el Viejo Continente.
Rusia, en particular, ha intensificado su actividad en Reino Unido después de que las autoridades europeas desmantelaran su red de espionaje con la expulsión de 750 diplomáticos rusos del continente. Una acción coordinada que respondía a la invasión de Ucrania de febrero de 2022. De la misma forma, Irán ha incrementado sus operaciones en suelo británico contra los perfiles críticos con el régimen que residen en el país. En los últimos dos años, explicó McCallum, el MI5 ha desbaratado una veintena de complots en el país que tenían como objetivo a disidentes de la República Islámica.
Además del repunte de la violencia organizada desde Moscú o Teherán, el jefe del servicio de inteligencia interno británico reconoció que Reino Unido está haciendo frente a un desafío renovado de los grupos yihadistas tradicionales. Aunque la escalada bélica en Oriente Próximo no se ha traducido todavía en atentados a gran escala, McCallum advirtió que tanto el Estado Islámico como Al Qaeda «han reanudado sus esfuerzos por exportar el terrorismo» y que, en el último mes, más de un tercio de las investigaciones prioritarias del MI5 estaban relacionadas con organizaciones terroristas extranjeras. La agencia tiene «un trabajo infernal» que hacer, resumió McCallum.
Gran parte del aumento de la actividad de ambos grupos yihadistas es previa al atentado de Hamás del 7 de octubre, sin embargo. Además, la amenaza terrorista también está estructurada de forma diferente a la de hace una década, con un mando menos centralizado y con más reclutamiento a través de Internet y redes sociales. Los implicados también proceden de regiones diferentes, concretamente de Asia Central, de acuerdo con McCallum. Al Qaeda, concretamente, está intentando utilizar el conflicto de Oriente Medio para reclutar, según el director general del MI5, que alertó además de un proceso de «radicalización más lenta» de lo habitual.
Asimismo, las agencias de inteligencia rusas han estado vinculadas a docenas de incidentes en toda Europa desde que diera inicio la invasión de Ucrania, con el objetivo de frenar la producción de armas, presionar a los políticos y sembrar el pánico. En esta línea, McCallum admitió que se ha producido un «aumento asombroso» en el número de este tipo de ataques recientemente, coordinados por el GRU, la agencia de inteligencia militar rusa.