Muere a los 69 años Alex Salmond, artífice del referéndum de independencia escocés en 2014
El veterano político escocés Alex Salmond, considerado en su día como el Braveheart del Siglo XXI, ha muerto este sábado a los 69 años, de manera repentina tras caer enfermo en Macedonia del Norte.
Se trataba de un político carismático y controvertido que se labró una carrera marcada por logros históricos: primer nacionalista escocés en llegar al cargo de ministro principal (2007), primero en conseguir mayoría absoluta (2011) desde que se formó el Parlamento de Edimburgo en 1997 y el hombre que estuvo a punto de lograr la independencia (2014).
Aquel referéndum legal pactado con el Ejecutivo de Londres terminó finalmente con el 55,3% de los escoceses abogando por seguir siendo parte de Reino Unido. Sin embargo, días antes de la consulta llegaron a vivirse momentos de pánico. El que fuera primer ministro británico, David Cameron, confesó recientemente en sus memorias lo que era un secreto a voces: se tuvo que pedir auxilio a la mismísima Isabel II, quien a la salida de misa se acercó a los parroquianos y dijo: «Espero que la gente piense con mucho cuidado sobre su futuro». No hizo falta nada más.
Después de perder el plebiscito, anunció su dimisión. Pero logró dejar el SNP en su punto de máxima popularidad. Tras un enfrentamiento con su sucesora, Nicola Sturgeon, acabó formando su propio partido, Alba.
Escocia es ahora un lugar muy distinto comparado con 2014. El apoyo a la secesión no ha cambiado. El 44% de los escoceses votaría hoy a favor de abandonar Reino Unido, según una última encuesta de YouGov, casi el mismo porcentaje (45%) que votó por el ‘sí’ en 2014. Sin embargo, una década después, los nacionalistas no cuentan con estrategia, líderes carismáticos ni entusiasmo.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP) sigue al frente del Ejecutivo de Edimburgo. Pero la máquina secesionista lleva tiempo atascada. En la última década, han tenido cuatro líderes distintos (tres de ellos solo en los últimos dos años). En las elecciones generales de julio, cayeron de 43 a nueve escaños.
Salmond no creció en un ambiente especialmente separatista. Su padre era laborista (como gran parte de los escoceses) y su madre conservadora (especie casi extinta en el norte). Sus ideales comenzaron a definirse en la elitista universidad de St. Andrews –la misma donde estudió el príncipe Guillermo y su esposa Catalina–, donde se licenció en Económicas e Historia. Pasó unos años trabajando para el banco Royal Bank of Scotland, que llegó a amenazar en su momento con cambiar la sede que tiene en Edimburgo desde 1727 en caso de que se lograra la independencia. Aunque pronto supo que la política era su verdadera vocación. Consiguió su primer escaño en 1979 como diputado en Londres por el entonces dividido Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés).
Después volvió a Edimburgo y en 2005 asumió el mando de la formación que por aquel entonces era vista por los electores más como contrapeso que como una opción real de gobierno. Pero, contra todo pronóstico, ganó la elecciones escocesas de 2007. En un principio, tuvo que gobernar en minoría y no pudo entonces convocar su prometido referéndum de independencia. Pero su gestión convenció por su empeño en plantar cara a los partidos de Londres y por medidas muy populares, como la gratuidad de los medicamentos y la universidad. El apoyo hizo que en los comicios escoceses de 2011 arrasara como no lo había hecho nadie en la corta historia del Parlamento de Edimburgo con una clara mayoría absoluta.
En 2019 se enfrentó a cargos por 14 delitos sexuales, incluyendo dos intentos de violación, acusado por hasta 10 mujeres distintas. Pero resultó absuelto.
Su expansiva faceta política siempre contrastó con una actitud casi de secretismo hacia su vida privada. Llevaba más de 30 años casado con Moria McGlashan, una mujer 17 años mayor que él, que jamás concede entrevistas. La pareja nunca tuvo hijos.