¿Qué significan las nuevas líneas rojas que la DGT ha pintado en algunas carreteras?
La siniestralidad por accidentes de tráfico es un problema que preocupa. En España, los siniestros registrados en 2023 por accidente fueron 1.048, en los cuales fallecieron 1.145 personas. Ante este problema que viene siendo común en los últimos años, la DGT ha comenzado a establecer una serie de medidas con el objetivo de evitar estos accidentes. Una de estas medidas ha sido pintar algunas carreteras del país con una línea roja, en concreto aquellas autopistas donde el grado de siniestralidad sea más elevado de lo normal.
¿Para qué sirve la línea roja?
Esta medida ha sido implantada por la Junta de Andalucía en la carretera A-355 dirección Marbella. Según ha informado la Consejería de Fomento de la región, la línea roja sirve para destacar que está prohibido adelantar en esa zona. La marca sustituye a la línea blanca continua que estaba pintada anteriormente, de manera que el color rojo es más visual para los conductores.
Las autoridades han establecido que el tramo marcado sea de 4 kilómetros, puesto que es una zona con un alto grado de accidentes, con el objetivo de prohibir los adelantamientos y lograr que los viajeros reduzcan la velocidad en este tramo.
Gracias a este proyecto, los accidentes graves se han visto reducidos un 30%, por lo que la Junta de Andalucía ha celebrado estos resultados, asegurando que seguirán implantando medidas que eviten siniestros. Asimismo, ante el éxito de esta solución, la DGT ya se plantea pintar estas marcas en la carretera en aquellos puntos de peligro del país.
Otras medidas
Otra solución planteada por la junta para evitar accidentes ha sido la de colocar radares de velocidad, radares pedagógicos o carteles digitales para informar al conductor de la velocidad a la que está conduciendo en ese momento, de tal forma que se de cuenta si debe reducir la marcha o no.
Soluciones para evitar fallecidos
Según un estudio de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera (AEC), si existe una inversión asumible por parte del Estado y de las CC.AA, se podrían evitar hasta 300 muertes al año por siniestros de tráfico. La inversión superaría los 1.500 millones de euros y con ellas se establecerían medidas para la seguridad vial, sin tener que realizar grandes obras ni construir nuevas vías.