Una Segunda División de infarto
El fútbol profesional ha despedido el 2024 en España acabando al mismo tiempo la primera vuelta. La competición liguera no regresará hasta el fin de semana del 11 de enero, pues el primer fin de semana del 2025 estará reservado para la Copa del Rey.
La mayoría de los focos, como es habitual, están puestos en LaLiga EA Sports, la primera categoría de nuestro país. Pero también ha acabado la primera ronda de una Liga Hypermotion que muchos consideran la mejor de la historia por el nivel de los equipos que la componen. Bastantes de ellos con mucho pasado en la elite e incluso con títulos en sus vitrinas.
Y lo cierto es que esta primera mitad de torneo ha acabado -a falta de dos encuentros aplazados del Tenerife con Levante y Deportivo- con la emoción por todo lo alto. El Racing de Santander, que empezó como un tiro con números de récord y parecía firme candidato al ascenso, se ha caído con todo el equipo sumando solo dos de los últimos 18 puntos en juego. Su ventaja de hasta once unidades se ha visto reducida a nada y ahora ni siquiera está en puestos de ascenso directo.
En cambio, lo que son las cosas, el Almería ha seguido justo la trayectoria contraria. Le costó arrancar al cuadro de Rubi, que estaba en descenso a mitad de octubre. Desde entonces ha encadenado 30 puntos en doce jornadas, un promedio bestial que le sirve para ponerse en cabeza de la clasificación. Los 16 goles de Luis Suárez han tenido mucho que ver en eso.
Y, si hay que hablar de una sorpresa con mayúsculas, sin duda tenemos al Mirandés como el mejor ejemplo. Anduva se ha convertido en una fortaleza imposible de conquistar por más que se asedie, y el equipo es sin duda el más constante de toda la categoría. Están arriba desde el principio y se mantienen en una segunda posición más que meritoria para un equipo acostumbrado a frisar la zona de descenso en las últimas temporadas, siempre con final feliz. Este año, la permanencia la tienen prácticamente hecha en diciembre.
Sorpresas positivas son también, cada uno en su ámbito, Huesca y Málaga. El cuadro aragonés no parece estar notando en el campo los problemas institucionales, mientras que los andaluces son, a día de hoy, el mejor clasificado entre los cuatro recién ascendidos en una más que meritoria décima posición con 30 puntos. Reyes del empate, el 58 por ciento de sus partidos acaban en tablas.
Por el lado contrario habría que señalar al Cádiz, que no termina de arrancar y sigue tratando de sacar la cabeza del descenso. Entre los tres que vienen de Primera -todos andaluces- es de lejos el que peor se ha adaptado a la nueva categoría. Dos puntos por encima de la zona roja, un descontento generalizado y el agua al cuello.
Y los que empiezan a tener muy negro el panorama de la salvación son Cartagena y Tenerife. Es cierto que el equipo de la región murciana está acostumbrado a dar un fuerte tirón en la segunda vuelta, pero les separan nueve puntos de la permanencia. Y el Tenerife -aunque con dos partidos menos- no ha tenido en Pepe Mel el revulsivo que esperaba. De hecho, ha sido destituido y su lugar lo ocupará Álvaro Cervera. Está a 12 de salir del pozo, más de los que lleva conseguidos en cuatro meses de campeonato.
Aquí todavía queda mucha tela por cortar, y antes de que vuelva a rodar el balón habrá pasado ya un tercio del mercado de invierno, donde a buen seguro los clubes que están abajo harán movimientos. Pero, si bien ahora mismo hay un par de equipos claramente descolgados -que no muertos- por detrás, arriba las cosas están tan apretadas como siempre. Esto todavía dará muchas vueltas y el final, como el principio, se prevé de infarto.