Felipe VI, un Rey que busca conectar con la «generación Leonor»
Felipe VI ha logrado en estos diez años de reinado reanimar una Jefatura del Estado que estaba en horas bajas, fijar el rumbo de la continuidad de la Corona y cumplir con uno de los propósitos que hizo el día de su proclamación: el de presentar una Monarquía «renovada para un tiempo nuevo» con un «espíritu abierto».
Para entender el reinado de Felipe VI hay que remontarse a las palabras que pronunció el 19 de junio de 2024 cuando dejó claro que la Corona debía buscar la «cercanía con los ciudadanos» y «saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza». Para ello, apostó por «velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente» ya que está convencido de que sólo de esa manera la Monarquía puede hacerse acreedora de «la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones».
Atrás quedó la polémica del Rey Juan Carlos que desde hace cuatro años se fue a vivir a Dubai y Don Felipe ha sido fiel a la demanda de los ciudadanos de seguir unos principios morales y éticos que inspiraran –junto a la ejemplaridad– la vida pública. Por ello, se comprometió a ser no sólo un referente sino también un «servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los ciudadanos».
Esto se ha visto en los últimos años donde la Casa Real ha mostrado que reconectaba con el pueblo no solo con las palabras sino también con los gestos del Monarca. Felipe VI no solo comunica a través de sus discursos de Nochebuena sino que también lo hace en cada uno de sus compromisos públicos o privados en su forma de interactuar con la ciudadanía cuando recorre los pueblos, provincias y ciudades de España y conversa con ella, aunque luego no trascienda. La comunicación de la Casa Real también ha evolucionado al igual que lo ha hecho la sociedad con los condicionantes que tiene la Institución de por sí donde, por su naturaleza, no puede dar una rueda de prensa ni tampoco un canutazo ya que debe primar su «espíritu de neutralidad».
Las propias características de la Institución han llevado al Rey a manifestarse siempre según una serie de circunstancias y unos canales concretos, aunque en esta última etapa se ha modernizado y ha optado por hablar de una forma más directa con los ciudadanos a través de los canales por los que ahora se informan. Eso ha hecho que refuercen su presencia comunicativa tanto en X –antes Twitter– o Instagram, perfil oficial que han impulsado y reforzado desde Casa Real por el aniversario de la proclamación. Además, este año el discurso de Nochebuena fue retransmitido también por ambos canales oficiales.
Twitter desembarcó en la Institución de la Corona antes incluso de que Don Felipe fuera proclamado Rey. El avance de otras redes ha sido sometido a estudio y análisis en el ámbito de la comunicación de la Casa del Rey hasta constatar la gran influencia y el impacto que tenía por ejemplo Instagram en la sociedad, sobre todo entre los jóvenes. Y es que, precisamente uno de los objetivos de la Corona es llegar a la «generación Leonor», que principalmente tiende a informarse por este medio.
Don Felipe también ha llamado a reflexionar este año en alguno de sus discursos sobre la pujanza de las redes sociales y la sobreabundancia informativa. De hecho, alertó del problema de la «desinformación» advirtiendo del peligro que hay de que, «en ocasiones, los ciudadanos acaban dando por cierto contenidos que pueden no serlo. De ahí la importancia de salvaguardar los valores periodísticos». En esa misma línea se expresó en Paiporta cuando hablando con un ciudadano, le avisaba del problema que suponía la «intoxicación informativa».
Tuvo también que vivir uno de los momentos más complicados tras sancionar la Ley de Amnistía que le supuso críticas del sector que le es más favorable que instaba a que no lo hiciera. Pero la alternativa habría sido la abdicación ya que por ley no tenía otra opción.
Este año, Don Felipe ha visto reforzada la imagen de la Corona y la suya propia tras su presencia en la catástrofe de la DANA. Una circunstancia particular donde se pudo ver a Don Felipe junto a los vecinos, dialogando con ellos y escuchando la rabia y el dolor de un pueblo que lo había perdido todo, mientras le lanzaban barro. Esa fue la primera de hasta cuatro visitas que ha realizado este año a la Comunidad Valenciana tras la tragedia. La última fue el pasado 22 de diciembre cuando acudió a Catarroja en una visita privada y por sorpresa junto a sus hijas la Princesa de Asturias Doña Leonor y la Infanta Sofía. Los Reyes querían que ambas conocieran de primera mano lo ocurrido tras el desbordamiento del barranco del Poyo y lo que había supuesto para esos municipios y sus familias.
Este año también el Rey ha hecho cambios en su núcleo duro. A principios de año el Monarca relevaba a su mano derecha durante casi tres décadas: Jaime Alfonsín, quien pasó de ser jefe de la Casa de Su Majestad el Rey a ejercer de consejero privado. Designó como nuevo jefe a Camilo Villarino alguien más de su generación; un diplomático con formación militar y con un perfil propio, lo que suponía toda una declaración de intenciones sobre todo respecto a las relaciones que quería entablar con el Ejecutivo en un año en el que se ha mostrado una mayor tensión entre el Gobierno y la Jefatura del Estado. En noviembre nombró por primera vez a dos mujeres en la «sala de máquinas» de la Zarzuela. Mercedes Araújo Díaz de Terán, que pasó a ocupar el puesto de secretaria general –la número dos de la Casa del Rey– y Carmen Castiella Ruiz de Velasco como Consejera Diplomática; unos relevos que vienen a rubricar su compromiso con esa «modernización».
Además, la felicitación navideña de este año ha dado más protagonismo a la Princesa y la Infanta, dejando ver la voluntad del Rey por la permanencia de la Corona.
Doña Leonor terminó este año su formación en la academia de Zaragoza donde fue nombrada dama alférez cadete y continúa su formación como guardiarmarina en la Escuela Naval donde se embarcará en el buque escuela Juan Sebastián Elcano a comienzos de año. Ya ha dado pasos significativos en su representación de la Corona con el viaje en solitario a Portugal o en los actos en solitario en Zaragoza, y sigue impulsando su mensaje para los jóvenes en los premios Princesa de Asturias o en los Princesa de Girona.
La Infanta Sofía cumplirá en 2025 la mayoría de edad y ya se ha estrenado con agenda propia.