Un ingeniero explica lo que pasa al tirar de la cadena en el baño de un avión y la gente no da crédito: "Es imposible"
El diseño del baño de los aviones es una solución tecnológica avanzada que combina eficiencia, higiene y sostenibilidad. Mientras que las cisternas domésticas dependen de la gravedad y grandes cantidades de agua para empujar los desechos, las cisternas de avión dependen de un sistema de vacío que es más eficiente en términos de peso y recursos. Pero poca gente sabe cómo funciona, o al menos, qué pasa con aquellos desechos que se "traga" el baño del avión, y hacia dónde van. Un ingeniero lo ha explicado en su cuenta de TikTok, y los usuarios de redes sociales han reflejado su sorpresa.
Y es que mientras en los vuelos de corta duración se puede hacer un esfuerzo, la verdad es que en viaje de largas horas, como un desplazamiento trasatlántico, puede llevar la necesidad de acudir al baño al menos una vez. Sergio Hidalgo, ingeniero aeroespacial, ha querido explicar a dónde van todos estos desechos y lo que pasa cuando tiramos de la cadena.
"El avión cuenta con una bomba de succión que lo chupa todo absolutamente, y lo mete dentro de un depósito", explica, añadiendo que para evitar la presencia de malos olores en él, se incorporan unos polvos desinfectantes dentro del compartimento en el que se introducen hasta el aterrizaje del avión.
Asimismo, "cuando termina el viaje, se tiene que vaciar este depósito y hasta que el depósito no se vacíe, este avión no puede volver a salir". Para concluir esta maniobra, un operario del aeropuerto se encarga de conectar una manguera desde un camión para vaciar el compartimento y asegurarse de que quede completamente vacío para poder volver a volar.
Los comentarios fueron de todo tipo, pues algunos lamentaron "la mayor desilusión de su vida", mientras que otros creen que "resulta muy poco higiénico el almacenar todo". Otro, por ejemplo, aseguraba que se pensaba que caían en algún punto fuera del mismo.
La mayoría de los aviones modernos utilizan el sistema de vacío que reemplaza el uso excesivo del agua en las tradicionales, y cuando se presiona el botón para descargar, una válvula se abre y un potente sistema de vacío succiona los desechos en un tanque de almacenamiento. Así, los desechos no se expulsan al exterior, sino que se almacenan en un tanque sellado que se vacía en tierra firme mediante equipos especializados.
Estos sistemas permiten un uso mínimo de agua, ya que en lugar de llenar la taza, utilizan una pequeña cantidad de líquido azul desinfectante para cubrir el fondo del inodoro y reducir olores. El diseño impide que los desechos vuelvan a la taza o al sistema de vacío gracias a sus tuberías anti-retorno, manteniendo la higiene.
El primer sistema de vacío fue introducido en los años 80 por Boeing en sus modelos comerciales, y los tanques se vacían en cada vuelo, para evitar que se almacenen demasiados desechos o que el mal olor puede sacudir dentro del avión a los pasajeros durante el vuelo. Se trata así de un buen mecanismo lleno de ligereza y eficiencia, fiabilidad e higiene. También seguridad, puesto que los residuos se almacenan de forma segura y no representan un riesgo ambiental ni sanitario durante el vuelo.