Pablo Iglesias trabaja para que no se agote la Legislatura
Pablo Iglesias lleva un año trabajando para tumbar al Gobierno de coalición y provocar un adelanto electoral para lanzar a Irene Montero de nuevo a la política nacional y ahora ha decidido adelantar los pasos. Su partido está dispuesto a todo en esta legislatura porque no tiene nada que perder después de haber experimentado una caída que les llevó casi a desaparecer. Tras las elecciones europeas comprendieron que tenían una última oportunidad para volver a tener el control de la izquierda alternativa y ahora están dispuestos a todo con el objetivo de liquidar a Sumar.
Esta es la tesis que se sostiene en el cuartel general morado donde ya hace tiempo que se ha dado por muerta la legislatura. La negociación de los Presupuestos Generales del Estado serán la confirmación de ello. Los morados no están por la labor de facilitar las cuentas públicas al considerar que el Gobierno ha dejado de ser de izquierdas y dar su apoyo sería solo «blanquear» a un PSOE que «ya es lo mismo que el PP», según analizan fuentes moradas. Pero estos presupuestos si pueden valer para demostrar que sus cuatro votos en el Congreso son igual de imprescindibles para el Gobierno que los siete de Junts. «Nuestros cuatro votos son igual de necesarios que los suyos», repiten como mantra en la formación. Es más, los «síes» de Podemos son los que más preocupan al Gobierno dado que Junts no tiene ningún aliciente en tumbar al Ejecutivo, ninguna ganancia, dado que Carles Puigdemont, sin influencia ya en el Govern de Cataluña, necesita que la legislatura continúe adelante, según interpretan en el Gobierno.
Así, en estos momentos, es Podemos la verdadera llave en el Congreso para que el Gobierno pueda aprobar las cuentas públicas. Un salvavidas después de haber tenido que prorrogar los presupuestos de 2023 en hasta dos ocasiones. De no contar con el voto de Podemos unas futuras cuentas, los morados se sacuden las culpas si hay un adelanto electoral puesto que, explican, «no hay condiciones de revalidarse un gobierno progresista en estos momentos».
Aunque, en ese adelanto electoral, es en lo que ya trabajan en el partido donde ya hace meses que se prepara la vuelta de Irene Montero a la política nacional. Interesa de hecho que Sánchez no agote la legislatura para que Irene Montero no acabe desgastada. Por eso es cada vez mayor el espacio que el partido ha ofrecido a la exministra, quien ya negocia con el Gobierno el apoyo de Podemos a sus leyes. Un libro, una tertulia semanal y entrevistas semanales en medios van allanando el camino a Montero, quien ha confesado que se ve de vuelta a casa. Las encuestas que manejan en la formación también animan a trabajar en este escenario. No solo estas, la pasada semana, NC Report otorgaba al partido entre cuatro y cinco escaños mientras que Sumar se quedaría como máximo con ocho. Ya robarían 940.000 votos a Yolanda Díaz. De cara a unas futuras elecciones, la incógnita es sí Podemos se presentaría por separado o volvería a intentar una alianza con su izquierda. En el entorno de Montero avisan; no habrá unidad sin una «reparación» a la figura de Montero. También se empieza a deslizar ya que «vetarían» la presencia de Díaz, como la vicepresidenta hizo con la exministra de Igualdad.
Esta estrategia de Podemos de reventar la legislatura para derrotar a un Sumar en caída está empezando a desesperar a los socios más fieles del Gobierno, como al PNV que acusa a los de Ione Belarra de «poner la estabilidad de la legislatura en juego» solo por querer «vencer a Sumar».