Los bancos compensan la caída del Ibex 35
Jornada con caídas generalizadas entre los principales selectivos mundiales, en un momento en el que los bonos suben a una velocidad pocas veces vista en los últimos años ante la expectativa de una mayor inflación debido a las políticas proteccionistas de Donald Trump, y el cambio de rumbo de los bancos centrales.
El Ibex 35 no es ajeno a estas caídas, aunque consigue mantenerse en el umbral de los 11.800 puntos, gracias a las alzas en la banca. Entidades como Sabadell, Caixa o Bankinter, cuyos resultados tienen una mayor dependencia de las políticas monetarias del BCE, lideran la tabla del día, ante la expectativa de menos recortes de lo previsto por parte del organismo presidido por Christine Lagarde, y la subida en los bonos. Este movimiento ofrece el efecto contrario en las empresas con mayor endeudamiento como es el caso de Grifols, Cellnex o Fluidra, lastrando también el comportamiento del turismo o el consumo discrecional. En cualquier caso, la peor parte se la llevan las empresas vinculadas con las energías renovables, que se cuelan entre las mayores caídas del Ibex en una jornada adversa para el sector ante las amenazas lanzadas por Trump, centradas en las eólicas.
Respecto a Europa, la nota destacada del día ha sido la subida en la rentabilidad de los bonos de Reino Unido, que ha escalado a su nivel más alto desde 2008. Lo más preocupante, es que viene acompañado con una caída significativa en la libra, lo cual muestra que los inversores están nerviosos y desconfiados sobre la situación económica en la región para financiar sus planes de gasto, mientras el Banco de Inglaterra cambia el tono hacia un menor ritmo de recortes de tipos.
Tímidos movimientos en Wall Street, mientras el mercado espera los próximos datos de empleo. Se prevé que el empleo muestre que las nóminas, aumenten en 163.000 en diciembre tras un aumento de 227.000 en noviembre. Los mercados apuestan a que el S&P 500 se moverá aproximadamente un 1,2% en cualquier dirección después de su publicación, mientras el bono a 10 años se acerca peligrosamente al 5%. Si bien la reciente caída de las acciones y los bonos podría empeorar a medida que crecen las expectativas de una mayor inflación y tipos de interés, es poco probable que la caída alcance los extremos observados en 2022, cuando los mercados atravesaron su peor año desde la crisis financiera mundial. A nivel particular, las acciones de IonQ y otras empresas vinculadas a la computación cuántica se están desplomando después de que el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, dijera que es probable que los ordenadores cuánticos útiles estén a décadas de distancia de tiempo.
Una de las principales preocupaciones de los inversores está siendo el arranque de año en China. Los inversores en el mercado de bonos gubernamentales de China, nunca han sido tan pesimistas sobre la segunda economía más grande del mundo, y algunos ahora apuestan a una espiral deflacionaria similar a la de Japón en los años 1990. La caída, que ha llevado los rendimientos chinos muy por debajo de los niveles alcanzados durante la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de Covid, subraya la creciente preocupación de que las autoridades no logren evitar que China caiga en un malestar económico que podría durar décadas.
En otros mercados, el euro vuelve a corregir ante la debilidad de los datos macroeconómicos publicados en Alemania, alcanzando sus mínimos de los dos últimos años. Las materias primas sufren en general ante la subida del dólar, cortando la racha alcista del petróleo, mientras que en el caso del oro, la tensión y volatilidad actual de los mercados ha generado un incremento en el precio de activo refugio por excelencia.