Sánchez capitaliza el gasto público en la campaña de Franco
El presidente del Gobierno busca blanquear su imagen en un momento en el que se encuentra totalmente desgastada por los casos de corrupción que le cercan. Fía a los fastos por el cincuenta aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco su revulsivo electoral y es por eso que Pedro Sánchez trató ayer de erigirse en defensor de la democracia inculcando el miedo al regreso a una dictadura.
Unos actos que no están exentos de controversia, no solo por celebrarse de manera unilateral, sin el concurso de los partidos políticos, junto al debate sobre la participación o no del Rey Emérito Don Juan Carlos, protagonista de la Transición, sino que se sucederán sin conocer de antemano su coste total. La opacidad en torno al presupuesto es absoluta, lo que alimenta las críticas sobre el buen uso de los recursos públicos, en un contexto de inestabilidad económica.
Hasta ahora, tan solo se conoce que el Gobierno ha creado un comisionado especial para organizar la conmemoración de la muerte de Franco. Será la historiadora e investigadora Carmina Gustrán, quien coordinará los actos. Una profesional reconocida por su trayectoria como gestora cultural con distintas administraciones, como el Ayuntamiento de Madrid o el Ministerio de Cultura cuando era presidente Mariano Rajoy. Si bien, aunque no se conoce oficialmente la cuantía, según los registros en Transparencia, el sueldo de los comisionados ya existentes en el Gobierno de Pedro Sánchez suelen contar con unas prestaciones que van desde los 65.000 euros hasta los más de 120.000 euros brutos al año. Gustrán tendrá rango de subsecretaria, y a su cargo, una secretaría general técnica con personal a su servicio.
A la par, el presidente del Gobierno, con traje de guardián de la democracia, alentó del riesgo de volver a una dictadura. El líder del Ejecutivo advirtió en el Museo del Reina Sofía durante la presentación de «España en Libertad» y a escasos metros del Guernica de los peligros del «fascismo» y de la «internacional reaccionaria». Con un discurso muy centrado en seducir al votante más joven, alentó de que «la libertad nunca se conquista permanentemente». La preocupación del presidente del Gobierno es que cada vez más jóvenes se están dejando «seducir por quienes prometen orden, seguridad y riqueza a cambio de arrebatarles lo más preciado de un individuo, que es el poder elegir».
Así, advirtió de que los movimientos totalitarios como el franquismo o el fascismo «pueden volver a ocurrir», exclamó. «La internacional reaccionaria, que dijo Emmanuel Macron, o la ultraderechista, que denunciamos en España, ataca abiertamente a nuestras instituciones. Azuza el odio y llama a apoyar a los herederos del nazismo en Alemania», alertó el presidente del Gobierno poniendo de ejemplo el apoyo de Elon Musk a Alternativa por Alemania. Según su análisis, es un «desafío» que debería «interpelar» a todos los que creen en la «democracia y en la Constitución». El presidente del Gobierno también señaló en su discurso que los regímenes «autocráticos están avanzando en medio mundo» y que el «fascismo que creímos dejar atrás es ya la tercera fuerza política en Europa».
Según resaltó, la conmemoración busca «mirar al futuro, especialmente a los jóvenes, para transmitirles el valor de la democracia en un momento en el que esta da signos de retroceso en buena parte del mundo». El Gobierno ha ideado decenas de actividades para atraer a los más jóvenes que pasan por películas, documentales en radio y televisión hasta «escape rooms itinerantes» con el que se busca «viajar al pasado reciente. También se realizarán juegos, aplicaciones, cursos, talleres, visitas, paseos históricos, concursos y una veintena de muestras artísticas en forma de música, teatro y danza. Completarán las actividades publicaciones como fanzines, cómics, informes especializados y otros materiales pedagógicos, según informó la comisionada Carmina Gustrán.
Mientras que el Gobierno reivindica a su manera la Transición, sin contar con el Rey Emérito para los actos, un grupo de 15 personalidades firma una carta que pide el regreso de Juan Carlos I a España. Una misiva, adelantada por El Confidencial, firmada por el exdirector de LA RAZÓN Luis María Anson, los empresarios Juan Rosell (expresidente de la CEOE) y Enrique Cerezo (presidente del Atlético de Madrid y productor de cine) o la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. En ella reivindican la Transición que pilotó el Rey Emérito. «Trasvasó a nuestra nación desde un largo régimen autoritario a una democracia pluralista plena», aseguran. Los firmantes destacan que llevó la «mejor imagen de España al mundo entero» y que por ello «y cien razones más» desean que regrese «de forma permanente» para «disfrutar de su presencia y su experiencia».