Esta es la cantidad de dinero que tendrán que pagar los dueños de un perro a partir de 2025
Un perro es una de las mayores alegrías que puede tener el ser humano. Sin embargo, a menudo, es sencillo pasar por alto todas las implicaciones y responsabilidades que puede conllevar. Los paseos, visitas al veterinario, vacunas y muchas necesidades más que tendrás que cubrir a tu mascota. Recientemente, en 2023, se implantó además una normativa por la cual se encarecerá aún más el mantenimiento de tu perro: la Ley 7/2023 de protección y bienestar animal, que estableció la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para todos los perros.
Es un seguro que todos los dueños de perros estarán obligados a adquirir para cubrir posibles gastos derivados de daños que el animal pueda causar a terceros, ya sea a personas o a bienes materiales. Por ejemplo, si el perro muerde a alguien mientras pasea, empuja accidentalmente a una persona mientras corre en el parque o provoca daños en una propiedad privada.
La normativa obligará a la adquisición de un seguro de responsabilidad civil para todos los perros desde enero de 2025. Hasta ahora, este seguro se limitaba a perros de razas potencialmente peligrosas. La ley, que entró en vigor en septiembre de 2023, dejó margen de un año para que los respectivos dueños de los animales pudieran obtener el seguro que desde ya es necesario.
¿Cuánto deberán pagar por el seguro de tu perro?
Cabe mencionar que algunos casos, el seguro del hogar puede incluir el de tu mascota. Si no, la cantidad dependerá de varios factores, como las características o la raza del perro. Suele oscilar entre los 20 y 30 euros anuales, pero en caso de algunos perros puede llegar a más de 50 euros el seguro más básico.
Pero este no será el único gasto asociado. Algunos municipios están considerando la posibilidad de imponer un impuesto anual por la tenencia de perros, algo similar a lo que ya ocurre en países como Alemania. Aunque esta medida aún no se ha extendido a nivel nacional, es un tema en debate que podría aplicarse próximamente en algunas regiones. Este impuesto, que en el pasado intentó implementarse en Zamora sin éxito, busca fomentar la responsabilidad entre los propietarios de animales, pero ha despertado preocupación por el impacto económico que podría generar.
El principal propósito de este tipo de medidas es garantizar que los dueños de perros cumplan con sus responsabilidades legales y económicas, promoviendo así un mayor compromiso con el bienestar animal. A través de este impuesto, se pretende cubrir parcialmente los costes derivados de la gestión pública relacionada con las mascotas, como la limpieza de espacios comunes, campañas de concienciación o el control del abandono animal.
Sin embargo, esta propuesta también ha suscitado un debate sobre si las administraciones públicas deberían asumir parte de estos costes o si recaen únicamente en los propietarios. Esto es especialmente relevante si se considera que mantener un perro ya implica un gasto considerable. Según las estimaciones, el coste anual de tener un perro en España puede alcanzar los 1.400 euros, incluyendo alimentación, cuidados veterinarios y otros gastos básicos. Como siempre, dependiendo de la raza.
¿Qué implicaciones tiene para los dueños de perros?
Tener un perro no es solo una experiencia emocionalmente gratificante, sino también un compromiso económico y legal. Con la introducción de nuevas normativas y posibles impuestos, es fundamental que los propietarios estén informados y preparados para asumir estas responsabilidades adicionales.
Aunque la medida tiene como objetivo reforzar la conciencia sobre el cuidado y bienestar animal, también plantea retos para los dueños, especialmente aquellos con ingresos limitados. Por ello, la posibilidad de subvencionar parte de estos costes o establecer exenciones para ciertos grupos sigue siendo una cuestión en discusión.
Lo que queda claro es que tener un perro no solo implica amor y cuidado, sino también una responsabilidad que va más allá de lo emocional, alcanzando aspectos legales y económicos que deben ser considerados antes de tomar la decisión de compartir la vida con un animal.