La explosión de virus estacionales coge a Mónica García sin un Plan común para mitigar su impacto
En una semana, el panorama en los centros de salud y en las urgencias de los hospitales de muchas ciudades de España ha cambiado radicalmente. De uno de moderada actividad durante las Navidades a otro de saturación de los servicios asistenciales, crítica en algunos centros, desde la vuelta de los días festivos.
La "culpa" la tienen los mismos de todos los inviernos, los virus respiratorios (gripe, covid y VRS, fundamentalmente) y los gastrointestinales, que ya se sabía que iban a explotar durante la segunda semana de enero.
Los datos publicados el jueves por el Instituto de Salud Carlos III arrojaban un crecimiento del 49% de la incidencia de infecciones respiratorias en Atención Primaria –de 563/100.000 habitantes a 640 casos– en la primera semana de 2025. Las hospitalizaciones se han duplicado respecto a las registradas en la última semana de 2024.
Aunque aún quedan unos 10 días para que se alcance el punto álgido de la epidemia estacional de gripe –que, según adelantaba este periódico, llegará en las dos últimas semanas de enero–, la situación ya es crítica en hospitales y centros de salud de algunas ciudades, donde las camillas se acumulan en los pasillos y hay demoras de hasta un mes para citas en Atención Primaria.
Así lo ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que señala a centros como La Paz (Madrid), Bellvitge (Barcelona), el Clínico de Valencia o el Royo Villanova de Zaragoza como los que enfrentan una presión más intensa, con esperas de hasta 88 horas para ingreso en este último.
El sindicato atribuye esta situación a una "pésima planificación en la cobertura de bajas y permisos del personal sanitario", además de a "la falta de planes de contingencia en varias comunidades autónomas".
Señalan que, desde septiembre de 2024 se han perdido 34.000 plazas en la Sanidad, pese a que en diciembre se firmaron 16.000 contratos nuevos.
Lo que está pasando se repite todos los años. La relación entre el frio y los virus estacionales es inevitable, pero lo que sí se puede mitigar es el impacto que el aumento de los casos tenga sobre los servicios sanitarios. La falta de personal en Medicina y Enfermería, junto a la emigración de profesionales por salarios bajos, agravan la situación.
En concreto, CSIF cifra en 9.500 los médicos que se necesitan en el SNS, además de unos 130.000 profesionales de Enfermería y miles de sanitarios en otras categorías.
El actual Ministerio de Sanidad que, en más de un año de mandato no ha puesto en marcha ninguna medida tangible para solucionar la crisis de falta de profesionales, tiene un culpable para la actual situación de tensión asistencial.
El jueves, Mónica García usaba su perfil de X para acusar a "las comunidades del PP" de vetar "un plan común con indicadores y estrategias para minimizar el impacto (de los virus estacionales). Pongamos la salud por encima del partidismo", escribió.
Algo que desmintieron las consejeras de la Comunidad de Madrid y de Baleares antes de las Navidades. "El Plan que presentaron desde el Ministerio, como siempre tarde y sin base científica, fue rechazado por los técnicos de Salud Pública porque veían que no tenía ningún tipo de garantía ni para disminuir la presión asistencial ni para proteger a la población", señaló Fátima Matute.
La consejera balear, Manuela García, ante las acusaciones de la ministra quiso aclarar que "el supuesto trabajo no tuvo la aprobación de los técnicos de las diferentes comunidades". "Por tanto, cada uno tiene sus planes de invierno, que evidentemente hay que mejorar", para lo que ha reclamado "contar con un sistema de información y medición común".
Dicho documento pasaba por imponer, en todo el territorio nacional, el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios, una medida sin evidencia científica para reducir los contagios que ya creó polémica el año pasado.
Distintos escenarios
La mayoría de las autonomías tienen activados, desde el mes de noviembre, sus "planes de invierno", que contemplan la vacunación y el aumento de plantillas de todas las categorías sanitarias.
Según la información recabada por CSIF, las regiones que se encuentran en una situación más complicada son Cataluña, Aragón, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana. En el resto, el panorama es de normalidad.
Hay que decir que ni Cataluña ni la Comunidad de Madrid han alcanzado cifras de incidencia de gripe superiores a las de otros años.
En Andalucía, los hospitales de Sevilla han atendido más de 2.700 consultas diarias durante la última semana y hay dificultades para pedir cita en prácticamente las 411 zonas básicas de salud de la comunidad, con demoras que superan los 10-12 días de media.
En la Comunidad Valenciana hay una ocupación masiva de todos los boxes de ingreso de urgencias por el repunte de cuadros respiratorios y de gripe. En Primaria, la demora alcanza los 10 días por la falta de profesionales.
En Aragón, las urgencias de los hospitales de Zaragoza tienen problemas de saturación desde la semana pasada por la mayor incidencia de gripe A y B.