La Princesa Leonor ya navega en el "Juan Sebastián de Elcano"
Cádiz, escenario de innumerables páginas de la historia ligadas al mar, la Armada Española y la Casa Real, ha sido esta mañana testigo y parte de un momento que será recordado por la Princesa de Asturias el resto de su vida. Tal y como sucediera en 1987 con el Rey Felipe VI (entonces Príncipe) y en 1958 con Juan Carlos I, la ciudad ha asistido al embarque y partida de la Heredera a la Corona de España en el buque escuela "Juan Sebastián de Elcano", que de esta forma iniciaba su CXVII Crucero de Instrucción.
Momentos, de grandes e intensas emociones, que han estado marcados por la presencia de los Reyes de España, Felipe VI y Doña Letizia, y el entusiasmo y calor demostrado por los cientos de gaditanos y no gaditanos que, desde muy temprano, han querido acompañar y celebrar estos instantes tan especiales para la Princesa Leonor, los guardiamarinas, sus familiares y el conjunto de la tripulación, a cuyo frente se encuentra el comandante del buque, capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo.
Jornada que vivía sus puntos álgidos con la llegada de los Monarcas y la suelta de amarras y partida del "Juan Sebastián de Elcano" del muelle gaditano rumbo al primer destino de su gran travesía (de alrededor de 17.000 millas), Santa Cruz de Tenerife.
Bajo la mirada, atenta y orgullosa, de sus padres, su Alteza Real, junto a sus compañeros de la Escuela Naval de Marín, participaba de unos primeros momentos a bordo que arrancaban los aplausos del público y los familiares que quisieron estar junto al buque escuela en el inicio de una travesía que lo llevará por aguas oceánicas hasta Nueva York, recalando antes en los puertos de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Salvador de Bahía, Montevideo, Punta Arenas, Valparaíso, El Callao, Panamá, Cartagena de Indias-Santa Marta y Santo Domingo.
"Para los gaditanos, el 'Juan Sebastián de Elcano' es algo que llevamos muy adentro. Que hoy, además, podamos ver su partida con la que será la próxima Reina de España es muy especial", señalaba Antonio Gómez, uno de esos gaditanos que vivía el momento con especial ilusión.
Intensa jornada
Esta histórica jornada arrancaba muy temprano, con la celebración de uno de los actos más esperados y, a su vez, relacionados con la presencia y partida del buque escuela y, en esta ocasión, de su Alteza Real la Princesa Leonor.
Desde la iglesia conventual de Santo Domingo, donde tenía lugar la tradicional misa, partía la procesión de la Galeona hasta el buque escuela.
La Galeona, nombre con el que se conoce a la Virgen Nuestra Señora del Rosario, procesionaba por la calle Plocia y la plaza de San Juan de Dios rumbo al muelle, "escoltada" por Doña Leonor y el resto de guardiamarinas de la nueva promoción de la Escuela Naval de Marín.
La procesión, que contaba con los sones de la Unidad de Música del Tercio del Sur, era acompañada en su recorrido por cientos de personas, que desde muy temprano se situaban a las puertas del templo para asistir a un momento histórico como ha sido este. Como en jornadas anteriores, la Princesa arrancaba los aplausos de los presentes desde su salida del templo hasta el muelle, escuchándose los ya tradicionales gritos de "¡¡guapa, guapa!!".
Una vez en el muelle, los guardiamarinas formaban frente a la pasarela del "Elcano", por la que instantes más tarde embarcada la Galeona. Tras ella, iniciaban el embarque, siendo la Princesa Leonor de las primeras en acceder al bergantín-goleta.
Previamente a Sus Majestades los Reyes, fueron llegando las diferentes autoridades civiles y militares. Y conforme a lo previsto, a las 11 en punto, llegaban al recinto del muelle gaditano los Reyes, que eran recibidos con aplausos y vítores. La que llegó tarde fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuyo avión se retrasó debido a la niebla.
Tras saludar, el Rey Felipe VI y la Reina Letizia embarcaban en el "Elcano", momento que estuvo marcado por siete "vivas" a España y 21 cañonazos, como corresponde al Rey.
El último adiós al buque escuela se lo daban las numerosas embarcaciones que lo quisieron acompañar, como es tradición también, en su navegación por aguas de la Bahía de Cádiz.