"Clean, nítido, aura, chuche, soy tu papá"... así es la jerga de la "generación Lamine Yamal"
"Un equipo llamado España". El documental de Amazon sobre la intrahistoria de la última Eurocopa ganada por la selección de Luis de la Fuente, ilustra detalles inéditos. Incluida la jerga que emplean dos de sus referentes: Lamine Yamal y Nico Williams.
"Su léxico no sólo refleja la creatividad lingüística de los jóvenes, sino que actúa como una herramienta para construir identidad y pertenencia al grupo; incorporar influencias globales con un toque local y crear nuevas formas de expresión basadas en la emoción y la cotidianidad del deporte. Este fenómeno no sólo ocurre en el fútbol, sino en otros contextos juveniles, donde el lenguaje se convierte en una herramienta de poder, diversión y comunicación efectiva", explica a Efe la psicóloga Elena Daprá, experta en coaching y gestión emocional.
"Clean, nítido, aura, chuche, soy tu papá..." son palabras y expresiones que sorprenden al resto de los internacionales y que configuran una jerga especial. Diálogos que muestran la espontaneidad de Lamine y su "generación centennial", nativos digitales nacidos entre 1995 y 2010, casi ocho millones de personas, según un estudio del BBVA basado en fuentes del INE.
Un control de balón, de los de toda la vida. Para Lamine y Nico es "clean", limpio. Igual que"nítido", adjetivo empleado por Yamal cuando las acciones salen bien en el campo. "No tienes aura, hermano", le dice Yamine a Zubimendi, el chico serio de la Real Sociedad. "Cada uno tiene su aura", su personalidad. Es que Zubimendi no tiene maldad.
"Eres la chuche del vestuario, hermano", afirman. Y es que cuando Lamine gana en la consola a un compañero, éste se convierte en su "chuche". Y si es mejor uno que otro, "soy tu papá", frase que viene a decir "soy mejor que tú", resalta el internacional del Barça con ironía.
La música diferencia a las generaciones. Morata, con 32 años; o Rodri, con 28 años, están lejos sociológicamente del "planeta Lamine". Pero se complementan. Lamine canta su "Hay Lupita", que incorpora el dembow, un estilo musical originario de la República Dominicana, basado en la repetición de las palabras de cada canción.
La psicóloga Elena Duprá disecciona estos "fenómenos fenómenos sociolingüísticos y culturales característicos de las tribus urbanas juveniles". "Los adolescentes y jóvenes tienden a crear formas de expresión únicas que los distinguen de otras generaciones y refuerzan su sentido de pertenencia a un grupo. El uso de términos concretos son una manera de marcar territorio lingüístico. Este lenguaje actúa como un código propio que sólo quienes pertenecen al mismo círculo pueden entender del todo. Usan estas palabras en contextos informales, principalmente en vestuarios o espacios de convivencia. Aquí el lenguaje se vuelve un símbolo de camaradería y confianza", asegura la psicóloga.
"El léxico que emplean combina elementos de español coloquial (chuche o nítido); inglés importado (clean, soy tu papá inspirado en I'm your daddy); jerga digital (propagada a través de redes sociales, videojuegos y memes). Por ejemplo: clean viene del inglés y refleja la influencia del idioma global en los medios de comunicación, como videojuegos, música (rap y trap) y redes sociales como TikTok. Nítido tiene un uso extendido en el lenguaje urbano y se vincula con el éxito, con que algo está perfecto o bien ejecutado. Aura puede asociarse a conceptos filosóficos o místicos, pero los jóvenes lo utilizan con un significado más ligero y accesible, relacionado con la personalidad", añade Elena Daprá.
Para la psicóloga, "los jóvenes disfrutan al jugar con el lenguaje, dotándolo de nuevos significados o ampliando los existentes. Esto les permite crear metáforas creativas: Eres mi chuche significa que alguien ha sido 'dominado' en un juego o situación. Lamine Yamal lo usa con humor, comparando la derrota del rival con el placer de comerse una golosina. Expresan superioridad amistosa: Soy tu papá se usa de manera provocativa, pero con connotación amistosa, similar al te gané o te domino".
Y es que el deporte es un claro espacio de innovación lingüística. En contextos como el fútbol o los deportes de equipo, se fomenta un lenguaje cercano, ágil y emocional. Se buscan términos rápidos y expresivos que reflejen la competitividad y la complicidad del equipo.
"Palabras como clean y nítido encajan perfectamente para describir acciones técnicas (un buen control de balón) sin necesidad de dar largas explicaciones. Son reflejo de valores de la tribu juvenil. Este léxico refleja valores importantes en los grupos juveniles como: la excelencia (nítido, clean); la competencia amistosa (soy tu papá, chuche) que refuerza el espíritu competitivo sin romper la amistad o la autenticidad (aura)", argumenta la psicóloga.
"Tanto Lamine Yamal como Nico Williams provienen de entornos multiculturales, lo que enriquece su vocabulario. Esta diversidad se ve reflejada en el uso de términos que combinan español coloquial, inglés globalizado y expresiones con matices culturales únicos. Otras tribus juveniles, como las de un entorno más homogéneo, pueden carecer de esta fusión multicultural, y su léxico suele estar más influido por una sola fuente por ejemplo, el slang puramente anglosajón o las jergas locales", indica Elena Daprá.
A pesar de estas diferencias, el léxico de Lamine Yamal y Nico Williams también comparte ciertos rasgos con otras comunidades juveniles. Las palabras empleadas son cortas, pegadizas y cargadas de significado, lo que facilita su adopción en cualquier contexto juvenil.
La capacidad del léxico original y novedoso de Lamine Yamal y Nico Williams para influir en otros jóvenes, especialmente aquellos de alrededor de 22 años, es alta, y su impacto puede explicarse desde varias perspectivas culturales y sociales. Esto está directamente relacionado con su posición como figuras públicas, su estilo "moderno" y su conexión con las tendencias globales.
Lamine Yamal y Nico Williams están en un nivel profesional y mediático que los convierte en iconos de éxito juvenil: jóvenes de 22 años, aunque puedan no pertenecer al mismo círculo deportivo o cultural, suelen estar influenciados por figuras que representan el éxito y la modernidad. Su capacidad para marcar tendencias lingüísticas reside en que no solo representan el fútbol, sino también una actitud fresca y actual que conecta con la idea de estar a la moda.
Los jugadores más veteranos suelen ver en los más jóvenes una mezcla de frescura, irreverencia y autenticidad que les resulta fascinante: el factor renovación. Los adolescentes como Lamine y Nico traen consigo un aire de cambio, una actitud desinhibida y un lenguaje que refleja las tendencias más actuales. Esto contrasta con el estilo más serio o tradicional de los jugadores más mayores. "El uso de esos términos rompe con la rutina del vestuario y genera situaciones ligeras, divertidas y llenas de humor. Los veteranos, que quizá ya no están tan conectados con las jergas actuales, encuentran esto revitalizante. Los más veteranos suelen admirar la autenticidad con la que los jóvenes como Lamine y Nico se expresan: en un entorno de alta presión como el fútbol profesional, la espontaneidad de los más jóvenes puede ser un recordatorio de por qué comenzaron a jugar: por la diversión y la pasión. Además, los adolescentes como Lamine y Nico no sólo traen palabras nuevas, sino también una actitud de confianza, demostrando que pueden competir y destacar sin dejar de ser ellos mismos", añade Elena Daprá.
"El respeto que los veteranos sienten por los adolescentes no sólo viene de su habilidad en el campo, sino también de cómo manejan su originalidad lingüística. Dejarles su espacio. Los veteranos, conscientes de que cada generación tiene su momento, tienden a proteger y permitir que los jóvenes se expresen a su manera, sin interferir. Hay un reconocimiento implícito. Este espacio que los veteranos conceden no es sólo una señal de respeto, sino también un gesto de apoyo hacia los jóvenes, quienes a menudo están en una etapa clave de formación personal y profesional".
Generación Z
La generación actual de jóvenes de 17 años, como Lamine Yamal, pertenece a la Generación Z, también conocida como Gen Z o centennials. Sin embargo, debido a su corta edad dentro de esta generación y el surgimiento de nuevos rasgos culturales y tecnológicos, algunos expertos empiezan a hablar de una subcategoría: la Generación Alfa o un "puente" entre la Gen Z y los Alfa, apostilla la psicóloga.
La Generación Z: el grupo mayoritario. Incluye a aquellos nacidos entre 1997 y 2012 aproximadamente. Estos jóvenes son nativos digitales, han crecido con smartphones, redes sociales y acceso a Internet. Son altamente multiculturales y tienen una perspectiva globalizada, influenciada por plataformas como TikTok, Instagram, y YouTube. Usan un lenguaje creativo, híbrido y en constante cambio, que mezcla palabras locales, anglicismos y términos relacionados con memes y la cultura pop.
Para la psicóloga, "su vocabulario, como clean, nítido, o aura, refleja esta hibridación cultural, marcada por el inglés global, el humor juvenil y la conexión con sus intereses (fútbol, redes, videojuegos). La Generación Alfa: los nacidos después de 2010, algunos como Lamine Yamal, nacido en 2007, están cerca de la Generación Alfa, que abarca a los nacidos desde 2010 en adelante".